Carbón - Foto: Marcela Zuluaga

Por: Andrés Gómez

El 20 de mayo de 2025, el Reino Unido anunció que suspendería el Tratado de Libre Comercio con Israel y que negociarán uno nuevo. Al día siguiente, el presidente de Colombia aplaudió al pueblo inglés al escribir: “Felicito al Reino Unido por su decisión digna en contra del genocidio. Ahora Colombia invita a toda Latinoamérica a denunciar los tratados de libre comercio con Israel. No se comercia con estados genocidas”. Sin embargo, Colombia no ha detenido por completo las relaciones comerciales con Israel, a pesar de las declaraciones del presidente Petro de hace un año, en las que anunciaba cortar relaciones con el gobierno sionista presidido por el genocida, Benjamín Netanyahu, y cesar toda exportación de carbón térmico a Israel por el genocidio palestino.

El 1 de mayo de 2024, el presidente Gustavo Petro anunció ante más de 30 mil personas en la Plaza de Bolívar, que rompería relaciones con Israel, siendo efectiva la medida al día siguiente. Dos meses después, el presidente Petro ratificó el compromiso al expedir el Decreto 1047 del 14 de agosto de 2024, que establecía la “prohibición a las exportaciones de carbón a Israel”, situación que empezaría a regir a finales del mismo mes.

La decisión del presidente de Colombia, fue celebrada por quienes han condenado el genocidio, como El Instituto Palestino de Diplomacia Pública (PIPD), el cual afirmó: “La decisión de Colombia es una forma tangible de responsabilizar a Israel por aniquilar al pueblo palestino y poner fin al genocidio en curso”, e invitó a realizar embargo energético a Israel. En la misma línea, la plataforma “Internacional Progresista”, también celebró la decisión de Petro, y manifestó que “El embargo de carbón de Colombia a Israel es un modelo a seguir”, pero las palabras de Gustavo Petro no se han materializado.

Al revisar las bases estadísticas de comercio exterior de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), Colombia ha exportado a Israel: 1.240.395,3 Toneladas de carbón entre septiembre de 2024 y abril de 2025 por un valor de poco más de 526 mil millones de pesos.


Análisis y visualización de datos: Jalver Uyaban
Análisis y visualización de datos: Jalver Uyaban

De carbón y genocidios en Colombia y Palestina

La junta directiva de Glencore: Kalidas Madhavpeddi (centro), presidente no ejecutivo de Glencore dirigió la reunión y abordó el reporte luego de presentar a Gary Nagle, director ejecutivo (a su izquierda en la foto); Cynthia Carroll (derecha); Liz Hewitt (derecha), Martin Gilbert y David Wormsley, directores no ejecutivos independientes; Gill Marcus, director independiente sénior; Peter Coates, director no ejecutivo; y Patrice Merrin, directora no ejecutiva. Foto: Andrés Gómez
Junta directiva de Glencore 2023. Foto: Andrés Gómez

El carbón térmico colombiano es muy eficiente para producir energía en termoeléctricas y la cantidad que produce Colombia la hace un actor clave en el mercado mundial, al punto que en varios países del mundo transforman el carbón del caribe colombiano en energía eléctrica. Sin embargo, el costo del carbón térmico colombiano ha pasado por el exterminar a los pueblos Wayuú y Yukpa, y comunidades afrocolombianas como Tabaco, quienes se rebelaron contra el esclavismo colonial pero no pudieron sobrevivir la minería.

El Turbión ha reportado desde las voces de indígenas y afrocolombianos del Cesar y La Guajira, cómo la minería desarrollada por empresas como Glencore, además de amenazar su existencia como pueblos, también devoró el bosque tropical seco y envenenó las aguas de los departamentos de Cesar y La Guajira.

Quienes invierten en estas empresas a través de sus fondos de pensiones o mediante acciones, financian los crímenes de genocidio y ecocidio, y uno de los países comprometidos con el futuro de sus pensionados a costa de crímenes contra la humanidad en Colombia, es Canadá, con dos fondos pensionales comprometidos: la Junta de Inversión del Plan de Pensiones de Canadá; y el Plan Pensional de Profesores de Ontario. Otro país es el Reino Unido, con la empresa: Gestora de Activos de J.P. Morgan.

Otros actores que contribuyen al extermino de pueblos milenarios y ancestrales en Colombia son los países que adquieren carbón térmico extraído del país, y entre los 10 principales compradores se encuentra Israel, que solo en 2023 compró 3 millones de toneladas, equivalente al 5,4 % de las exportaciones totales de carbón térmico de ese año en Colombia.

