Más de 4.000 obreros sindicalizados o que participaron en la huelga en Campo Rubiales han sido despedidos sin justa causa, según denuncia la USO - Foto: Camila Ramírez

Más de 4.000 obreros sindicalizados o que participaron en la huelga en Campo Rubiales han sido despedidos sin justa causa, según denuncia la USO - Foto: Camila RamírezPor: Luis Alfonso Mena S.* – junio 12 de 2012

Camilo Acero, asesor jurídico de la Unión Sindical Obrera (USO) del departamento del Meta, denunció que luego de las luchas libradas por los trabajadores petroleros en Campo Rubiales contra los abusos de Pacific Rubiales Energy, la multinacional canadiense ha despedido aproximadamente a 4.000 obreros.

Acero fue uno de los primeros activistas sindicales que intervino en el Tribunal Mundial de Libertad Sindical, realizado entre el 22 y el 25 de mayo en Bogotá, para sustentar las denuncias respecto a la verdadera situación en Campo Rubiales.

Según reveló, la empresa tiene un sindicato de bolsillo denominado UTEM, afiliado a la Central General de Trabajadores (CGT) y que le hace el juego a Pacific Rubiales en su persecución contra los afiliados a la USO, y sostuvo que la población se burla de la propaganda engañosa que la empresa paga en los grandes medios de comunicación del país.

Acero fue dirigente estudiantil, se hizo abogado, se vinculó a las comunidades campesinas del departamento del Meta y ahora presta sus servicios a la causa de los trabajadores.

Luis Mena: –Pacific Rubiales ha lanzado una ofensiva publicitaria en los grandes medios de comunicación para hacer creer que todo allí está normalizado. ¿Cuál es la verdadera situación de los trabajadores de la multinacional?

Camilo Acero: –La actualidad es cruel. Nosotros vemos como la multinacional, después de haber creado unos escenarios junto con el Gobierno Nacional, lo que hace es engañar a la organización sindical. Empezó a despedir masivamente a todos los trabajadores afiliados a la USO. En menos de dos meses despidió a alrededor de 4.000 trabajadores afiliados, no hubo ningún acuerdo en las mesas de negociación y lo que tenemos al final es que todos estos trabajadores que alguna vez participaron en el cese de actividades que se hizo en Puerto Gaitán o que se afiliaron a la organización sindical en este momento tienen restricciones de ingreso a Campo [Rubiales] o han sido vetados por esta multinacional y se les impide volver a trabajar en estos campos petroleros.

LM: –Usted ha denunciado en el Tribunal de Libertad Sindical que hay un sindicato patronal que está torpedeando el libre ejercicio de la organización sindical en connivencia con la empresa.

CA: –Si, la denuncia es clara: es un sindicato que se llama UTEM, auspiciado por la CGT y que trabaja de la mano con Pacific Rubiales Energy. Ellos hacen acuerdos, se burlan de los afiliados a la organización sindical y les dicen que la única forma de que ellos puedan volver a trabajar en esos campos petroleros es afiliándose a la UTEM y desafiliándose de la USO, o sea que mantienen un control de esta forma y Pacific Rubiales, a la vez, alardea de que respeta el derecho a la asociación, dado que tiene a lo interno de su empresa un sindicato, que es la UTEM.

LM: –¿Y este sindicato está agrupando a qué cantidad de trabajadores?

CA: –La gran mayoría de los trabajadores de Pacific Rubiales están afiliados a la UTEM porque es el requisito fundamental para que puedan ingresar a laborar, de lo contrario, si no se afilian a la UTEM no van a tener posibilidad de trabajar.

LM: –¿Ha habido amenazas contra dirigentes sindicales?

CA: –Sí, claro. Nosotros, en el municipio de Puerto Gaitán, recibimos varias amenazas. El propio Henry Jara, presidente de la USO seccional Meta, fue amenazado de muerte estando en un hotel y varios líderes sindicales en Puerto Gaitán han recibido amenazas de muerte. El 10 de mayo, un compañero dirigente sindical fue amenazado de muerte por medio de un mensaje de texto en el que le dicen: “Sindicalista miliciano, si sigue aquí en Puerto Gaitán vamos a llenar las calles de sangre”. En fin, las amenazas han sido permanentes contra los líderes sindicales y la comunidad que está protestando por las condiciones degradantes a las que tiene sometida la multinacional a la población.

LM: –¿Cuál es la posición del gobierno de Puerto Gaitán en relación con el conflicto que se ha generado ahí?

