Por: Marcela Zuluaga Contreras – noviembre 8 de 2023
Un mes completa el sitio del Estado de Israel contra la Franja de Gaza. Cada día, conforme se desarrollan los bombardeos ordenados por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, contra este territorio ocupado de Palestina, las cifras de víctimas civiles van en aumento sin que hasta la fecha se hayan atendido los llamados de diversos gobiernos y la ONU para que se busque un cese al fuego humanitario.
Al respecto, el embajador de Palestina en Colombia, Raouf Almalki, calificó las acciones de Israel como “un genocidio” contra la población confinada en Gaza y presentó un balance del impacto que han tenido los bombardeos ordenados por Netanyahu, pidiendo a la comunidad internacional que condene los ataques de Israel contra de la población civil. Almalki condenó, además, los ataques a campos de refugiados, hospitales, escuelas, templos y otras infraestructuras civiles en Gaza y los calificó como violaciones al derecho internacional. Actualmente, 2,3 millones de personas habitan los 360 km2 de la Franja de Gaza, uno de los lugares más densamente poblados del mundo.
Las operaciones de Israel contra Gaza arreciaron luego de que, el pasado 7 de octubre, diversos grupos de la resistencia palestina, entre los que se destacaba la organización islámico nacionalista Hamás, atacaran con misiles e incursionaran por tierra y aire a territorios ocupados por Israel. Ese día fueron asesinadas 1.416 personas, 3.628 resultaron heridas y 240 fueron tomadas como rehenes, según reportó el gobierno de Israel. Sin embargo, las cifras de víctimas recopiladas por el Ministerio de Salud de Gaza presentan un total de 10.569 personas asesinadas en la franja, de las cuales al menos 4.324 son niños, 2.823 mujeres y 649 ancianos, mientras 26.475 han resultado heridas. Solo en las últimas 24 horas 241 civiles murieron bajo el fuego israelí. En otras zonas como Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, 96 palestinos han sido asesinados, incluidos 30 niños y una mujer, y se han reportado 1.500 desapariciones.
Según datos entregados por el embajador Almalki, los medios de comunicación también han sido duramente afectados: alrededor de 50 sedes de medios han sido destruidas, 22 estaciones de radio salieron del aire por falta de electricidad y 20 periodistas han muerto, 20 están heridos y 3 se encuentran desaparecidos. Además, aseguró el diplomático, las fuerzas de ocupación israelís han efectuado más de 700 arrestos en Jerusalén Oriental y Cisjornadia.
Por su parte, el embajador Almalki aseguró que el gobierno de sus país, la Autoridad Nacional Palestina, no se siente representada por Hamás, dado que dicha organización tiene como objetivo imponer un Estado religioso en Palestina. Actualmente, Hamás tiene el gobierno democráticamente electo de la Franja de Gaza.
Crisis internacional
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha decidido ignorar las críticas y la evidencia de crímenes cometidos por sus tropas. A su vez, ha usado tanto la comparación entre Hamás y los nazis como el discurso militarista para tratar de legitimarse en un momento de gran descontento ciudadano en su país ante el manejo que le ha dado a la crisis. Hoy, en sus redes sociales, mostró fotos en las que felicita a los uniformados a su mando y asegura que “no vamos a parar, vamos a seguir hasta la victoria”.
Las declaraciones del líder de ultraderecha se dan en un contexto de amplia condena internacional a las acciones de Israel en Gaza. El pasado 25 de octubre, durante una reunión del Consejo de Seguridad, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, condenó los ataques en territorio israelí, pero enfatizó en que:
“[Estos hechos] no se produjeron en el vacío […] el pueblo palestino lleva 56 años sometido a una ocupación asfixiante […] ha visto cómo su tierra era devorada por los asentamientos y asolada por la violencia, cómo se asfixiaba su economía, cómo se desplazaba a su población y se demolían sus hogares […] Esos atroces ataques no pueden justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”.
Adicionalmente, el pasado 27 de octubre, la mayoría de la Asamblea General de la ONU votó por una resolución que exigiera el cese de hostilidades, con 120 países a favor, 14 en contra y 45 abstenciones. Entre los países que votaron a favor está Colombia y la mayoría de Estados latinoamericanos; entre los que lo hicieron negativamente se encuentran Estados Unidos, Guatemala y Paraguay; y entre los que se abstuvieron están Reino Unido, Alemania, Ucrania y Uruguay.
Es importante recordar que no es la primera vez que Naciones Unidas propone salidas al conflicto palestino israelí. Según la Comisión Colombiana de Juristas, el organismo internacional ya ha emitido resoluciones que no han sido cumplidas por Israel y que han sido torpedeadas también por sus potencias aliadas, como Estados Unidos. Estas son:
- Resolución 181 de 1947: con la cual se decide dividir el territorio histórico palestino en dos Estados, uno israelí y otro Palestino, con un régimen internacional especial para Jerusalén.