Los 10 principales compradores de carbón térmico colombiano

  1. Corea del Sur
  2. China
  3. Turquía
  4. Países Bajos
  5. Polonia
  6. México
  7. Chile
  8. Israel
  9. Brasil
  10. Japón

En Colombia y Europa se conoce del problema ambiental y de derechos humanos, y es poco probable que Israel no supiera del costo del carbón térmico colombiano debido a las relaciones que tiene con el Estado colombiano y su dependencia con el mineral.

Por una parte, Israel ha participado del paramilitarismo colombiano con Yair Klein. El instructor de la muerte y ex comandante israelí, entrenó a 30 sicarios en los 80s para el paramilitarismo en Puerto Boyacá durante el mandato de Álvaro Uribe Vélez, y hoy está protegido por su país de la extradición a Colombia. En el sector defensa, Israel también ha otorgado permisos a Colombia para fabricar partes y ensamblar fusiles Galil y vendió en los 90s más de 20 aviones Kfir a Colombia. Recientemente, en el periodo de Duque en la Casa de Nariño, Israel otorgó el permiso a NSO Group de vender a el software de inteligencia Pegasus a Colombia.

Sobre la dependencia de Israel con el carbón colombiano, para 2024, según datos de S&P Global Commodities at Sea, Israel importó un total de 1,4 millones de toneladas métricas de carbón térmico , y de esas, Colombia le exportó: 855.700 toneladas métricas: «el 60 % de todas las importaciones durante este período.»

La dependecia no es poca, según el sitio OpenInfraMap, que compila información de la infraestructura de diferentes países, Israel tiene 199 plantas de generación de energía que producen: 18,128 MW. De estas plantas, 3 centrales son termoeléctricas que usan carbón, pero combinadas producen 4,895 MW. Esto quiere decir que el carbón térmico representa el 27% de la producción de energía en Israel, y el 60% de ese mineral viene de Colombia, por lo que el 16,2 % de la generación eléctrica de Israel depende del carbón colombiano, energía que alimenta tanto sus necesidades civiles como su industria militar.

Rafael Advanced Defense Systems, Israel Aerospace Industries (IAI) y Elbit Systems necesitan de infraestructura energética robusta, y electricidad estable y barata para fabricar las armas que usa en la política de exterminio de Palestina, y la guerra que empezó contra Irán y a la que arrastró a EE.UU luego de que este último bombardeara 3 instalaciones nuclareas iranis el pasado 21 de junio: Fordo, Natanz e Isfahán.

Ante la realidad de genocidio en Colombia y Palestina, el pasado 28 de mayo, el Movimiento BDS Colombia bloqueó la Cra 7a al frente de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales y exigió al Estado colombiano coherencia con los pueblos originarios y el embargo energético a Israel, mismo llamado hacen grupos palestinos, sindicatos y organizaciones ecologistas.

Rompimientos a medias


Barcos con carbón colombiano con destino a Israel – visualización de datos: Jalver Uyaban

Pese a que el presidente ha manifestado compromiso político con Palestina, partieron barcos como el Ashkelon y Navios Felix de Colombia a Israel con carbón, después de su decisión. Y en el sector defensa no es diferente.

Colombia firmó contratos a finales de 2024 que hoy siguen vigentes, y que demuestran que Colombia ha generado dependencia en su seguridad militar con Israel lo que condicionó ese “cortar” relaciones con el régimen sionista. Un ejemplo son los obsoletos Kfir.

La Fuerza Aérea Colombiana (FAC) tiene activo el contrato: 260-00-A-COFAC-CODAF-2024 con la empresa: Israel Aerospace Industries Ltd. Este se firmó el 12 de diciembre de 2024 y tienen vigencia hasta el 30 de Julio de 2026, por un valor de: $32.748.637.500,00. El contrato fue otorgado mediante la modalidad de contratación directa por: “Servicios de Mantenimiento Programado (Rutina) y Mantenimiento no Programado (No Rutina) de las Aeronaves Kfir de la FAC, de acuerdo a Anexo Técnico Vf 2025”.

Según Iván Velásquez, Ministro de Defensa de la época, la contratación obedeció a compromisos de años pasados con Israel, y anunció que cuando terminara el periodo de Petro como presidente, entonces acabarían los contratos con Israel. Dicha sentencia si se convirtió en realidad al comprar Colombia los caza bombarderos suecos: Saab 39 Gripen.

