Por: Omar Vera – mayo 13 de 2016
El pasado 15 de marzo, Juan Carlos Cardona encontró abandonado a la entrada de su residencia un artefacto explosivo sin activar que quedó en manos de las autoridades.
Cardona, quien actualmente es el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en Risaralda e integrante de los Comités de Obreros y Trabajadores Ignacio Torres Giraldo (ITG Modep), indicó que halló el explosivo antes de las 6 am, “cuando salía a despachar a mi hija al transporte” y aseguró que se trata de “una amenaza, ya no contra mí sino contra mi familia”.
El líder sindical, a quien también se le conoce amistosamente como ‘Pelusa’ en el movimiento social del Eje Cafetero, señaló que desde septiembre se vienen agudizando las intimidaciones en contra suya y de otros dirigentes sindicales en la región:
Constantemente [hemos tenido] seguimientos en las actividades que nosotros desarrollamos, incluso en nuestros sitios de residencia […] Nosotros estuvimos apoyando a los corteros [de caña] de La Virginia (Risaralda) en su proceso de acabar con las cooperativas SAS y que los vincularan directamente con una filial del ingenio. Ese proceso lesionó el interés de las cooperativas […] y creemos que por ese lado viene la principal amenaza, aunque no tenemos idea de quiénes puedan ser los responsables.
Por parte de las autoridades, hasta el momento, sólo se ha pronunciado el gobernador de Risaralda, Sigifredo Salazar, quien lamentó lo ocurrido y aseguró que “ya se iniciaron las respectivas investigaciones y esperamos que den con los responsables”.
Para ‘Pelusa’ este silencio institucional resulta bastante preocupante, especialmente porque hasta la fecha no se han conocido resultados de las pruebas que los agentes de Antiexplosivos de la Sijín realizaron sobre el artefacto de mecha lenta y la Fiscalía no ha mostrado ningún avance en la investigación sobre las constantes amenazas en su contra. Además, aseguró que:
La Unidad Nacional de Protección tiene a cargo hacer un estudio de seguridad. Hasta ahora no se ha pronunciado, no conocemos de él. Estamos así, como a la deriva, esperando a que el Estado reaccione, a que haya una investigación profunda y certera.
Adicionalmente, el líder obrero llamó a la solidaridad de todos los sectores sociales para presionar al Estado para proteger a los dirigentes sociales amenazados en el Eje Cafetero y para que:
De otro lado, nos puedan garantizar que nosotros podamos tener certeza de ejercer nuestro derecho a la libre movilización, a la libre protesta con garantías y con respeto de nuestras vidas […] para poder seguir ejerciendo nuestro libre ejercicio sindical.
De acuerdo con la Escuela Nacional Sindical, durante 2015 se presentaron 20 asesinatos, 15 atentados y 106 amenazas, dentro de un total de 182 agresiones en contra de sindicalistas en Colombia. Adicionalmente, el programa Somos Defensores señala que de las 539 amenazas en contra de defensores de derechos humanos que registraron el año pasado, en la inmensa mayoría de casos (437) los responsables son diferentes grupos paramilitares, seguidos por desconocidos (86) y la Fuerza Pública (15).
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