CA: –Hay una complicidad entre el Gobierno Municipal, el Gobierno Nacional y la multinacional Pacific Rubiales Energy. Ellos no hacen absolutamente nada, simplemente dejan que la multinacional opere como si fuese un país dentro de otro país: pareciese que Pacific Rubiales fuera una república independiente, la cual crea sus propias leyes, y ellos siguen trabajando normalmente. La violación de la soberanía nacional sigue.

LM: –¿Y la actitud de la Fuerza Pública cuál es?

CA: –Apoya a Pacific Rubiales. La Sijin en Puerto Gaitán, la Policía Nacional y el Ejército Nacional trabajan de la mano con la empresa Supervisión, que es la empresa de seguridad de Pacific Rubiales dentro de los campos petroleros. Es más, cuando nosotros íbamos a ingresar a Campo [Rubiales], la Policía era la que hablaba con la seguridad de Pacific Rubiales y entre ellos miraban cómo torpedeaban el ingreso botando balastro, haciendo trochas para que las camionetas no pudieran ingresar.

LM: –¿Cuál es la posición de los pobladores de Puerto Gaitán y de las comunidades vecinas?

CA: –De rechazo a estas políticas represivas de la multinacional. La comunidad se ha estado movilizando, la vereda Rubiales ha venido colocando su voz de protesta. En Puerto Gaitán hay un rechazo rotundo, pero hay miedo frente al accionar de la multinacional, dado todo lo que se ha visto en amenazas de muerte, en restricción [de acceso] a Campo [Rubiales]. Se ha visto como la multinacional compró unos trabajadores, entonces hay un temor profundo. Además, en los últimos meses en Puerto Gaitán se han visto cantidades de muertos, que no tienen nada que ver con la organización sindical, pero hay un ambiente crudo porque ha habido muchas muertes a mano armada.

LM: –¿Ustedes tienen cifras sobre el costo total de la inversión de Pacific Rubiales en su ofensiva publicitaria en los medios de comunicación?

CA: –Es una ofensiva mediática engañosa, es un engaño que le están haciendo a todo el pueblo colombiano, dado que es latente, es visible como se han violado los derechos laborales y derechos fundamentales a nuestros pobladores, a nuestra comunidad y, en general, a la clase trabajadora. Los mismos trabajadores se ríen cuando escuchan esta publicidad. Allá en Puerto Gaitán nos manifestaron los trabajadores que se burlaban de como Pacific Rubiales engaña a la comunidad y como no hay una vigilancia por parte del gobierno y de instancias internacionales que verifiquen realmente esta publicidad que está haciendo Pacific Rubiales. Lo que van a encontrar es que toda esta publicidad es un engaño.

LM: –¿La gente que participa en esta publicidad que se transmite por televisión realmente habita allí?

CA: –Lo que podemos decir es que las personas que están allí tienen que ser muy cercanas a la multinacional y la gente que habló en un momento tuvo que haber sido pagada, porque las condiciones en Puerto Gaitán son deplorables. Allá la comunidad está harta de Pacific Rubiales, de la inversión mínima que hace. Lo que hace es aumentar los controles, la libre locomoción es violada. La comunidad está a punto de reventar.

LM: –¿Al interior del campo petrolero cuál es la situación? ¿Siguen los hacinamientos, sigue la falta de salud?

CA: –A partir de todo el trabajo que hicimos nosotros de visibilizar todas estas violaciones y este trato tan inhumano que tenían hacia los trabajadores, dentro del Campo se han visto algunas mejoras, pero no es suficiente. Nosotros vemos que derechos como el de asociación todavía se siguen violando y hay algunas condiciones de salud ocupacional que aún siguen en mal estado.

LM: –¿Por qué Pacific Rubiales proscribe el ingreso de todos aquellos que estén sindicalizados y les ordena a los subcontratistas que los saquen, así les tengan que pagar sus salarios hasta que terminen sus contratos?

CA: –Es claro que los trabajadores afiliados a la USO son organizados, no toleran las injusticias, las violaciones y ellos saben que un trabajador que ingrese con capacidad de movilizar obreros, de hablarles y explicarles o, por lo menos, de dar esa luz para empezar a generar un trabajo interno les va a costar muchísimo porque al final ellos nunca atienden los llamados de los trabajadores sino que éstos tienen que ir al cese de actividades para que la multinacional atienda sus reclamos. Ellos saben lo que les va a costar diariamente un cese de actividades en Pacific Rubiales, estamos hablando de 25 millones de dólares diarios.

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* Director del periódico Paréntesis de Cali, Colombia.

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