Por: Christian Peñuela – julio 16 de 2012
La Universidad Industrial de Santander (UIS) finaliza los dos mandatos consecutivos que, durante seis años, tuvieron a Jaime Alberto Camacho Pico como rector de la instititución, cuestionado por supuestos nexos de su administración con grupos paramilitares. Esto, en medio de denuncias sobre manipulación del proceso de designación para darle una nueva reelección. Su reemplazo es aún incierto: en la UIS se ha interrumpido tres veces el proceso de elección de rector, lo que ha generado una creciente incertidumbre y cuestionamientos importantes sobre la transparencia y las garantías democráticas del mismo.
El pasado 15 de junio, tras la designación provisional del vicerrector académico, Álvaro Gómez Torrado, como rector encargado de la UIS, la comunidad universitaria ha manifestado su total rechazo y descontento con la decisión del Consejo Superior Universitario (CSU) pues consideran que Torrado representa la continuación de las relaciones entre la administración de la universidad con grupos paramilitares. El ex rector Camacho Pico es investigado por vínculos con alias ‘Félix’, miembro del grupo paramilitar Águilas Negras, por el denominado ‘plan pistola’ que los grupos de ultraderecha adelantaron contra estudiantes y profesores, también por la omisión frente a graves denuncias de violaciones de derechos humanos que durante varios años se realizaron en contra de organizaciones estudiantiles, sindicatos de profesores y funcionarios de la universidad.
Elecciones suspendidas y manipuladas
Desde el mes de abril se inició el proceso de elección del rector de la UIS. Durante este periodo ha sufrido tres suspensiones, lo que cuestiona las garantías democráticas que tienen los candidatos para ser elegidos.
Previo a las suspensiones realizadas por el CSU, se realizó una consulta a la comunidad el 20 de abril, la cual consistió en conocer de cerca la opinión y preferencias de los estamentos universitarios sobre los ocho candidatos postulados que cumplían con los requisitos necesarios. En ese entonces, los estudiantes consideraron un insulto la postulación por tercera vez del rector Jaime Alberto Camacho Pico y la candidatura de Sergio Isnardo Muñoz Villarreal, quien venía desempeñando el cargo de vicerrector administrativo de la universidad durante los dos periodos de Camacho.
Por otra parte, Ivonne Suárez, docente, investigadora y directora de la Escuela de Historia de la UIS, se lanzó al principal cargo de la universidad siendo apoyada por un buen número de profesores y estudiantes. Desafortunadamente, su candidatura no despertó el mismo interés entre los directivos y delegados del gobierno que hacen parte del CSU: cuando se dieron las primeras votaciones y se produjo la primera suspensión del proceso, motivada por un empate técnico entre los candidatos Jaime Alberto Camacho Pico y Gilberto Carrillo Caicedo, fueron eliminados los otros cinco candidatos y el representante del Ministerio de Educación votó sorpresivamente en blanco, pues muchos daban por descontado el apoyo gubernamental a Camacho Pico.
Esta decisión despertó un gran descontento entre el estudiantado. Oscary Ávila, secretario de la Corporación Permanente de los Derechos Humanos ‘Cristian Roa’, considera evidente la manipulación de las elecciones reducida a estos dos últimos candidatos, ya que “en los resultados de la consulta popular se demostró como el estudiantado no tuvo preferencias por Gilberto Carrillo Caicedo y Jaime Alberto Camacho Pico. Sin embargo, los demás porcentajes obtenidos de las votaciones del personal administrativo, el personal de trabajadores de la UIS, los docentes de cátedra y docentes de planta fueron necesarios para mantener estas candidaturas aún sin obtener unos buenos resultados y, pese a esto, el CSU establece estos a dos únicos candidatos”. De igual forma, cifras publicadas por la Federación Universitaria Nacional Comisiones de la UIS sobre la consulta demuestran unos resultados concretos e innegables en las preferencias de los estamentos de la universidad: “5.230 votos corresponden a la sumatoria de los votos de los candidatos diferentes a Camacho Pico y que representaban una ruptura con el continuismo. Los 971 votos fueron los votos totales que obtuvo Camacho en sumatoria de los diferentes estamentos”.
