La ambientalista Margarita Bermúdez participó en una delegación de organizaciones colombianas que denunció ante las Naciones Unidas la situación de derechos humanos en nuestro país, de cara al examen periódico universal. Foto: Archivo personal.
Margarita Bautista, promotora de la consulta popular que detuvo al proyecto minero La Colosa, pidió a la ONU no permitir que el gobierno pase por encima de la decisión de los habitantes de Cajamarca (Tolima).
La ambientalista Margarita Bermúdez participó en una delegación de organizaciones colombianas que denunció ante las Naciones Unidas la situación de derechos humanos en nuestro país, de cara al examen periódico universal. Foto: Archivo personal.
La ambientalista Margarita Bermúdez participó en una delegación de organizaciones colombianas que denunció ante las Naciones Unidas la situación de derechos humanos en nuestro país, de cara al examen periódico universal. Foto: Archivo personal.

Por: Vivian Ruiz – abril 19 de 2018

Ha pasado un año desde que la gente de Cajamarca (Tolima) le dijo no a la minería en una histórica consulta popular que detuvo al proyecto La Colosa, la mina de oro a cielo abierto que AngloGold Ashanti había convertido en una de sus explotaciones insignia a nivel mundial. Sin embargo, no solo la compañía ha asegurado que buscará mecanismos legales para retomar operaciones sino que, en la actual campaña electoral, se habla de reformar la Ley para cambiar estos mecanismos de participación popular y, de hecho, dejarlos sin poder alguno.

Por esta razón, Julia Margarita Bautista Polanía, integrante del Comité Ambiental en Defensa de la Vida, una de las organizaciones que promovió la consulta popular y el triunfo en las urnas de los cajamarcunos sobre la tercera trasnacional minera más grande del mundo, visitó Ginebra (Suiza) el pasado 13 de abril para para denunciar las agresiones que han sufrido los ambientalistas y líderes sociales de Cajamarca en el marco de las sesiones previas al examen periódico universal que realiza la ONU a la situación de derechos humanos en el mundo y donde se evalúa, país por país, si se han cumplido las recomendaciones dadas en el pasado por la organización internacional o si, por el contrario, los Estados deben recibir sanciones por no hacerlo.

Margarita viajó hasta allí como parte de una delegación de activistas que presentó, a nombre de una coalición de más de 500 organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos, un informe alternativo al del Estado colombiano donde se habla de problemáticas como la situación carcelaria, los asesinatos a líderes sociales, los feminicidios y, claro, las consultas populares.

Vivian Ruiz: –¿Margarita, dónde nació ud.?

Margarita Bautista: –Yo nací en Ibagué (Tolima), hago parte de una familia de origen campesino, soy estudiante de derecho de la Universidad Cooperativa y gestora cultural.

VR: –¿Cómo inició su trabajo en el Comité Ambiental?

MB: –La organización cultural PCK fundó el Festival Internacional de las Artes en Ibagué. En este hubo un contacto e inmensas afinidades con varios  artistas de la marcha carnaval y ellos me invitaron a participar. De esa manera, empecé a tomar interés por lo que sucedía en Cajamarca y desde hace ya diez años que hago parte del comité.

VR: –¿Qué es la marcha carnaval?

MB: –La marcha carnaval es un espacio de encuentro artístico en el que se protesta de manera no convencional: el medio es el arte. En esta marcha hemos pretendido salirnos de los estereotipos de las protestas en las que solo hay consignas. Decidimos que el arte es lo que ayudaría a expresar nuestra defensa del territorio. Se hace anualmente, siempre durante los primeros días de junio.

VR: –¿Cómo nace el Comité Ambiental y quiénes participan?

MB: –La inspiración fue el municipio de Piedras (Tolima). Allí, varios colectivos, pero sobre todo la misma comunidad, se negaron al megaproyecto de La Colosa y a la pretensión de [conformar un] distrito minero regional por parte de AngloGold. En Piedras se dio el inicio del Comité Ambiental y la primera consulta popular en territorio tolimense, en la que la comunidad se negó a los megaproyectos mineros.

El Comité Ambiental fue creado por estudiantes y docentes de la Universidad del Tolima, pero ahora es muy diverso y participan amas de casa, religiosos, ambientalistas y artistas. Ha crecido mucho.

 

VR: –¿Cómo se enteraron de que AngloGold Ashanti quería hacer explotación a cielo abierto en La Colosa?

