Por: Aiden Salgado Cassiani
Con los últimos acontecimientos, referentes a la representación de la población afrocolombiana, negra, palenquera y raizal en el Congreso de la República, podemos decir que las cosas no esta tan claras para que los farsantes pseudo afros Moisés Orozco y María del Socorro Bustamante nos representen y logren su cometido de ser los que vilipendien el futuro de estas comunidades, mancillando su nombre en la Cámara de Representantes para el periodo 2014 – 2018, y esto sucede porque un buen número de personas de nuestras comunidades nos atrevimos a asumir nuestro papel histórico y reivindicativo como cimarrones y esclavos del campo.
Desde lo personal, con las tres curules afro sin afro, siento que he dicho lo que tengo que decir en su momento. Otros compañeros, con comunicados, movilizaciones y acciones, también han jugado su papel. Sin embargo, como decía Malcolm X, también existen esclavos de casa, que sienten la causa del amo como la suya. Esos mismos que decían “amo, se nos quema la casa” cuando se incendiaba la casa del amo y el esclavo de plantación atizaba el fuego, y que decían “estamos enfermos, amo” cuando el amo enfermaba.
Esa realidad hoy también la estamos viviendo en este debate. El pueblo afro también tiene sus esclavos de casa, que son los mismos Judas que traicionaron a Jesucristo, y hoy están matando el derecho de los miembros de las comunidades negras a representar y sentirse representados. Son unos líderes nocivos para el pueblo, que no merecen otra cosa sino ser pasados por un juicio más que moral, ya que ni eso deben tener y, como decía mi abuelo, “hasta la pena la perdieron”. Ellos deben responder no sólo ante sus hijos y nietos sino ante la comunidad que debe tener claro que éstos no son más que unos pseudo lideres tarifados al primer postor, sin principios, sin ética.
Se trata de Ricardo Hurtado, Idalmy Minotta, Javier Córdoba, entre otros, que han perdido la dignidad, si algún día la tuvieron. ¿Con qué cara mirarán a sus familiares cuando éstos les pregunten por los líderes negros, afros, palenqueros y raizales? Por la acción de estos traicioneros es que los señores Bustamante y Orozco se sienten con derecho de representarnos.
Hoy, la dignificación o putrefacción del rumbo de las comunidades negras depende de que las y los líderes tomemos posiciones y asumamos nuestro rol histórico en contra o en defensa de sus intereses. Los puntos medios o aguas tibias, en este debate medular para el futuro de los afro, no tienen presentación. Al parecer, algunos están esperando una decisión para ubicarse del lado del que más le ofrezca y por eso no toman posiciones, aplicando la de Poncio Pilatos. Pero, como dice el argot popular: ‘quien calla otorga’. Es claro que están de aquel lado.
Hoy, los que luchamos por la vida, por el pueblo y por la dignidad seguimos adelante, a pesar de la decisión de un tribunal que, al darles la razón a estas personas, falla en contra del derecho. Pero, en esta carrera larga todavía la batalla continúa y hoy nos toca emplazar al Gobierno Nacional a que asuma su papel y sus compromisos de campaña.
Presidente Juan Manuel Santos Calderón. Sus compromisos de campaña con las comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales, que depositaron millones de votos a su favor, están sin cumplirse y ud. se encuentra en deuda por la promesa de no permitir que los derechos de esta población a representarse sean violentados. Estas personas no son ni han trabajado por estas comunidades. No sea cómplice de este exabrupto. La traición en la independencia de la Gran Colombia, hoy, presidente Santos, ¡no se puede repetir! No deje sus palabras de campaña caer al piso y rodar por los tubos de las alcantarilla por donde circula lo que ya sabemos. ¡Ud. tiene la palabra, señor presidente!
Desde el palenque, un cimarrón todavía.
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Integrante del Colectivo de Estudiantes Universitarios Afrocolombianos (Ceuna) y la Asociación Kombilesa.
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