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Los trabajadores y trabajadoras celebraron su día luchando en las  calles - Foto: Omar Vera

Mayo 1 de 2011

La jornada del Día Internacional de los Trabajadores congregó a miles de personas en las principales ciudades del país para manifestar su oposición al gobierno de Juan Manuel Santos y demostrar su inconformidad con las principales medidas que implanta actualmente o tramita en el Congreso. Temas como el Plan Nacional de Desarrollo, la Ley del primer empleo, la privatización de la educación, el Plan Colombia, la inminente firma del TLC, la Ley de sostenibilidad fiscal, la crisis de la salud, el manejo de la emergencia invernal y la Ley Lleras estuvieron al centro de una jornada que en casi en toda Colombia transcurrió en calma, pero que en Bogotá, Medellín y Cali estuvo marcada por duros enfrentamientos y una brutalidad policial pocas veces vista y que deja 86 detenidos y 28 manifestantes heridos, algunos de gravedad.

En Bogotá la afluencia a las distintas movilizaciones fue de al menos 25.000 personas, en Medellin salieron 15.000 manifestantes a las calles y en las ciudades de Barrancabermeja, Bucaramanga, Cali, Cúcuta, Pasto y Pereira, junto a lo reportado en el departamento de Putumayo, un total de 27.000 hombres y mujeres participaron de la celebración. Según los reportes de las autoridades y de las organizaciones sociales en las regiones a los que El Turbión ha tenido acceso hasta el momento de la redacción de esta nota, en toda Colombia más de 70.000 personas conmemoraron el Día Internacional de la Clase Obrera.

Los actos culturales fueron fundamenales en la jornada del 1 de mayo - Foto: Camila Ramírez

Las marchas que salieron a las calles del país concentraron sus actividades en actos culturales y de memoria. En Segovia (Antioquia), al menos 400 personas se concentraron en el cementerio de esa población para homenajear a las víctimas de la Unión Patriótica y a los pobladores que fueron asesinados en la masacre ocurrida hace veinte años. Luego, 1.000 personas recorrieron las calles y cerraron las actividades con actos culturales. En Cúcuta, mientras tanto, los participantes en la marcha llegaron a la Plaza Colón y culminaron la jornada con actividades artísticas; en Barrancabermeja (Santander), los manifestantes terminaron sus actividades con un acto en la sede de la Unión Sindical Obrera (USO); y, en los municipios de la Sabana de Bogotá, la movilización se concentró en Facatativá y Funza, donde la música, el canto y la recuperación de la memoria marcaron las acciones de los habitantes de la región y de centenares de trabajadores de los cultivos de flores.

A pesar del ambiente festivo que también se vivía en las marchas que se realizaban en Bogotá, donde participaron delegaciones del Congreso de los Pueblos, la Marcha Patriótica, la Comosoc, las centrales obreras, organizaciones estudiantiles y de organizaciones campesinas, los manifestantes fueron duramente reprimidos y la jornada unitaria no pudo completarse en tranquilidad.

Violenta represión

Con gases lacrimógenos, tanquetas, armas sonoras y granadas de dispersión la Policía atacó a los manifestantes - Foto: Omar Vera

A pesar de que la Plaza de Bolívar empezó a llenarse hacia las 11:30am, un corto enfrentamiento de algunos jóvenes con agentes de la Fuerza Disponible de la Policía Metropolitana, ocurrido hacia las 12:30pm frente al Banco de la República, fue aprovechado por miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía Nacional para lanzar un duro operativo para evitar que los marchantes llegaran a su destino y para dispersar las marchas, empleando al menos siete tanquetas, armas de sonido a altas frecuencias, chorros de agua, gases lacrimógenos disparados al cuerpo y, muy especialmente, granadas de dispersión que dejaron varios heridos de gravedad al haber sido arrojadas directamente sobre las personas. Estos hechos violentos, que terminaron fragmentando la protesta, no impidieron que varios grupos de miles de personas ingresaran luego a esta zona histórica de la capital colombiana, antes de ser desalojados a la fuerza por los uniformados. No obstante el proceder de sus hombres, la Policía se ha limitado a señalar que durante los enfrentamientos resultaron heridos dos agentes y no se ha pronunciado respecto a los civiles agredidos.

El violento proceder de la policía dejó en Bogotá al menos a once personas heridas y a más de treinta detenidas. Entre quienes resultaron lesionados se encuentra un joven de aproximadamente 24 años a quien le fue arrojada una granada de dispersión por parte de agentes del Esmad, en la acera oriental de la carrera 7 con calle 12, y quien podría perder su pierna izquierda debido a la gravedad de las heridas.

El Esmad lanzó una granada de dispersión contra el cuerpo de este joven, quien recibió heridas de altísima gravedad - Foto: Omar Vera (Solicitamos disculpas por el fuerte contenido de esta imagen)

Los agentes involucrados en la brutal acción, de acuerdo con el registro periodístico realizado en el lugar de los hechos, serían los identificados en sus cascos con los apellidos Ortega, número 106072, y Agudelo, número 80006, quienes se encontraban lanzando estos peligrosos artefactos explosivos al cuerpo de los manifestantes desde los andenes occidental y oriental de la céntrica avenida, respectivamente. Además, se presentaron filmaciones a los participantes de la jornada por parte de los uniformados y se reportaron varios disparos a corta distancia de gases lacrimógenos hacia la humanidad de quienes protestaban. Puede decirse que durante este 1 de mayo el Esmad fue particularmente violento.

Adicionalmente, Yuri Neira, reconocido defensor de derechos humanos e integrante del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), fue golpeado por seis agentes de la Policía junto a la plaza de la Concordía, donde se realizaba un concierto para conmemorar el 1 de mayo. En la actividad juvenil, un grupo de menores era perseguido por los uniformados y varios de los asistentes intervinieron para que se respetaran sus derechos. Durante el intercambio de palabras, Yuri fue detenido de forma injustificada y llevado a la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía, donde se le mantiene encerrado en un calabozo, después de ser reseñado y fotografiado, y sigue a la espera de una audiencia de control de garantías ante un juez para saber cuáles son los cargos en su contra. Uno de los uniformados que lo capturó tiene como apellido Mejía y está identificado con el ID17-15971, mientras que el otro policía, de apellido Torres, no permitió que se le identificara, ni siquiera ante el pedido de los agentes que custodian la dependencia judicial.

A pesar de los violentos choques y de las arbitrariedades de la Policía, la celebración de los trabajadores en Colombia contó con una masiva participación en todo el país y demostró que diferentes procesos de unidad popular empiezan a caminar juntos para lograr cambios democráticos en el país. Se van constituyendo como la alternativa al despojo, la intervención extrajera, el modelo neoliberal y la misera, afrontando a la brutalidad con cultura, rebeldía y optimismo.

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