Paro nacional #17marzo
Paro nacional #17marzo
Paro nacional #17marzo

Por: Christian Peñuela – marzo 13 de 2016

Centrales obreras, estudiantes, maestros, mujeres, vendedores ambulantes, comunidades étnicas y diferentes movimientos sociales colombianos vienen preparando un paro cívico nacional buscando un único propósito: rechazar las políticas económicas, laborales, ambientales y sociales del gobierno de Juan Manuel Santos.

De acuerdo con las organizaciones convocantes de la iniciativa, las políticas del Gobierno Nacional menoscaban la precaria economía y las condiciones de vida de los colombianos. En lo corrido del año, el gobierno no sólo ha anunciado posibles cortes de energía y una reforma tributaria y pensional, sino que incrementó de manera irrisoria el salario mínimo con un 6,79%, vendió por menos de su valor a Isagén en medio de una crisis de producción eléctrica, proyecta una amplia privatización de servicios públicos y enfrenta un grave escándalo de corrupción por los sobrecostos en la construcción de la Refinería de Cartagena (Reficar).

Esto, junto con el aumento de las luchas sociales en todo el país a partir del paro nacional agrario de 2013, llevó a las centrales obreras y a distintas organizaciones a reconstruir el Comando Nacional Unitario, luego de 5 años de inactividad, y a convocar al paro nacional indefinido del próximo 17 de marzo.


2016 inició con movilizaciones

Sin duda, aunque 2016 será un año marcado por la paz, empezó siendo un año de lucha social.

Más de 1.500 personas se concentraron el 24 de enero en la Plaza de Bolívar de Bogotá y hubo actividades similares en diferentes ciudades del país para rechazar, entre otros asuntos, el alto costo de vida, los costos de los combustibles y el insuficiente aumento del salario mínimo.

Aunque generó suspicacias tanto que la jornada de protesta se convocara un domingo, cuando no afectaría sensiblemente la producción ni la opinión pública, y el hecho de que sectores de la extrema derecha, encabezados por el uribismo, intentaran aprovechar la ocasión para ganar adeptos en su intención de sabotear los diálogos de paz, la movilización ciudadana no sólo logró hacerse sentir a nivel nacional sino que demostró su nivel de conciencia al expulsar a quienes consideran responsables de la crisis social.

Sumado a esto, se han multiplicado las movilizaciones obreras en contra de los despidos masivos en el sector minero energético y se vienen presentando protestas en todo el país contra las privatizaciones y exigiendo presupuesto para resolver las crisis de la salud y de las universidades públicas, que tienen cerradas o en riesgo a decenas de instituciones en todo el país. Asimismo, los vendedores ambulantes y la población con discapacidad han salido a las calles insistentemente a reclamar sus derechos en la capital colombiana.


Juntándose para el paro

Ante esto, por iniciativa de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se reunieron el 2 de febrero más de 200 delegados de 81 organizaciones sociales, políticas, ecologistas, étnicas, campesinas, estudiantiles, de transportadores y de mujeres. Durante el encuentro, se acordó la realización del paro cívico nacional para exigir al Gobierno Nacional soluciones concretas para los problemas que aquejan a la población.

En este sentido, Aida Abella, dirigente de la Unión Patriótica, manifestó que “aún, como sectores organizados, no hemos podido leer profundamente lo que realmente a la gente le duele” y llamó la atención sobre la escasez de agua en todo el país, indicando que “el problema de desabastecimiento de agua se debe al modelo económico extractivo de este país. El agua es la vida y vamos a defender la vida”. Agregó, de manera concluyente, que:

La gente se está movilizando y muchas veces les toca sola porque en algunas ocasiones no hay apoyo de las grandes organizaciones políticas. Yo creo que es el momento de cambiar para generar cambios verdaderos en este paro cívico nacional.

Por su parte, Jimmy Alexander Moreno, vocero del Congreso de los Pueblos y de la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular, indicó que:

Nos preocupa toda la política neoliberal de Santos, que se viene traduciendo en la constitución de las Zidres, en la minería que viene afectando los territorios y en el problema del trato violento hacia la movilización y hacia las comunidades […] Es necesario confrontar el actual modelo con un gran encuentro y un pliego nacional para ponernos de acuerdo.

Asimismo, Carlos García, integrante de la Coordinación de Organizaciones y Movimientos Sociales de Colombia  (Comosocol), reiteró la necesidad de preparar masiva y comprometidamente las jornadas de movilización para superar las prácticas de sectarismo, pues:

Creemos que todas las voces que reclamamos en este paro cívico nacional debemos romper con el aislamiento y recoger en un pliego único nacional las agendas del conjunto de los movimientos sociales y populares colombianos para avanzar en la unidad, haciendo una lectura tanto de Bogotá como de los conflictos regionales.

Para la preparación del paro nacional, el Comando Nacional Unitario acordó la realización de una jornadas de protesta preparatoria que se llevó a cabo el pasado 25 de febrero en diferentes ciudades del país.

En Bogotá, dicha jornada contó con la presencia de más de 8.000 personas, entre estudiantes, maestros y sindicalistas, que entregaron a la Secretaría Distrital de Educación el pliego de peticiones del magisterio capitalino y a la Alcaldía Mayor el acordado por espacio de coordinación distrital para el paro del 17 de marzo, que incluye exigencias como las de los vendedores ambulantes, fuertemente perseguidos por la administración Peñalosa; de los usuarios del transporte público, que exigen rebajas en las tarifas y mejoras en el servicio de Tranmilenio y el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP); de los trabajadores de teléfonos y del acueducto, empresas sobre las que ya pesan anuncios de privatización; de los estudiantes de la Universidad Distrital, que alertan sobre una posible crisis financiera en la institución; y de los trabajadores del programa Territorios Saludables, que enfrentan los despidos masivos, sólo por citar algunos ejemplos.

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