Por: Camila Ramírez – Cali, 30 de septiembre de 2011
El viernes 30 de septiembre inició en la ciuda de Cali (Valle del Cauca) el Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanías, con más de 9.000 asistentes registrados y delegaciones que aún están arribando a la Universidad del Valle, sede de las deliberaciones que durante cuatro días llevarán a cabo campesinos, indígenas, afrocolombianos, jóvenes, trabajadores, mujeres y representantes de decenas de organizaciones sociales de todo el país que buscan juntar sus propuestas y reivindicaciones sobre el problema de la tierra.
Este congreso se inició hacia el medio día, con una marcha en la que particiaparon aproximadamente 6.000 personas que, bajo el intenso sol que alimenta a los abundantes cañaduzales de la región, partieron del municipio de Jamundí para caminar durante dos horas y media hasta la Universidad del Valle, donde se espera que el día sábado se congreguen al menos 12.000 personas de distintas regiones de Colombia.
Hace tres años, una movilización indígena iniciada en el resguardo de La María Piendamó (Cauca) congregó a más de 40.000 personas provenientes de todo el país y de distintos sectores socialespara exigir, en Cali, al entonces presidente Álvaro Uribe el cese de la violencia y la militarización de sus territorios ancestrales. Luego de que el exmandatario se negase a reunirse con ellos, iniciaron una histórica marcha hasta la capital, reuniendo uno de los mayores torrentes sociales que ha caminado por el país en los últimos años y que permitió, hace un año, la conformación del Congreso de los Pueblos.
Hoy, en la Universidad del Valle, por iniciativa del Congreso de los Pueblos y contando con la participación de delegaciones de la Marcha Patriótica por la Independencia, la Coordinación de Movimientos y Organizaciones Sociales (Comosoc) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), así como de centenares de organizaciones de toda Colombia, los pueblos buscan juntar sus esfuerzas, luchas y propuestas para enfrentar el control, el despojo y la violencia que sobre sus territorios ejercen multinacionales, grandes proyectos extractivos, monopolios agroindustriales, terratenientes, narcoparamilitares, otros actores armados y el propio Estado, a través de su aparato militar.
Hacia las 6 pm, un acto cultural dio apertura oficial al Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanía. Al llamado de las sampoñas, las gaitas y los tambores acudieron los participantes del congreso que, entre el sábado y el lunes, definirán un proyecto común para una reforma agraria integral que beneficie a los pueblos y acciones conjuntas para luchar por la tierra y el territorio. Las más de cien mesas de trabajo, cada una constituida por un centenar de personas, un relator, un moderador y dos palabreros, abordarán siete ejes temáticos –tierras, economías campesinas, aguas, conflicto armado, saberes e identidad, y territorios urbanos–, de cuyas conclusiones se construirá el mandato que se proclamará el martes en Cajamarca (Tolima), donde se ubica la gigantesca mina de oro de La Colosa, por parte de los participantes en este histórico congreso.
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