- Resolución 242 de 1967: con la cual se establece el principio de ‘paz por territorios’ y se pide la retirada de las fuerzas israelíes de los territorios ocupados durante la Guerra de los Seis Días en 1967, incluyendo Cisjordania, la Franja de Gaza, Jerusalén Oriental y los Altos del Golán.
- Resolución 338 de 1973: que insta a todas las partes involucradas en el conflicto árabe israelí a cesar las hostilidades y a comenzar negociaciones para lograr una paz justa y duradera.
- Resolución 3236 de 1974: que reafirmó los derechos inalienables del pueblo palestino a la libre determinación, la independencia y la soberanía y el derecho de las palestinas y palestinos a regresar a sus hogares y propiedades.
- Resolución 2334 de 2016: con la cual se condena la construcción de asentamientos ilegales israelíes en el territorio palestino, incluyendo Jerusalén Oriental.
Por su parte, Colombia decidió llamar a consultas a su embajador en Israel el pasado 1 de noviembre, luego de que Tel Aviv anunciara un bloqueo de sus ventas de armas al país andino en represalia por el rechazo del gobierno de Gustavo Petro al sitio contra Gaza. Al respecto, el presidente aseguró que “Colombia no apoya genocidios” y denunció el uso de armas internacionalmente proscritas, como las bombas de fósforo blanco, por parte de Israel en contra de civiles.
Además, durante una ceremonia militar en la Casa de Nariño, Petro llamó la atención sobre la posibilidad de que este conflicto se extienda a un nivel en que “puede ocasionar una tercera conflagración mundial, que ya no sería como las que hemos leído en la historia […] sería tremendamente más bárbara, dramática, destructiva”. Esto resulta más preocupante en la medida en que en los últimos días Israel ha bombardeado también territorio de Líbano, bajo la excusa de atacar a Hezbolá, una organización que cuenta con el apoyo de Irán, por lo que podría arrastrar a otros países de la región a una confrontación.
Peticiones de los médicos palestinos
El personal de salud ha sido protagonista de la lucha por la vida en la Franja de Gaza. En los últimos días, los médicos en Palestina han hecho insistentes llamados a la solidaridad del mundo: no pueden seguir trabajando sin agua, medicamentos ni electricidad, y menos cuando los poco hospitales que no han sido destruidos por Israel han tenido que convertirse en improvisados refugios para los civiles que huyen de los bombardeos. Esto es aún más grave cuando los centros de salud han sido convertidos en objetivo militar, como el caso del hospital Al-Ahli, que fue atacado por Israel el 17 de octubre mientras albergaba gran cantidad de heridos y enfermos, un acto violatorio del derecho internacional que le costó la vida a más de 500 personas.
Ante las necesidades de los cuerpos médicos, el embajador del Estado de Palestina en Colombia aseguró que los médicos en su país piden:
“Permitir la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y que se incluya combustible necesario para la red eléctrica de hospitales. También alertan por el peligro de muerte de 130 bebés prematuros que se encuentran en incubadoras y el riesgo si se pierde la conexión eléctrica para mantenerlos con vida”.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, ha rechazado que el manejo supuestamente humanitario que Israel da a acciones como estas sea exigir el traslado de los enfermos antes de los ataques. El organismo internacional señaló que “condena firmemente las repetidas órdenes de Israel de evacuar […] La evacuación forzosa de los pacientes y los trabajadores de la salud empeorará aún más la actual catástrofe humanitaria y de salud pública”, agregando que por la manera en que están colapsando los servicios de salud en Gaza y ante los cortes de electricidad esto “podría equipararse a una sentencia de muerte”.
Sumar solidaridades
Almalki expresó su agradecimiento al pueblo colombiano y al gobierno de Gustavo Petro por las expresiones de solidaridad con el pueblo palestino, en especial por los recientes hechos en la Franja de Gaza. En la noche del pasado 25 de octubre, el gobierno Petro envió el primer vuelo humanitario de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) con ayuda destinada a Gaza: medicamentos, alimentos no perecederos, agua y colchonetas fuero llevadas hacia Egipto, donde esperan la apertura de la frontera.
El diplomático aseguró que:
“Hay que multiplicar la voz de los palestinos, hay que organizarse y hacer un llamado a toda la gente a que se entere de todo lo que realmente está pasando, que mire más allá del día sábado 7 de octubre y que entienda que hay un pueblo desde hace más de 75 años luchando por su libertad y que ha sido víctima de una de las tragedias e injusticias del siglo pasado”.
Almaki también invitó a los gobiernos a que tomen acciones y no se limiten a las condenas de palabra en torno a estos hechos:
“Hay que tomar acciones para que incluso el mismo ciudadano israelí entienda los crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos que está cometiendo su gobierno y entienda que la solución no es la guerra”.
Actualmente, la embajada palestina en Bogotá, ubicada en la calle 45 con carrera 15, se encuentra recibiendo donaciones de ayuda humanitaria ante la posibilidad de segundo vuelo humanitario.
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