Por: Camila Ramírez – 27 de enero de 2010
El pasado 16 de enero regresó a Haití el dictador Jean Claude Duvalier, más conocido como ‘Baby Doc’. Junto con su padre, Jean Francois Duvalier, mantuvieron durante 29 años al pueblo haitiano bajo un régimen de terror y saquearon a la nación más pobre del continente, agravando la situación de extrema misera provocada por las políticas de España, Francia y Estados Unidos.
Jean Claude Duvalier nació el 3 de junio de 1951 en Puerto Príncipe y estudió leyes en la Universidad de Haití. Su padre, ‘Papá Doc’ Duvalier, ocupó el cargo más importante de la nación caribeña entre 1957 y 1971, declarándose presidente vitalicio gracias al apoyo de Washington, y a su muerte su puesto fue ocupado inmediatamente por ‘Baby Doc’, quien para entonces sólo tenía 19 años, convirtiéndose en el jefe de estado más joven del mundo.
El menor de esta ‘dinastía’ gobernó Haití de 1971 a 1986 y, durante ese periodo, el pueblo de Haití sufrió toda clase de violaciones a los derechos humanos. Para defender su régimen, ‘Baby Doc’ consolidó escuadrones de la muerte llamados Los Leopardos, cuyos integrantes fueron entrenados en los Estados Unidos en técnicas contrasubversivas y de tortura, que terminaron fortaleciendo al grupo Tonton Macoute, grupo de choque inspirado en las camisas negras fascistas de la Italia de Mussolini y que ‘Papá Doc’ le heredó al morir. Se calcula que estos grupos paramilitares asesinaron o desaparecieron a más de 150.000 personas.
Fort Dimanche era una de las prisiones más duras de Haití. Allí, miles de haitianos fueron torturados, desaparecidos y asesinados por el régimen de los Duvalier. El futbolista Robert Duval asegura que en 1976 fue capturado y llevado a esta prisión, donde estuvo recluido durante 18 meses, siendo víctima de varias torturas y testigo excepcional de la eliminación de opositores y críticos de la dictadura: según sus relatos, en esa prisión todos días moría alguien inocente.
En 1979 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó a la asamblea general de la Organización de Estados Americanos un informe sobre la situación de los derechos humanos en Haití. En este documento, se demostraban violaciones a los derechos fundamentales como la vida y la libertad de expresión; y a los derechos políticos, como la libertad de investigación y de opinión. ‘Baby Doc’, con su ejército de más de 5.000 hombres, tenia controlado y en absoluto silencio al pueblo haitiano y, para ese año, la CIDH aseguraba que era necesario investigar a los responsables de las miles de violaciones.
En 1985, Duvalier lanzó un referendo para continuar en el poder. Las protestas callejeras se hicieron sentir como nunca durante las dos dictaduras y los haitianos exigían que ‘Baby Doc’ renunciara a la presidencia. En abril de ese año, el grupo Tonton Macoute atacó a los manifestantes durante una protesta, dejando decenas de heridos; y, el 27 de noviembre, tres estudiantes fueron asesinados por las fuerzas de seguridad de los Duvalier en Gonaives. Las protestas se recrudecieron a tal punto que, a comienzos de 1986, ‘Baby Doc’ cerró las escuelas, universidades y cadenas de radio, declarando treinta días de estado de sitio. Para ese momento, la Casa Blanca le retiró su apoyo y, el 31 de enero, el portavoz Larry Speakes anunciaba el fin del régimen de Duvalier.
El 7 de febrero de 1986, a raíz del golpe militar del oficial del ejército Henri Namphy y tras el retiro del apoyo militar y económico de Estados Unidos, Duvalier y sus familiares partieron hacia Francia en un avión militar gringo. Pero ‘Baby Doc’ no se fue con los bolsillos vacíos: extrajo cerca de 900 millones de dólares de las arcas del Estado y, según un informe de 1987 de la CIDH, unos 400 millones de dólares de esos dineros fueron depositados en cuentas bancarias de Suiza. Además, un tribunal de Miami aseguró que Duvalier desfalcó al menos 504 millones de dólares que eran para fondos públicos.
A pesar de que ‘Baby Doc’ ya no se encontraba en el país, sus escuadrones de la muerte seguían cometiendo crímenes. En 1987, Los Leopardos, junto a otros grupos paramilitares, ejecutaron a más de mil campesinos y a Louis Engene Athis, líder del Movimiento Democrático para la Liberación de Haití.
En 2005, Duvalier anunció su regreso a Haití para postularse a las elecciones presidenciales de 2006 como candidato del Partido de la Unidad Nacional, aunque su candidatura no era del agrado de los Estados Unidos. Sin embargo, fue Boniface Alexandre quien resultó electo.
Representantes de organizaciones defensoras de derechos humanos aseguran que se deben seguir las investigaciones en contra de Duvalier por todos los crímenes cometidos durante su dictadura. Además, el Grupo de Apoyo a los Repatriados y a los Refugiados (GARR) ha solicitado que sea juzgado por vender ciudadanos de ese país como esclavos a República Dominicana a cambio de dos millones de dólares, así mismo, organismos internacionales sostienen que es la obligación de Haití juzgar a Duvalier por todos los crimenes cometidos.
Duvalier, después de 25 años de exilio en Francia, vuelve a Haití. No se sabe bien qué está buscando ‘Baby Doc’: o bien la presidencia de este país destruido y pobre; o, como asegura él mismo, ayudar a su pueblo, al cual le ha pedido perdón por los crímenes cometidos durante su dictadura; o, acaso, volver a emplear el cargo presidencial para enriquecer a su familia a costa de la amplia mayoría de la población haitiana que vive en la miseria y bajo el terror de nuevas mafias paramilitares.
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