Por: Carlos Carrillo A. – octubre 25de 2016
Las redes sociales son hoy un elemento clave en la participación ciudadana. No hay político que no le tema a una tendencia negativa en Twitter y para el actual alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, la desaprobación en redes sociales es prácticamente unánime.
Si las firmas encuestadoras sólo le otorgan al alcalde un 26% de aprobación, ese magro apoyo no logra permear las redes: allí la desaprobación es rampante. Basta ver un tuit cualquiera del alcalde para encontrarse con una verdadera paliza. En las respuestas abundan los comentarios inteligentes y las expresiones de legitimo descontento, pero también abunda la vulgaridad. Lo que no se ve por ningún lado son las voces de apoyo, aparte de uno que otro peñalosista pura sangre -muchos de ellos funcionarios de la Alcaldía-, y nadie se toma la molestia de darle una voz de aliento al alcalde, por eso es imprescindible contar con un verdadero ejército de cuentas falsas a la hora de posicionar los contenidos en las redes.
¿Cómo funcionan las cuentas falsas de la “Bogotá mejor para todos”?
Las cuentas falsas abundan y las hay de todos los colores: uribistas, petristas, lleristas, defensoras del ‘sí’ y del ‘no’. Pero, las de la Alcaldía Mayor hacen parte de una especie particularmente reprochable: las pagas. No se trata de una persona anónima con dos o tres cuentas, es una estrategia de comunicación realizada por una empresa especializada en el tema. Estas cuentas funcionan metódicamente, están organizadas en redes y muchas toman las debidas precauciones para que Twitter no las identifique como cuentas inactivas o falsas. No es difícil identificar una cuenta falsa, por lo general la fotografía no permite ver con claridad el rostro del supuesto ciudadano o se comportan de forma atípica, pues pueden tener miles de seguidores y solo unos pocos tuits o compartir seguidores comprados en otros países.
La mejor forma de entenderlo es partir de una cuenta que sin duda es falsa como @VerdadBogota1. Este usuario es muy activo desde hace años y ha cambiado de nombre varias veces. Hasta marzo de este año se hacía llamar Pedro Cáceres (@Pedrocaceeres) y afirmaba ser un hombre mayor dedicado a la literatura. Aunque cuando alguien cambia de nombre de usuario imposible relacionarle con los tuits, las menciones sí pueden encontrarse. @Pedrocaceeres cambió de nombre y de oficio para llamarse Juan Castillo, abogado y docente (@JuannCastillon). Rápidamente varios usuarios se percataron del cambio de nombre:
Esta cuenta es una de las más activas en su red e increíblemente tiene seguidores de alto perfil, como la cuenta oficial de la Alcaldía Mayor, el reconocido relacionista público Gustavo Gómez, el directivo de medios Édgar Artunduaga, el director de Noticias Caracol Juan Roberto Vargas, el presidente del Concejo de Bogotá Roberto Hinestrosa -quien sigue y es seguido por muchas cuentas de esta red- y la peñalosista número uno del concejo, Lucía Bastidas, entre otros. Pero estos seguidores reales vinieron después de los 500 falsos con los que arrancó la cuenta.
Todas estas cuentas falsas fueron creadas entre abril y julio de 2013 para posicionar contenidos. Estas estrategias son puestas en práctica por empresas dedicadas al marketing de redes sociales, de las cuales en Colombia existen varias. Los servicios de algunas van desde la simple administración de redes sociales hasta la puesta en marcha de campañas de desprestigio o solidaridad hacia determinado político. La campaña con la que nació la cuenta de Pedro Cáceres, hoy Veeduría Ciudadana, incluía más de 500 perfiles falsos dedicados a promover varios clientes, algunos gubernamentales, como el Servicio de Envíos de Colombia 4-72, y otros privados, como la cadena Hoteles Royal dirigida por el empresario Alejandro Estefan.
El primer seguidor de Veeduría Ciudadana es el Hotel Makondo de Cartagena, una cuenta inactiva desde agosto de 2013. Seguramente en esa fecha terminó el contrato para administrar las redes del hotel. Al analizar algunos de los 588 seguidores de @MakondoHotel vemos que tienen mucho en común. Si bien es una tarea tediosa, este análisis permite evidenciar que muchos de estos seguidores son bots administrados de forma coordinada para calcar tuits promocionales.
