Septiembre 2 de 2015
El pasado 31 de agosto se dio inicio a las jornadas de la indignación convocadas por la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular ante el constante incumplimiento de acuerdos que denuncian las organizaciones sociales de parte del Gobierno Nacional.
Al acto, realizado en el coliseo El Campín de la ciudad de Bogotá, asistieron más de 2.500 delegados de diversas organizaciones participantes en la Cumbre Agraria, que respaldaron la decisión de exigir al gobierno de Juan Manuel Santos que se reúna con sus voceros para que se implementen de inmediato los compromisos a los que se han llegado en los más de 15 meses de negociaciones que han sostenido luego del paro agrario de 2013.
Los voceros de las organizaciones denunciaron que no hay voluntad real de parte del gobierno, especialmente del Ministerio de Agricultura y del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), para desempantanar los diálogos ni para implementar los acuerdos, por lo cual convocaron a realizar diversas acciones de protesta que obliguen al Ejecutivo a discutir con ellos los ocho puntos de su pliego, a detener el trámite en el Legislativo de las iniciativas contrarias a lo acordado y a eliminar del recién aprobado Plan Nacional de Desarrollo los puntos que consideran lesivos para los más pobres del campo colombiano.
El paro agrario de 2013 movilizó importantes protestas campesinas en distintas zonas del país, especialmente en Boyacá, el Catatumbo, el Eje Cafetero y Nariño, y la fuerte represión que sufrieron los manifestantes por parte de la Fuerza Pública fue presentada por diversas organizaciones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como un asunto de extremada gravedad por el tratamiento que el Estado colombiano estaba dando a la inconformidad social.
Posteriormente, diversas expresiones campesinas, indígenas y afrodescendientes decidieron confluir en la Cumbre Agraria, planteando ésta como una plataforma de unidad del movimiento social sobre los problemas del campo colombiano y como una estrategia para la negociación unificada con el Gobierno Nacional sobre las exigencias de los sectores sociales que allí confluyen.
Luego de la instalación de las jornadas de la indignación, los manifestantes de la Cumbre Agraria se tomaron pacíficamente, el martes 1 de septiembre, la sede del Ministerio de Agricultura, donde se mantiene una reunión entre ellos y el titular de esa cartera, Aurelio Iragorri, para tratar de encontrar salidas a esta situación. Adicionalmente, se mantienen sesionando en comisiones en El Campín sobre los problemas ambientales y sociales que se viven en el campo, mientras otros han venido visitando diferentes localidades y universidades de la capital colombiana para compartir con la comunidad sus denuncias. También, anunciaron que el próximo jueves se movilizarán a la Plaza de Bolívar, donde realizarán una asamblea para definir qué acciones implementar en caso de no encontrar respuestas de parte del Estado.
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