Febrero 19 de 2008
Poner en actividad o movimiento es el significado exacto de movilizar, uno de los principales objetivos del Foro Social Mundial 2008 que, según los organizadores con sede principal en Brasil, lugar donde nació el evento hace 8 años, se desarrollaría durante una jornada de una semana de acción, que culminaría en un Día de Movilización Global, el 26 de enero pasado.
Dichas movilizaciones deberían tener la participación de los movimientos sociales de base en cada uno de los países para garantizar su éxito. Actividades en países de América del Sur, como Paraguay, Perú, Bolivia, Cuba, Costa Rica, Argentina, Chile y Trinidad y Tobago, y de Norte América, como Estados Unidos y Canadá, además de dos conciertos en Belén (Brasil) y en Bogotá, hicieron parte de la agenda de lo que se consideró el Foro Social Mundial más importante hasta ahora realizado, debido a su descentralización, que invocó a todo el planeta como sede del mismo.
En efecto, varias marchas y movilizaciones se realizaron en diferentes partes del mundo, tales como Indonesia; Palestina, donde marchas organizadas en por lo menos cuatro ciudades demandaron al mundo que actuara en contra del bloqueo israelí a Gaza, y en la región de la frontera de Erez, donde juntos israelíes y palestinos en desacuerdo con el enfrentamiento dieron a conocer su voz de protesta, entre otras. Sin embargo, a pesar de considerar como medida importante la movilización de las bases populares de todo el mundo, al buscar llamar la atención de los distraídos e indiferentes en las casi mil ciudades participantes a partir de marchas que convocaran a la necesidad de hablar sobre temas cruciales, en otros lugares se resolvió hacer actividades apartadas y hasta solitarias si se tiene en cuenta a los miles de ciudadanos para los que pasó desapercibido el evento.
En Bogotá, la Corporación Viva la Ciudadanía fue la encargada de llevar a cabo el FSM 2008. Dicha corporación adelantó una convocatoria dirigida principalmente al concierto que protagonizaron Ilona, Sanalejo, Alerta y Doctor Krápula, priorizando éste en los medios de información, en los volantes y en las invitaciones directas a organizaciones y ciudadanos. Allí iba a estar el alcalde mayor de Bogotá; los familiares de Ingrid Betancuort, quien permanece en cautiverio; se anunció la presencia de Clara Rojas y Consuelo Gómez de Perdomo, recientemente liberadas por las FARC, y hasta del niño Emmanuel, hijo de Rojas nacido en cautiverio.
La expectativa fue creada alrededor de un tema de moda, como es el del secuestro, colocándolo como tema central de la agenda cuando poco tenía de coincidencia con la jornada mundial de movilización contra la globalización neoliberal. Al parecer, se veía una oportunidad para sacar adelante la consigna “no al secuestro” y adelantarse a no desentonar con lo que sería la marcha del pasado 4 de febrero, como si los problemas sociales, políticos y culturales de Colombia se debieran exclusivamente a ese factor. Se centró la atención, los esfuerzos y la mayoría de los recursos en un concierto que lo único que logró fue opacar otros temas más relevantes en la búsqueda de soluciones, alternativas y movilización al orden de cosas actual, lo que buscaba el FSM 2008.
Las condiciones asumidas por las organizaciones participantes en el Foro Social Colombia 2008, que concentraron sus actividades de debate en los prados del Parque Simón Bolívar de la capital, fueron adversas para el cumplimiento de los objetivos del foro: la escasa difusión de la existencia de las mesas de trabajo y el escaso presupuesto, que fue destinado prioritariamente al concierto, dificultaron la asistencia de un público masivo y concentraron la participación en las redes de base de dichos colectivos. Sin embargo, es de resaltar que las mesas de trabajo fueron más allá de la mera discusión para avanzar en acciones sobre temas cruciales.
Recogiendo algunos puntos importantes a tener en cuenta en el FSM, como son la incidencia negativa del proyecto militar para el progreso social y democrático, la poca vida útil que le queda al petróleo como materia prima, la militarización de los Estados Unidos a diferentes lugares del mundo en el marco de la guerra por el petróleo, la crisis ecológica en lo que respecta a los recursos no renovables y la energía nuclear, la incapacidad que han tenido hasta el momento los movimientos sociales internacionales para trabajar conectados y en red en pro de objetivos más concretos y compatibles y la falta de teorizar a partir de la experiencia adquirida en los últimos años por el movimiento social global con el fin de determinar como usar la fuerza social que existe actualmente pero que está desorganizada, citamos la síntesis de las 8 relatorías temáticas que realizaron representantes de Viva la Ciudadana en el Parque Simón Bolívar en Bogotá.