Como se dijo antes, las cuentas falsas se organizan en redes que crecen y se dividen con el paso del tiempo. Por ejemplo, cientos de cuentas pertenecientes a la red original de Pedro Cáceres están inactivas desde octubre de 2014, cuando terminó su trabajo para los hoteles del señor Estefan.
Pero parte de esa red continuó activa, promocionando a otros de sus clientes como el vicepresidente Germán Vargas Lleras y el año pasado, cuando el hoy alcalde Peñalosa decidió presentar su candidatura nuevamente, comenzó a reproducir contenidos a favor de su campaña, como podemos ver claramente en el siguiente video.
¿Quién está detrás de estás cuentas?
La primera red identificada es el punto de partida de otras mucho menos evidentes. En esta red todas las cuentas se siguen entre sí y son tan poco cuidadosas que incluso siguen a su dueño.
Todas las cuentas de esta red siguen al empresario Fernán Ocampo, fundador de la compañía Linktic y habitual invitado a las páginas de la revista Jet-Set.
Este “geek con alma de político”, como lo describe Jet-Set, ha estado inmerso en varias polémicas por su trabajo, una de ellas cuando trabajaba en la campaña de Juan Manuel Santos de 2010 y esta fue acusada de tener un escuadrón de usuarios fantasma dedicados a comentar en los foros de Internet a favor del entonces candidato y hoy presidente. Poco después, en 2011, Ocampo fue reseñado por medios como La W, la Silla Vacía, El Tiempo, etc., por un cuestionado contrato de $522 millones que le fue entregado a dedo por la Contraloría de Bogotá.
Este emprendedor tiene otro proyecto empresarial llamado Mi Águila junto con su hermano Bruno, socialite y amigo de Richard Branson, según sus redes sociales. Mi Águila es una especie de Uber criollo que, a pesar de los publirreportajes, no ha logrado levantar vuelo.
La cuenta en Twitter de Mi Águila @conmiaguila desapareció y la cuenta @miaguila_ apenas cuenta con 658 seguidores, muchos de ellos cuenta falsas. ¡A que no adivinan cuales!
Estos perfiles falsos también publican contenidos promoviendo al señor Ocampo y a sus empresas.
El 9 de junio miles de personas se sumaron a la estampida por la revocatoria de Enrique Peñalosa. Esa protesta fue ignorada por casi toda la gran prensa y desestimada por muchos de los defensores a sueldo del alcalde. En el siguiente video podemos ver como, a partir de una fotografía falsa publicada tras la estampida, el ejército de perfiles falsos hace un trabajo coordinando de desinformación.
Cada vez que en la opinión pública aparece una controversia en contra del alcalde las alarmas se disparan y las redes de perfiles falsos arrancan a hacer su trabajo. El ejemplo más reciente es el de la maqueta de $1.800 millones.
Sin embargo, este comportamiento no se limita a promover contenidos a favor: también promueven de manera sistemática información en contra de Gustavo Petro. Hace poco, cientos de estas cuentas enfilaron baterías contra Petro por las recientes insinuaciones de actos de corrupción en la compra de las acciones de TGI. La justicia dirá cuál es la validez de esas acusaciones, pero el tema cae como anillo al dedo para ambientar la privatización -o ‘democratización’, como le dicen con total cinismo- de ese jugosísimo negocio.
Esta es una estrategia de comunicación inaceptable. Suplantar ciudadanos para influir en la opinión de otros puede no ser aún un delito, sin embargo, es un acto no sólo patético sino en extremo antidemocrático.
¿Cuánto pagamos para mantener estas cuentas dedicadas a desinformar y apoyar las pugnas políticas del alcalde? ¿Qué respuesta tendrá la Alcaldía ante al abrumadora evidencia de su ejército de cuentas falsas? ¿Dirá que es donación de los privados como la maqueta? Esa es una posibilidad: en 2010, el señor Fernán Ocampo le donó al Gobierno Nacional el portal Urna de Cristal, un acto muy generoso de su parte ya que a la Contraloría le cobró más de $500 millones por una página web.
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* Publicado originalmente en Al Garete. @CarlosCarrilloA
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Pareciera increíble, da terror como las ansias de poder son un objetivo, a toda costa, con razón don Peñalosa, ha invertido tantos años en tantas campañas seguidas…. será que quiere figurar en la historia como el libertador de Bogotá? o algo así?. Un botón, en Usme nos quitan más un billón de pesos en impuestos, “para invertirlos” o mejor para gastárselos en lujos para las localidades del norte y a nosotros nanay cucas, como dijo el otro, ni siquiera nos visitan, ni nos mencionan