Por: Nicolás Camargo – 10 de agosto de 2010
Ibagué Ciudad Rock se ha convertido en el escenario perfecto para apreciar la diversidad cultural de la juventud. En un solo día de festival, la gente de otras ciudades puede hacerse una idea general de cómo es la Ibagué musical, cultural, joven y ‘pirata’. Los contrastes entre las diferentes culturas juveniles ponen en evidencia la transformación socio cultural de la Ciudad Musical, así como la aparición y consolidación de espacios que ayudan a reafirmar que “Ibagué es una ciudad pirata”, como asegura Daniel Giraldo, jefe de prensa del evento.
Hace ocho años nació el Festival Internacional Ibagué Ciudad Rock como una necesidad de integrar todos los géneros musicales en un mismo espacio en el que la diversidad, el respeto y el reconocimiento por la diferencia se forjaran como la bandera de este acontecimiento musical en el departamento del Tolima.
Cada año son más bandas de diferentes géneros las que se presentan en el festival, desde el punk y el metal hasta el reggae y otros géneros. En medio de esa mezcla, para algunos peligrosa, para otros extraordinaria, se alza una sola bandera: la de la música. Ésta es una bandera que no discrimina, en la que todos y todas caben, en la que todos se mueven, cantan o aplauden al ritmo de las bandas y lo importante es que todos disfruten la música y se gocen el momento.
Ibagué Ciudad Rock para este año trajo muchas sorpresas, como 1280 Almas, una banda que lleva más de 13 años en la escena y se ha consolidado a nivel nacional como la más representativa en su género. Según ellos, este tipo de espacios son importantes en la medida en que permiten a los jóvenes expresarse y disfrutar de espacios alternativos de música. Para los asistentes al festival, una de las grandes sorpresas fue la participación de esta banda bogotana, que cuenta con un grupo muy significativo de fans: la barra del Deportes Tolima, que desde hace 10 años decidió llamarse la barra 1280 Almas.
Otra de las bandas que sorprendió con su participación en el festival fue Sinergia, seis chilenos cargados de energía y que en el escenario, según Don Roro, vocalista de la banda, llegan a “una catarsis total […] estamos desbordados”. Y así lo siente el público. Bibian Galeano, asistente al evento, cree que “la banda realmente hace ‘sinergia’ con el público […] y su puesta en escena es muy coherente con la trayectoria musical”.
Para los organizadores, el momento de simbiosis humana al que se llegó en el festival es bastante reconfortante. Muchas gente de diferentes gustos musicales y diversas culturas urbanas se reunió en un mismo “espacio de sano esparcimiento, convivencia y con el mejor rock de fabricación nacional, internacional y, la razón que nos mantiene existentes, el rock de la casa”, concluyen diciendo los organizadores del festival.
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