Dado el empate técnico entre Camacho y Carrillo, el CSU determinó realizar una segunda vuelta de votaciones el 22 de mayo para decidir entre Jaime Alberto Camacho Pico y Gilberto Carrillo Caicedo, sin tener en cuenta que la Ley obliga al máximo órgano de decisión de la UIS a conformar una terna para poder escoger al rector, lo que generó indignación entre los demás candidatos. Al final de esta votación Carrillo Caicedo obtuvo cuatro votos, Camacho Pico tres y sepresentaron dos votos en blanco por parte de los representantes del Ministerio de Educación y el gobierno Santos, lo cual motiva al CSU a suspender nuevamente la designación de rector y convoca a un tercer proceso de elección el 1 de junio, sustentando la decisión en no encontrar una mayoría absoluta en la intención de voto sobre un candidato. De igual forma sucede con la suspensión de la tercera vuelta de votación por parte del CSU, debido a que se presentaron seis votos en blanco de nueve posibles, lo cual motivó la renuncia de Jaime Alberto Camacho Pico a su aspiración a la rectoría.
Por su parte, Gilberto Carrillo Caicedo también renunció a su candidatura, luego de la tercera suspensión del proceso de elección de rector, denunciando al CSU por falta de garantías. De igual forma, el candidato Juan Manuel Latorre concuerda en que el proceso de elección “constituye un completo desatino, es ejemplo de autoritarismo, de desprecio y desconocimiento total de los constituyentes primarios, es decir la comunidad universitaria, y de quienes pretendemos con nuestra participación ayudar a redireccionar y fortalecer la universidad”. El candidato, además, afirmó que debido a su descontento “no participaría de una nueva convocatoria porque he perdido la confianza en este tipo de procesos […] No hubo un solo momento en que el Gobierno Nacional nos convocara a una charla para conocernos, para saber quiénes éramos”.
Respecto a la candidata Ivonne Suárez, ésta interpuso una acción de tutela el 6 de junio considerando que se le irrespetó el debido proceso, hubo violación de la dignidad humana, se negó la autonomía universitaria y el derecho a elegir y ser elegido, fundamentando su postura en los resultados de la consulta popular. Además, Suárez considera que dicha acción constitucional debería forzar al CSU a respetar los intereses de la comunidad universitaria, cuya voluntad debería ser acatada por ese órgano directivo de la UIS.
Es de resaltar que, ante dicha acción de tutela, el Juzgado Sexto Administrativo de Bucaramanga dispuso tomar medidas cautelares para congelar el proceso de designación de rector, lo que llevó al CSU a asignar de manera temporal a Álvaro Gómez Torrado, vicerrector académico de Camacho Pico, como rector encargado a partir del 19 de junio. Recientemente, dicho juzgado falló a favor de Ivonne Suárez, concediéndole la posibilidad de continuar con su candidatura, así como la de Juan Manuel Latorre y reactivar la de Gilberto Carrillo para la designación impostergable de un nuevo rector.
No obstante, una cuarta postergación tuvo lugar el 13 de julio, cuando nuevamente el CSU suspendió la elección de rector por la ausencia injustificada del representante del Ministerio de Educación y fijó la fecha del 27 de julio para designar al nuevo rector de la UIS, generando un rechazo rotundo por parte del representante de los estudiantes ante ese órgano directivo, Óscar Araújo, quien afirmó que “no le vemos [al CSU] una argumentación válida para seguir aplazando, primero, el proceso de elección de rector y, segundo, los temas corrientes como aprobaciones de presupuesto y de reglamento que la universidad debe hacer con cierta periodicidad”.
Hasta el momento, existe una gran incertidumbre sobre quién podría asumir la rectoría de la UIS. Camacho Pico renunció y Gilberto Carrillo interpondrá acciones jurídicas en vista de que se considera el ganador y se resiste en participar en una nueva vuelta de votaciones ante el CSU. En palabras de Carrillo, participar de “un nuevo proceso es ilegal porque ya hay una elección determinada […] la elección del 22 de mayo dice que soy el rector, me voy a ceñir a eso y, si es necesario, voy a demandar, sobre todo porque la comunidad merece respeto. No sería el único rector elegido con cuatro votos porque Jorge Gómez Duarte fue elegido con cuatro votos. Si el CSU no ha oficializado eso, toca hacer las labores correspondientes para ello”.
Continuismo e incertidumbre
El 19 de junio culmina el mandato de Jaime Alberto Camacho Pico y, a consecuencia de su renuncia a la candidatura, sus aspiraciones de una tercera reelección terminan también. Durante su administración, la UIS se caracterizó por los constantes ceses de clases: desde que Camacho Pico asumió la rectoría, en 2006, se interrumpieron siete veces los semestres sumando alrededor de 127 días calendario de atrasos, debido a cierres decididos por el CSU. Debido a este retraso permanente de las actividades académicas, apenas hasta la primera semana de mayo del presente año se pudo finalizar el segundo semestre de 2011.
