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Marzo 7 de 2008

En la mañana del 4 de marzo, en el puente que une a Flandes con Girardot, se dio lugar a un sentido homenaje a las victimas del terrorismo de Estado. Sobre el mismo río Magdalena sobre cuyas aguas han sido arrojados los cuerpos de miles de campesinos aberrantemente asesinados, las delegaciones de desplazados provenientes del Cauca, Antioquia, Tolima, Atlántico, Meta, entre otros, lanzaron miles de pétalos de flores para dar cuenta de la lucha por la vida de miles de personas de todo el país y su sacrificio cotidiano.

Desde diversos lugares del país, más de 300 representantes de los 4 millones y medio de desplazados que se suman hoy en Colombia marcharon desde allì, cargando consigo sòlo su humilde vestimenta y su deseo de demostrar su inconformidad ante el despojo del que han sido vìctimas. La primera jornada de esta movilizaciòn nacional concluyó en Silvania, donde se sumaron algunos desplazados que se encuentran temporalmente radicados en inmediaciones de este pueblo.

Siendo las 6 de la mañana del 5 de marzo, se retoma la marcha, esta vez con destino a Soacha, donde se sumaron más campesinos en situación de desplazamiento forzoso. A pesar de la fuerte lluvia, los desplazados realizaron en el Parque Central de esta poblaciòn, una concentración para rendir homenaje a las vìctimas del paramilitarismo y para denunciar la manera en la que el Estado colombiano ha eludido su reponsabilidad con la asistencia humanitaria a los millones de desarraigados y con la gestiòn debida de los recursos que la cooperaciòn internacional destina para tal fin.

De acuerdo con Bertha*, desplazada del Valle del Cauca, aunque Acciòn Social de la Presidencia de la República les ha prometido ayudas, èstas no llegan en su
totalidad, o simplemente no llegan, a quienes las necesitan con más urgencia. “El gobierno de Colombia no nos hace llegar a nosotros la ayuda que nos viene de otros paìses y a nosotros […] no nos dan lo que nos merecemos”, señala denunciando, junto a otros marchantes, que las ayudas se terminan convirtiendo en prèstamos que nunca cumplen con lo ofrecido y convierten a personas que, por lo general, no tienen nada, en deudores. “El estado nos tiene que dar solución, ¿donde están los dineros que habían sido destinados a nosotros?”.

La lluvia tampoco se hizo esperar, opacando el acto de homenaje que hacían los desplazados en memoria de Luis Carlos Galán Sarmiento, abatido 18 años atrás en este mismo lugar. El evento contó con la presencia de su hijo, quien manifestó apoyar la marcha y aseguró acompañarlos al siguiente día.

La jornada, adicionalmente, contó con la presencia del exalcalde de Bogotá, Antanas Mockus, quien manifestó la necesidad de solidarizarse con los desplazados. Sin embargo, puede ser que que el exburgomaestre posea muy mal estado físico, pues sólo acompañó la marcha durante 3 kilómetros.

La larga movilización transcurrió en calma, con un importante apoyo de los habitantes de los sectores recorridos en los departamentos de Tolima y Cundinamarca. Como incidente a resaltar se presentò un momento de tensión con la Policía del municipio de Soacha que, de forma injustificada, grababa en video y sacaba fotografías a los marchantes, según ellos, para su archivo histórico.

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