MB: –En los medios de comunicación locales salían cuñas radiales apoyadas por la institucionalidad en donde se decía que el volcán Machín iba a hacer erupción y, por eso, varios campesinos de la zona de La Colosa vendieron a menor valor su tierra a AngloGold. Después, la población entendió que no era cierto y se empiezan a reunir, a investigar, informar y movilizar a la comunidad.

VR: –¿Cómo se instaló AngloGold Ashanti en la región?

MB: –Los de AngloGold trabajaron de una manera muy soterrada. Empezaron a construir en su sede dos helipuertos privados […] Después empezaron  a invertir en campañas publicitarias y la montaña comenzó a ser militarizada, con la colaboración de la VI Brigada del Ejército. Inicialmente, la pretensión de AngloGold fue la creación de un distrito minero al que llamó ‘La Colosa regional’, que comprende los departamentos de Tolima, Antioquia, Caldas, Risaralda y Quindío.

VR: –¿Qué tanto apoyó la sociedad tolimense la consulta popular?

MB: –Hay un ejemplo bien anecdótico y fue el apoyo de la Guardia Pijao [la barra de fútbol local]. AngloGold patrocinaba al Deportes Tolima y, después de todo este trabajo pedagógico, ellos decidieron apoyar el no a la explotación minera y se sumaron al proceso de defensa de la montaña de La Colosa.

VR: –¿Qué pasó el día de la consulta?

MB: –El 26 de marzo de 2017, durante la consulta de Cajamarca, se presentaron saboteos: AngloGold trajo buses para que la gente se fuera ese fin de semana de paseo para Buga, pero nadie quiso ir. Y cuando dieron los resultados, ¡eso fue impresionante! ¡Todo el mundo se volcó a las calles, eso fue una alegría! Fue un trabajo comunitario inmenso de toda la gente.

 

VR: –¿Qué ha pasado después de la consulta popular?

MB: –Comprendimos que Cajamarca hizo que muchos municipios encontraran un mecanismo constitucional válido para decidir sobre sus territorios y proteger su entorno natural. Eso ha ido generando preocupación en el gobierno, que no quiere ahora reconocer las consultas populares e, inclusive, a nivel municipal, el alcalde de Cajamarca dice que por culpa de los ambientalistas se ha parado el desarrollo del municipio. Nosotros básicamente planteamos que hay alternativas turísticas, ecológicas y agrícolas que deben ser tomadas en cuenta.

VR: -¿Qué está sucediendo con la gente que impulsó la consulta?

MB: –Hay amenazas a quienes somos parte del Comité Ambiental y tres personas que hacían parte del mismo han sido asesinadas: César García en 2012, Camilo Pinto en 2013 y Daniel Humberto Sánchez en 2014. También hay indicios de argucias legales para sabotear la decisión legal y constitucional salida de la consulta.

VR: –¿De qué se trató su visita a Ginebra?

MB: –Presentamos un informe de carácter consultivo a las Naciones Unidas, un informe alternativo al que presenta el gobierno cada cuatro años. Expusimos el tema de las consultas populares y el caso de Cajamarca. Después de esto, se revisarán las recomendaciones que hizo el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU en septiembre del año pasado, y luego los diplomáticos van a mirar si el gobierno cumplió o no cumplió, y las respectivas sanciones.

Es increíble la cantidad de recursos que invierten en esa delegación [del Estado]: 35 personas van a defender el informe del gobierno. Y de nosotros, los que vamos por parte de las organizaciones sociales, solo va un representante por organización y por tema.

Me siento con una inmensa responsabilidad. Las organizaciones sociales me ofrecen confianza, me respaldan […] ¡Y, pues, ya nos lanzamos al agua y habrá que salir al otro lado! ¡No queda más remedio!

VR: –¿Usted qué cree que está pasando por la cabeza de la sociedad colombiana sobre su territorio y su futuro?

MB: –No quisiera ser fatalista, pero yo veo que seguimos en una locura de contaminación en las montañas con cianuro y con mercurio. Una locura de destrucción de la madre tierra, del agua. Va a llegar un momento en que todo esto va ser insostenible y eso será cuando a la gente le toquen la barriga. La gente va a reaccionar.

Mientras tanto, estamos enredados en un tema de desinformación y de novelas de partidos, y poco conocemos de la realidad. Esa es la intención del sistema: mantenernos atomizados. Es gravísimo porque esos intereses trasnacionales avanzan cada día: 70% del país está titulado [para la minería] y eso es grave.

La gente reaccionará, espero que sea más temprano que tarde.

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