Por: Camila Ramírez- julio 24 de 2014
A las 6 am del pasado 9 de julio, 3.416 trabajadores dedicados al mantenimiento de la maquinaria usada en las minas del norte de Colombia se declararon en huelga para exigir mejores condiciones de trabajo y contratación por parte de las empresas Gecolsa SA y Dimantec Ltda.
Los obreros, afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Metalmecánica, Metálica, Metalúrgica, Siderúrgica, Electrometálica, Ferroviaria, Transportadora y Comercializadora del Sector (Sintraime), cesaron actividades en las seccionales de Chiriguaná, Valledupar y La Jagua de Ibirico, Cesar; Hato Nuevo, La Guajira; Soledad, Atlántico; y Cartagena, Bolívar, esperando que Dimantec acepte su pliego de peticiones y se definan mejores condiciones en la convención colectiva, luego de que se rompieran las negociaciones entre la empresa y los trabajadores en horas de la noche del 8 de julio, tras una semana de intensas reuniones.
Hasta el momento, ni Dimantec ni Gecolsa han aceptado ninguna de las peticiones de los obreros, quienes exigen que se detenga la tercerización laboral, es decir, que se les contrate directamente y no a través de empresas intermediarias que deterioran sus condiciones de trabajo; que se cumpla con las prestaciones sociales que exige la legislación colombiana y que se les paguen salarios dignos. Por el contrario, la respuesta ha sido un constante sabotaje a su derecho a la huelga y el incumplimiento de las exigencias que el Ministerio del Trabajo ha hecho a ambas compañías.
Dimantec se encarga de contratar personal para la compañía General de Equipos de Colombia SA (Gecolsa) y, según el Ministerio del Trabajo, Gecolsa “tiene actualmente vinculados de manera directa un total de 1.269 trabajadores y por intermedio de la empresa Dimantec Ltda, 3.382”. Estos trabajadores laboran en varios proyectos mineros en el país, donde realizan el mantenimiento y la administración de la maquinaria que es utilizada para hacer las operaciones de explotación de trasnacionales como Glencore Xstrata, Drummond, Vale, Goldman Sachs y BHP Billiton entre otras.
En abril, el Ministerio del Trabajo le impuso una multa a las empresas Gelcosa y Dimantec Ltda. por realizar tercerización laboral indebida. Cada una de estas empresas tuvo que pagar 3.000 salarios mínimos, que equivalen a la suma de $1.848 millones. Sin embargo, a pesar de las multas y de las continuas denuncias, estas empresas continúan con esta práctica.
La contratación directa es una de las exigencias de los obreros, quienes afirman que no cuentan con las mismas garantías laborales que tienen los trabajadores contratados de forma directa por Gecolsa. Además, en un comunicado, Sintraime manifiesta algunas de las exigencias que están en su pliego de peticiones: “garantías en seguridad industrial, salud ocupacional, medio ambiente, auxilios de educación, préstamos para vivienda, estabilidad laboral, salarios dignos”. Todo esto, sumado a un aumento salarial del 4,7%, asunto que las empresas se niegan a discutir con el sindicato.
Durante la huelga, los trabajadores han sido amedrantados por parte de estas dos empresas, de acuerdo con el sindicato. Rafael De la Hoz, presidente de Sintraime seccional La Jagua, expresa que “desde que iniciamos la huelga, nosotros nos tomamos las instalaciones donde labora Dimantec, donde tiene sus pertenencias, sus herramientas de trabajo, a la espera de que llegara el Ministerio [del Trabajo]. Pero, desafortunadamente, en esa espera se presentaron todo tipo de atropellos contra los compañeros, como cortarles el fluido eléctrico, no dejaron ingresar la comida, no los dejaron entrar a los baños […] fue muy difícil por parte de los compañeros pasar dos días sin agua, sin hacer sus necesidades fisiológicas, sin comida”.
Por su parte, la gerencia de Dimantec se pronunció a través de un comunicado, donde cuestiona la legitimidad de la asamblea que votó la huelga y solicita al Ministerio del Trabajo “velar por la transparencia de este proceso democrático para garantizar que los derechos de los trabajadores no sindicalizados o de los sindicalizados que no optaron por huelga sean respetados por la organización sindical Sintraime”.
Para los trabajadores, la empresa Dimantec exige transparencia y garantías al gobierno, mientras que en las minas se dedica a sabotear la protesta y a violar el derecho a la huelga. De la Hoz denuncia que el sindicato está preocupado porque los sellos que instaló el Ministerio en los puestos de trabajo han sido levantados por la misma empresa. Además, asegura que “nos están suplantando en los lugares de trabajo. Hemos hecho la denuncia pertinente ante el Ministerio, están vinculado personal exageradamente para cubrir los puestos de trabajo de nosotros […] con los dueños de la mina, con Prodeco, con el mismo Gelcosa, que están haciendo toda esta gestión con tal de romper la huelga. Esto lo vemos con una gran preocupación, ya que al Ministerio le hemos dado videos donde en los sitios de trabajo ya está gente de MASA (Mecanicos Asociados SA), haciendo nuestra labor”.
El martes 22, en la oficina de Valledupar del Ministerio de Trabajo, se reactivaron las negociaciones entre Dimantec, la comisión negociadora del sindicato y el Ministerio. Después de largas horas de reunión, en las que la empresa se negaba escuchar las demandas de Sintraime, la mesa de conversaciones se levantó y, al día siguiente, la empresa presentó a los obreros una propuesta para negociar que el jueves 24 fue expuesta a las asambleas de todas las seccionales que se encuentran en huelga. Al respecto, Félix Herrera, presidente nacional de Sintraime, manifestó que “después de la propuesta que ha hecho la empresa, la comisión negociadora la ha evaluado y consideró que se quedan muchos trabajadores sin incremento salarial y no la podían aceptar […] la propuesta no es muy llamativa para los trabajadores”. Por esta razón, los huelguistas la rechazaron, pues no satisface las demandas obreras, y continúan en huelga.
Los trabajadores hacen un llamado a las demás organizaciones sindicales y sociales, así como a todos los colombianos a que se solidaricen con la huelga y esperan que se dé una respuesta favorable a sus exigencias.
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