NULL

Por: Ivonne Cardozo – 2 de febrero de 2010

El Foro Social Mundial, FSM, es uno de los espacios más importantes para todos los movimientos sociales y colectivos que luchan contra la exclusión, desigualdad y pobreza que genera el capitalismo y el imperialismo. Este año, se realizó del 24 al 28 de enero, el décimo foro, bajo el lema: “Desafíos y Propuestas para Otro Mundo Posible”; en el encuentro mundial se realizaron más de trescientas actividades como: la Feria Mundial de Economía Solidaria, el X Campamento Intercontinental de la Juventud y el Panel Temático del Foro Mundial de Teología y Liberación. El FSM, organizado y liderado desde el 2001 por Brasil, vuelve a tener acogida en Porto Alegre, una de las ciudades más importante del país y la primera sede de este evento. Durante estos diez años, el Foro Social Mundial, se ha consolidado gracias a los aportes de diferentes colectivos, movimientos sociales y de estudiosos, pensadores e intelectuales como Noam Chomsky o Nicola Bullard, del movimiento Global South en Tailandia, entre muchos otros.

Este año las críticas al sistema financiero y al modelo neoliberal fueron hito en los paneles de discusión del foro social mundial, donde personajes como Emir Sader, secretario del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), sugirió iniciativas de re consolidación económica que incluyen a la población trabajadora en un proceso de reconstrucción basado en una redes públicas,
participativas y solidarias. Ante las propuestas del Foro Económico Mundial en Davos, los participantes y panelistas del Foro Social Mundial, argumentaron posiciones contrarias a las grandes potencias y al sistema económico neoliberal, sistema implantado como ejemplo de ayuda y desarrollo,  que no responde sino a intereses de multinacionales y países altamente industrializados.

El presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, incitó los primeros cuestionamientos de un tema presente durante los debates: el sometimiento causado por el modelo neoliberal, implantado por los gobiernos de derecha y enmarcado su accionar en la pobreza y en la sumisión de los países catalogados subdesarrollados. Y desafortunadamente el desastre en Haití, ejemplarizó como los países en Latinoamérica sufren el sometimiento a la pobreza y a la intervención militar, ocasionada por la ejecución del sistema económico impuesto por grandes potencias como Estados Unidos, que propicia que los países del que extraen recursos, sobrevivan en un marco de explotación.

Otro de los temas de trabajo del FSM, fue el de revertir los daños climáticos causados por el modelo capitalista y consumista, los países presentes, formularon modelos diferentes para poder responder de manera real a los problemas climáticos y proponer  alternativas a las concertaciones poco comprometidas de la XV Cumbre del Cambio Climático oficiada en Copenhague, que a la luz del FSM, no arrojó resultados ni verdaderos acuerdos que ayuden al respeto por las reservas naturales, que eviten el descongelamiento de los glaciares y que detengan el calentamiento global.

La central única de trabajadores del Brasil también estuvo presente en el FSM, Antonio Felicio su presidente, insistió en el importante papel que tienen espacios como este, pero sobre todo, señaló que los diferentes aportes, cuestionamientos y posiciones deben organizarse en forma de declaración, para promover “acciones masivas más contundentes”, necesarias para “luchar por una sociedad equitativa” e incluso para evitar “un retroceso político en América Latina”.

El mayor encuentro de movimientos sociales logró este año el reconocimiento de movimientos de masas, de las acciones pluriculturales, y de programas conjuntos de luchas, como hechos clave para la transformación de la realidad y como mensaje propone que los movimientos sociales enfrenten el racismo, el sexismo, las políticas opresoras, y que resistan con sus críticas y movilizaciones a los gobiernos neoliberales, las estrategias consumistas que destruyen el medio ambiente, los señalamientos a opositores y a todo tipo de regímenes que pretenden recolonizar a quienes vienen sometiendo Latinoamérica por siglos.

Las actividades realizadas durante estos cinco días, permitieron debates, reflexiones e intercambio de experiencias entre la diversidad y pluralidad de sus participantes, quienes reafirmaron en el foro, que este es un medio para realizar un proceso de continuas búsquedas, alternativas y soluciones, que no necesariamente dependen de un partido político. El FSM, a través del espacio que ha propiciado el acercamiento y de reflexión de países y movimientos silenciados, ha generado respuestas a una década
llena de cambios  y de difíciles momentos políticos y humanitarios.

Si encuentras un error, selecciónalo y presiona Shift + Enter o Haz clic aquí. para informarnos.