En la carpa de Acuerdo Humanitario se habló sobre la necesidad para el país de realizar los acuerdos humanitarios, tendientes a proteger a la población civil en medio del conflicto armado interno, siendo muy reiterativos en no al secuestro, no a la guerra y sí a la negociación política del conflicto armado colombiano. En la mesa de diálogo y controversia tomaron parte la investigadora y columnista, Claudia López, quien hizo referencia a la necesidad de reconocer la existencia de un conflicto armado, así como de una aguda crisis humanitaria como resultado de las acciones de los actores armados ilegales. Enfatizó en la necesidad de buscar acuerdos humanitarios que permitan la liberación de todas las personas secuestradas. Por su parte Iván Cepeda, condenó el secuestro y criticó el sentido de la convocatoria del 4 de febrero, pues expresa una visión unilateral que busca solo condenar a la guerrilla, pero no condenar la violencia que ejercen los paramilitares ni las actuaciones ilegales del propio Estado, como por ejemplo su responsabilidad en las ejecuciones extrajudiciales o en el delito de desaparición forzada. Otro tema que se trabajó en el foro fue el de la parapolítica y la responsabilidad de los partidos que se han beneficiado de los narcotraficantes y los actores armados ilegales.
Con una galería de fotos y testimonios de familiares, la Carpa de la Memoria visibilizó a las victimas. Así lo afirmó, Claudia Girón, del Movimiento Nacional de Victimas de Crímenes de Estado: “Nosotros estamos visibilizando la violencia del Estado, no porque no condenemos la violencia de la guerrilla o de los paramilitares sino porque consideramos que la violencia del Estado es la más invisible, porque se ha logrado imponer en la opinión pública la idea de que hay víctimas más culpables que otras y victimarios menos culpables que otros”.
En la Carpa de Arte y Comunicación, se realizaron diversos conversatorios sobre la crisis de los medios, principalmente causada por los monopolios económicos. El derecho a la libertad de expresión e información se encuentra cada vez más vulnerado en Colombia. Para Eduardo Márquez, presidente de la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper), “la profesión se ha desvirtuado tanto, especialmente en las regiones, que actualmente a los periodistas no hay que amenazarlos porque con las actuales condiciones salariales, donde los periodistas financian su salario con ventas de publicidad y la mayor parte de la pauta la paga el Estado, sólo hay que retirar la pauta para controlar al medio y, por ende, al periodista”. Asimismo, fue enfático en reprochar la actitud amenazante de los políticos relacionados con los grupos paramilitares de han sido victimas varios periodistas especialmente de la zona norte costera de Colombia.
En la Carpa de Agua y Territorio se presentó la propuesta del referendo del agua y el aula ambiental, y se planteó que los equilibrios naturales que dan la estabilidad a los climas, mares, ríos, lagos, plantas, animales y seres humanos están rotos o severamente dañados, y muy cercanos a la catástrofe ecológica, señalando además que el calentamiento global es el mayor peligro que haya enfrentado la humanidad en toda la historia.
A través de las propuestas pedagógicas para que los niños y niñas conozcan sus derechos avanzo la Carpa de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Entre tanto, en Seguridad y Soberanía alimentaria, se rechazó categóricamente el capitulo sobre el agro en el país que contempla el TLC, dado el grave riesgo que implica para la soberanía nacional. También se dieron a conocer nuevas formas de producción y comercialización de los productos nacionales.
La Carpa de Educación expuso como el capitalismo ha impulsado las reformas educativas hacia una orientación mercantilista, deteriorando la política y la infraestructura educativa en Colombia. La educación pública en el país esta en una crisis histórica, motivada por políticas dictadas desde los organismos financieros multilaterales, que profundizan las desventajas, la explotación y la marginación de las mayorías.
Con una escasa participación ciudadana, que indudablemente pudo ser mejor si la convocatoria inicial se hubiera focalizado hacia el objetivo principal de movilizar o poner en movimiento no sólo los cuerpos bailando al ritmo de melodías con mensaje sino principalmente las mentes y los corazones ante la realidad dura y devastadora en que vive Colombia, se dejaron plasmadas nuevamente las objeciones al sistema neoliberal y al capitalismo rampante en una sociedad que se queda sin recursos y cuyas organizaciones sociales no saben qué hacer con tanta fuerza desorganizada o, lo que es peor aún, son utilizadas por otras fuerzas que en nombre de la alternativa, continúan haciendo el juego a las políticas que están en contra del pueblo y de la base social.
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