Por: Marcela Zuluaga – mayo 13 de 2016
Miles de personas se dieron cita en diferentes ciudades de Colombia el pasado 1 de mayo para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores.
En Bogotá, a la tradicional marcha del centro de la ciudad, que reunió al menos a 5.000 personas, se sumó la jornada del sur de la capital colombiana, en la que participaron al menos 2.500 jóvenes, trabajadores, mujeres, habitantes de los barrios, niños y personas mayores salieron a las calles para reclamar mejores condiciones de vida para todos los colombianos.
Como siempre, la exigencia de salarios justos fue central en la jornada, al igual que el rechazo a las reformas tributaria, pensional y laboral que viene preparando el gobierno de Juan Manuel Santos y que, según los marchantes, deteriorarán significativamente los derechos de los trabajadores. Igualmente, se rechazó la tercerización laboral y que, con el Decreto 583 de 2016, se eliminaran las cooperativas de trabajo asociado, pero se dejó vía libre a su transformación en otras modalidades de intermediación laboral. Los manifestantes también demandan que se desarrolle la llamada ‘ley de empleo juvenil’, que abarcaría a los jóvenes de 18 a 28 años.
1 de mayo desde el sur de Bogotá
Por séptima ocasión consecutiva, las calles del sur bogotano recibieron la movilización alternativa de habitantes de las localidades de Kennedy (Techotiba), Bosa, Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe y Usme, siendo esta última la que acogió a los marchantes, que realizaron un recorrido de cerca de 20 km hasta el parque del barrio La Aurora, donde se concentraron para compartir un almuerzo comunitario y las presentaciones de los grupos musicales que acompañaron la jornada.
Según Édgar ‘Tito’ Suárez, coordinador de la Agencia de Comunicación Techotiba, el encuentro de jóvenes y trabajadores del sur de bogotá, es un espacio de aprendizaje que:
Es el reconocimiento de nuestros propios territorios, donde una localidad es la que acoge a los que llegan […] No es una manifestación aparte sino una reivindicación del lugar donde vivimos, de las cosas que hacemos, de los procesos que llevamos y es el reconocimiento de unos y otros en este sur.
Por su parte, Rodolfo Hernández, integrante del Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo (Modep), el 1 de mayo es una oportunidad en las calles del sur sirve para que la gente se apropie de sus territorios:
[Participamos] para expresar nuestro interés de construir los territorios […] Es importante convocar a la gente para que se apropie del barrio, dialogue y se encuentre con el vecino. Los habitantes de cada localidad deberían interesarse por lo que pasa en su entorno, por lo que pasa alrededor.
En palabras de Erika Prieto, integrante del Colectivo Flora Tristán, la movilización del 1 de mayo es una oportunidad para el reconocimiento del trabajo que las mujeres desempeñan en la sociedad.
Por su parte, para Dirmix Heredia, integrante de la Asociación por la Defensa de los Derechos de los Hijos del Pueblo (Addhip), comenta que es importante participar del 1 de mayo y que marcha para exigir el reconocimiento de pensiones para las madres comunitarias que han pasado ya de los 60 años: “nosotras exigimos que a todo el pueblo colombiano se le respeten sus derechos y que tenga una vida digna, un salario digno”.
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