Por: Amy Goodman* – noviembre 30 de 2008
Mientras el presidente electo Barack Obama se centra en la crisis económica de Estados Unidos, arde otro incendio: el conflicto entre Israel y Palestina.
Quizá no hayan oído mucho últimamente sobre el desastre en la Franja de Gaza. Ese silencio es intencional: el gobierno israelí prohibió el ingreso de periodistas internacionales en los territorios ocupados.
La semana pasada, ejecutivos de Associated Press, el New York Times, Reuters, CNN, BBC y otras agencias de noticias enviaron una carta de protesta al primer ministro israelí, Ehud Olmert, criticando la decisión de su gobierno de impedir el ingreso de periodistas a la Franja de Gaza. Israel prácticamente selló Gaza y suspendió la ayuda y el envío de combustible. Un portavoz del Ministerio de Defensa israelí dijo que ese país estaba disgustado con la cobertura de los medios internacionales, que, según dijo, exageraban el sufrimiento palestino y no dejaban en claro que las medidas de Israel eran una respuesta a la violencia palestina.
Un cese del fuego entre Israel y Hamas, el partido que ganó las elecciones palestinas hace casi tres años y que controla Gaza, fracasó luego de que seis militantes de Hamas murieron en un ataque israelí hace dos semanas. Se sucedieron otros ataques israelíes, que mataron a alrededor de 17 miembros de Hamas, y militantes palestinos lanzaron docenas de cohetes sobre el sur de Israel, dejando varios heridos.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, criticó a Israel por el bloqueo de la localidad superpoblada de Gaza, donde viven alrededor de un millón y medio de palestinos. El Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas advierte que Gaza afronta una “catástrofe” humanitaria si Israel continúa impidiendo que la ayuda llegue al territorio.
El paisaje claramente dividio de Israel y los territorios ocupados es terreno conocido para el arzobispo sudafricano Desmond Tutu. Tutu ganó el Premio Nobel de la Paz por su oposición al apartheid en Sudáfrica. Tutu estuvo en Nueva York la semana pasada para recibir el Premio del Círculo de Ciudadanos del Mundo. Estuve con él en la residencia del vicecónsul sudafricano. Tutu reflexionó sobre la ocupación israelí: “cuando se humilla a un pueblo al punto en que lo están haciendo, uno recuerda el tipo de experiencia que tuvimos cuando estábamos siendo humillados; cuando se hace eso no se está contribuyendo a la seguridad de uno mismo”.
Tutu dijo que se debe levantar el bloqueo: “el sufrimiento es inaceptable, no fomenta la seguridad de Israel ni de ninguna parte de esa región tan volátil”, dijo. “Hay muchas, muchas personas en Israel que se oponen a lo que está sucediendo”.
Tutu se refirió al saliente primer ministro israelí. En septiembre, Olmert realizó una declaración sorprendente a Yedioth Ahronoth, el periódico israelí más importante. Dijo que Israel debería retirarse de casi todo el territorio conquistado en la guerra de 1967, a cambio de la paz con los palestinos y con Siria: “estoy diciendo lo que ningún líder israelí jamás ha dicho, deberíamos retirarnos de casi todos los territorios, incluso del este de Jerusalén y de los Altos de Golán”.
Olmert dijo que los estrategas de defensa israelíes tradicionales no han aprendido nada de las experiencias pasadas y que parecen estancados en consideraciones de la Guerra de la Independencia de 1948. Dijo: “para ellos todo se trata de tanques y tierra, de territorios y territorios controlados, y la cima de esta colina y la cima de aquella colina; todas estas cosas no tienen ningún valor”.
Olmert parece haberse acercado al punto de vista de su hija. En 2006, Dana Olmert estaba entre las 200 personas que se congregaron frente a la casa del jefe del estado mayor del ejército israelí y corearon ‘asesino’, mientras protestaban contra los asesinatos de palestinos por parte de israelíes.
Al arzobispo Tutu se le impidió ingresar a Gaza, con el apoyo de la ONU, en sus intentos de investigar esos asesinatos. Ehud Olmert recientemente renunció por acusaciones de corrupción, pero sigue siendo el primer ministro hasta que el parlamento apruebe un nuevo gobierno.
El ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riyad Al-Maliki, criticó a Olmert por esperar hasta ahora para pedir que se ponga fin a los asentamientos: “ojalá hubiérmos escuchado esta opinión personal cuando Olmert era primer ministro, no luego de su renuncia. Creo que es un compromiso muy importante, pero llegó demasiado tarde. Esperamos que el nuevo gobierno israelí cumpla con este compromiso”.
Israel es uno de los principales receptores de ayuda militar estadounidense. El arzobispo Tutu dice, acerca del conflicto entre Israel y Palestina, que “cuando eso se resuelva, lo que veremos es que las tensiones entre Occidente y una gran parte del mundo musulmán se evaporarán”. Dijo de Obama: “rezo por que este nuevo presidente tenga la capacidad de ver que tenemos que hacer algo allí, por el bien de nuestros hijos”.
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* Amy Goodman es presentadora de Democracy Now!, fue galardonada con el Premio Right Livelihood 2008, el llamado Nobel alternativo, y recibirá el premio en el Parlamento Sueco en diciembre. Denis Moynihan colaboró en la investigación periodística para la producción de esta columna.
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