Tal parece que la salida de Jaime Alberto Camacho Pico de la dirección de la UIS no será fácil. Su amistad con su exvicerrector académico y actual rector encargado, Álvaro Gómez Torrado, ha servido para que el ex rector implicado en parapolítica ahora haga parte de una comisión académica que direcciona proyectos y tesis doctorales y allí pase de agache el revuelo que ha despertado el proceso de designación de su sucesor.
De igual forma, durante el reciente periodo que lleva Gómez Torrado como rector encargado, ha suspendido nuevamente por cuatro meses a los mismos cuatro integrantes del Sindicato de Trabajadores y Empleados Universitarios de Colombia (Sintraunicol) de la UIS que ya habían sido sancionados por Camacho Pico en 2008 por ejercer su derecho a sindicalizarse. Luis Alberto Prada, presidente del sindicato, manifestó recientemente que “eso demuestra cómo quieren perpetuarse en el poder y arrasar con el pensamiento sindical, está mostrando una vez más cómo se ataca a las organizaciones sindicales, cómo se arrasa con el libre pensamiento”.
En caso de que el CSU no defina con claridadlas relgas de juego y el cronograma para un nuevo proceso de designación de la persona a cargo de la UIS, como lo solicitó el gobernador de Santander, Richard Aguilar, Álvaro Gómez Torrado podría mantenerse como rector encargado de la institución hasta el 17 de septiembre, cuando se cumple el plazo máximo de 90 días definido para su controvertida designación.
De acuerdo con las denuncias y con las grabaciones en poder de la Fiscalía de las conversaciones teléfonicas entre Jaime Alberto Camacho Pico y alias ‘Félix’, el rector encargado Gómez Torrado se encuentra vinculado al ‘plan pistola’ por su posible complicidad con Camacho Pico en el suministro de listados de estudiantes al grupo paramilitar Águilas Negras. En una de estas llamadas, Camacho Pico señala a su interlocutor que “para suministrar esa información que usted me dice […] yo tendría que hablar aquí con los vicerrectores [y] con un par de decanos, para que me nutran porque yo no conozco a todos los estudiantes y, repito, han sido diferentes instancias de negociación”.
Investigaciones contra Camacho Pico: ¿postergación e impunidad?
El pasado 26 de marzo, la Procuraduría Segunda de Vigilancia Administrativa abrió investigación disciplinaria contra Jaime Alberto Camacho Pico por su posible colaboración con grupos paramilitares y por la posible omisión en el cumplimiento de sus funciones. Dentro del Pliego de Cargos se describe su posible responsabilidad directa “al no haber denunciado la existencia de dicha conducta punible, hechos que hasta ahora se consideran que pueden ser constitutivos de falta disciplinaria gravísima […] que se estiman que puede haber cometido con dolo, dado el conocimiento que tenía de los hechos, la gravedad de los mismos y por referirse a hechos que involucraban posible atentado contra la vida de esas personas”. Actualmente, el proceso en la Procuraduría sigue en curso, aunque se sigue esperando que la defensa de Camacho Pico suministre sus pruebas.
De otra parte, el 29 de abril de 2012, Oscary Ávila interpuso un derecho de petición dirigido al fiscal general, Eduardo Montealegre Lynett, para solicitar el traslado de la investigación penal en contra de Jaime Alberto Camacho Pico a la ciudad de Bogotá, para que una Fiscalía Especializada o a la Unidad de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Fiscalía General de la Nación asuma el caso y se puedan avanzar las investigaciones, pues, al estar sometido el proceso a las presiones de ciertos poderes regionales en Santander, ya se han cumplido tres años en estado de indagación preliminar sin que, hasta el momento, se haya dado ninguna sanción o condena frente a los hechos.
Según Oscary Ávila, estas investigaciones no han contado con el rigor suficiente para esclarecer la responsabilidad de Jaime Alberto Camacho Pico y existen aún vacios frente a otros actores, quienes por acción u omisión participaron en el ‘plan Pistola’ y las posteriores violaciones a los derechos humanos de estudiantes, profesores y sindicatos de trabajadores. Al respecto, Oscary asevera que “nos cuestiona severamente que los funcionarios Jaime Cadavid Calvo, miembro del Consejo Superior de la Universidad, y el exviceministro de Educación Gabriel Burgos no sean investigados por la justicia colombiana en el proceso disciplinario realizado contra Jaime Alberto Camacho Pico. Si observamos, en el pliego de cargos de la Procuraduría se puede apreciar como en unas declaraciones confiesan su conocimiento del Plan Pistola antes de que se conozca en la opinión pública”.
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