No se sabe que pasará con los contratos y licencias para fabricar y/o usar: Pistolas Jericho; Rifles X95; Ametralladoras Negev NG7; Misiles antitanques Nimrod y Spike; Sistemas de cañón autopropulsado Atmos; Vehículos militares de artillería M-462; baterías antiaéreas Eagle Eye; Helicópteros AH-60 y aviones no tripulados Hermes.

Lo más preocupante, es que las compras a Israel siguen y el embargo militar no se cumple, lo que fortalece la industria militar israelí y aumenta la persecución en Colombia, como denuncia el Movimiento BDS Colombia, al exponer que la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL de la Policía Nacional de Colombia (Dijin), firmó un contrato con Elbit Systems en 2025 por: 9 mil millones de pesos, para: «prestar el servicio de mantenimiento a la plataforma de interceptación de comunicaciones Target 360».

Dependencias e hipocresías

La injerencia que Israel tiene en la defensa de Colombia ha hecho difícil romper relaciones con el país creado por el Reino Unido y la ONU en 1947 en Medio Oriente, pero no ha sido por falta de voluntad política del actual mandatario, lo que no se puede decir de otros países.

A la diplomacia europea, especialmente a la de Alemania, le ha costado desprenderse de la culpa histórica del genocidio judío en Europa, lo que la ha llevado a permitir el genocidio palestino.

Alemania es uno de los principales proveedores de armas a Israel con el 30% de las importaciones israelíes entre 2019 y 2023, pero recién en mayo ha tomado medidas parciales por el genocidio en Gaza cuando el canciller alemán, Friedrich Merz, criticó la ofensiva israelí desplegada hace un mes contra hospitales y civiles padeciendo hambruna.

Tomo 18 meses para que el canciller calificara de injustificables los ataques recientes contra la población civil y suspendiera de forma parcial las exportaciones de armas, pasando de 326,5 millones de euros en 2023, a 14,5 millones de euros. Sin embargo, Friedrich Merz también respaldó la guerra que empezó Israel contra Irán al decir que Israel está haciendo el «trabajo sucio» que debería hacer Estados Unidos y Europa contra el Ayatola, lo que hace que mantenga una alineación geopolítica con Israel como país agresor y desestabilizador de Medio Oriente.

España es otro de los países europeos que suministra armamento a Israel aunque en pequeña proporción y no es vital, sin embargo se ha lucrado de la masacre de civiles al haber exportado al régimen sionista equipos militares por más de 18 millones de euros desde 2023. Ante la participación en el genocidio, Amnistía Internacional le demandó en 2023 a España a “convertir en permanente la suspensión temporal de venta de armas a Israel”, pero solo hasta finales de mayo de 2025, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, y Margarita Robles, Ministra de Defensa, anunciaron que solicitarán un embargo de armas a Israel.

Reino Unido, clave en la creación de Israel en 1947, ha sido más que tibio en condenar el genocidio palestino. Su única acción concreta ha sido anunciar una renegociación del Tratado de Libre Comercio con Israel.

Todos estos países, al vender armas a Israel y utilizar eufemismos frente al genocidio que este país perpetra contra Palestina, han sido partícipes de los últimos 20 meses de exterminio. Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 17.000 niños han muerto, una cifra macabra que representa más del 30 % del total de víctimas mortales, que ya supera las 50.000 personas asesinadas por Israel. A esto se suma el bloqueo impuesto por el gobierno sionista de Netanyahu, que ha provocado una hambruna sin precedentes en el pueblo palestino.

Los líderes estadounidenses y europeos sin duda han sido cómplices con el genocidio al no vetar la venta y compra de armas de Israel, pero las personas en las calles no han sido indiferentes, el 7 de junio 300 mil personas en Roma y 100 mil en Estocolmo manifestaron su respaldo al pueblo palestino. Tampoco han sido apáticos los sindicatos, el 9 de noviembre de 2023 los trabajadores portuarios en Italia, Grecia y Turquía anunciaron su decisión de boicotear la carga y descarga de armas destinadas a Israel; y en Francia, el pasado 5 de junio, los trabajadores del puerto de Marsella se negaron a cargar un contenedor con piezas de repuesto para fusiles de asalto destinadas a Israel, una acción enmarcada en la solidaridad con Palestina.

En Colombia, las movilizaciones de izquierda vindican Palestina y condenan el genocidio, y aunque el presidente Petro llama a Latinoamérica a romper relaciones comerciales con Israel, es necesario que el presidente acorte la distancia entre el discurso y los hechos para hacer cierta la promesa a Palestina de un embargo energético y de armas a Israel.

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