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Por: Omar Vera – Santiago de Cali, octubre 14 de 2009

Al menos 12.000 indígenas arribaron ayer a la ciudad de Cali (Valle del Cauca, al sur occidente de Colombia) para continuar la Minga de resistencia indígena y popular iniciada hace un año en el departamento del Cauca. Luego de recorrer durante tres días el
extenso territorio de los dos departamentos, hicieron su impresionante entrada a la tercera ciudad del país, acompañados de los campesinos, afrocolombianos, trabajadores, defensores de derechos humanos y estudiantes que se han ido vinculando al proceso de la Minga y desean que determine un nuevo rumbo para el país. Según Feliciano Valencia, miembro del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), la idea de realizar un Congreso de los Pueblos en 2010 es el principal objetivo de esta movilización y sus alcances serán tratar de ofrecer soluciones concretas a problemas que el Estado ha sido incapaz de solucionar, pues, señala el líder de la comunidad Nasa, “lo que vamos es a legislar con el pueblo”.

Luego de partir del resguardo guambiano de La María Piendamó –incendiado por la Policía el 17 de mayo de 2007–, donde se reunieron los mingueros los días 8 y 9 de octubre pasados, su peregrinar ha pasado por poblaciones como Santander de Quilichao (Cauca) –habitado mayoritariamente por afrodescendientes–, y Villa Rica y Jamundí (Valle), población que los alojó el pasado 12 de octubre, cuando los indígenas conmemoraron el último día en libertad del continente al que los europeos llamaron América y sus ancestros conocían como Abya Yalla.

Muy temprano este martes, los miles de participantes de este novedoso proceso salieron de Jamundí y, tras casi cinco horas de movilización bajo la lluvia, llegaron al Coliseo del Pueblo de Cali, donde se alojarán hasta el próximo viernes 16, cuando darán a conocer las conclusiones del precongreso que celebrarán allí durante los próximos días, de forma simultánea a eventos similares que se realizarán en Bogotá y Cartagena.

Una agenda propia desde abajo

Según el vocero de la Minga, lo que se busca es construir una agenda propia de todos los sectores excluidos tradicionalmente de los escenarios de poder y de la toma de las decisiones fundamentales en Colombia. “La Minga lo que propone es una lógica diferente, construyendo de abajo hacia arriba con la gente, bajando a caminar con ella […] esto no busca protagonismos ni intereses particulares de organizaciones, lo que busca es aglutinar un proceso social y popular en el país que nos permita provocar cambios estructurales”, señala Valencia.

Por eso, desde el año pasado se propuso la realización de un gran Congreso de los Pueblos, que permita a las organizaciones populares y sociales legislen directamente sobre los temas que más les afectan, sin depender del poder gubernamental o del Legislativo, pues la lógica actual dentro del Estado no ha permitido solucionar los problemas fundamentales de la población. Según el líder indígena, “tenemos la responsabilidad de empezar a proponer ideas para buscar nuestras propias soluciones, porque el gobierno no va a resolver nada”.

El año pasado, cuando se planteó iniciar el Congreso de los Pueblos durante la movilización indígena a Cali y Bogotá, esta iniciativa quedó suspendida porque se esperaban resultados de una serie de reuniones entre funcionarios del Gobierno Nacional y la Minga sobre problemáticas de tierras, derechos humanos y recursos naturales que eran prioritarias para las comunidades originarias. Sin embargo tanto el presidente Uribe como sus ministros se limitaron a dar evasivas en los asuntos claves que se tenían sobre la mesa o, en el caso del mandatario, se llegó incluso a las provocaciones directas para evitar los encuentros, como
ocurrió el 26 de octubre del año pasado, cuando Uribe instaló un improvisado consejo comunitario de gobierno –actividad publicitaria realizada semanalmente por el gobierno y televisada a nivel nacional, en la que el presidente y varios ministros se reúnen con funcionarios y representantes de algunas comunidades para ofrecer soluciones asistenciales a los problemas sociales y de seguridad de una región– en un puente peatonal cercano al Centro Administrativo Municipal (CAM) de Cali luego de que los indígenas decidieron retirarse del lugar en el que lo esperaron durante más de seis horas para sesionar a la vista de todos.

Por eso, la Minga se propone legislar por su propia cuenta y no depender de los entes estatales o del gobierno de turno para lograr soluciones a estas problemáticas, sin dejar de lado las exigencias puntuales que deberían resolverse de forma inmediata. Según Feliciano Valencia, la Minga se trata de “plantear reivindicaciones, pero va más allá: lo que busca es aglutinar un proceso social y popular en el país, que nos permita provocar esos cambios estructurales, que nos sentemos a construir lo que nos pertenece a nosotros y un gobierno que de verdad trabaje para las clases menos favorecidas”.

Precongreso de los pueblos

Sólo en Cali, los mingueros esperan que unas 25.000 personas participen de las deliberaciones en cinco tulpas –o grandes asambleas para el debate–, que tratarán los siguientes temas: guerra, derechos humanos y paz; soberanía, tierra y territorio; legislaciones de despojo; cumplimiento de acuerdos con el gobierno; y agenda de los pueblos, que se plantea como punto fundamental hacia el congreso del año próximo. Por su parte, los consejeros del CRIC han sugerido poner un particular énfasis en los temas de derechos humanos, legislación y agenda de paz, dentro de los ejes del precongreso, pues asuntos como los derechos de las víctimas y los desplazados se vuelven prioritarios, así como que la Minga tenga una propuesta de paz para el país: “si se necesitan territorios para dialogar de paz, nosotros los ponemos”, señala Valencia.

Se espera que mañana se inicie formalmente el Precongreso de los Pueblos del suroccidente colombiano, con la llegada de las organizaciones campesinas, estudiantiles, sindicales y de afro colombianos que se mantienen concentradas en Popayán y de otros grupos desde los departamentos de Nariño, Huila, Chocó, Antioquia y el Eje Cafetero. Para Valencia, esta masiva participación es la garantía de éxito de la iniciativa que han liderado las comunidades indígenas del Cauca y “hay que hacer esa unión de esfuerzos para superar temas estructurales en el país, aquí caben todos los sectores que le apuesten a este tipo de construcción y a la metodología que viene proponiendo la Minga”.

Se espera que el próximo viernes 16 se conozcan los resultados de esta etapa de precongreso, a la vez que los indígenas hacen presencia en distintos puntos de la ciudad. Para el día de hoy se han anunciado visitas de comisiones de la Minga a distintos barrios de Cali, la Universidad del Valle y un acompañamiento cultural a la jornada nacional de protesta convocada por la CUT y Fecode.

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