Marzo 31 de 2009
La violación a los derechos humanos en Colombia, cuyo principal responsable es el Estado, desangra cada día al país y ha estado presente por muchos años, dejando a miles de personas sufriendo una dura realidad. La marcha realizada el 6 de marzo, por iniciativa del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), demuestra la preocupación de miles de colombianos por la situación de las víctimas y porque la nación cobre conciencia sobre el daño que millones de personas han padecido: a las torturas, las masacres, los desplazamiento, el narcotráfico, la corrupción y la parapolítica se suman las desapariciones forzadas y, más recientemente, las ejecuciones extrajudiciales disfrazadas o, como se les conoce más popularmente, los ‘falsos positivos’.
Por las calles de Bogotá marcharon los familiares de los jóvenes asesinados, con sus fotos en alto, para denunciar la barbarie de los grupos paramilitares y el Estado, con la esperanza de que algún día haya justicia y respeto por la vida en Colombia, y con la convicción de que no haya más madres, hermanos y niños que vean como matan a sus seres queridos.
La marcha fue apoyada por colombianos que se encuentran en el exterior y por organizaciones de países como Francia, España y Argentina que se solidarizaron con el Movice.
Las movilizaciones en Bogotá, que incluyeron movilizaciones a la Fiscalía y el Ministerio de Defensa, lograron que las calles de nuevo sirvieran para salir a protestar, para mostrar solidaridad con las víctimas, demostrando que en Colombia son más quienes tienen la fortaleza para no callar que quienes dicen que aquí no ha pasado nada, como lo hacen algunos medios de comunicación al mostrar sólo una parte ‘conveniente’ de hechos de esta gravedad. Algún día se podrá ver una Colombia libre de torturas, desapariciones y violencia.
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