Por: Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper) – 20 de marzo de 2010
Clodomiro Castilla, director de la revista El Pulso del Tiempo y colaborador del bloque informativo de La Voz de Montería, fue asesinado por un sicario que le hizo ocho disparos en su propia casa, ayer a las 8:40pm en la ciudad de Montería.
Luego de regresar de su clase de derecho, el colega Castilla se encontraba leyendo tras la reja que protege la pequeña terraza de su casa cuando advirtió el peligro. Recibió un impacto de pistola 9mm en un brazo, y [luego otros] siete en la espalda cuando intentó huir, dos de ellos fatales. Los asesinos se dieron a la fuga en una motocicleta, haciendo caso omiso del CAI de la policía, ubicado a escasos 100 metros del lugar.
Justamente, el pasado 3 de marzo, Castilla envió al presidente de la Federación Colombiana de Periodistas, Eduardo Márquez, copia de un mensaje de texto dirigido al comandante de la policía de Córdoba, Sergio López, donde le informó que el sargento Helmer, responsable del CAI, le había negado la protección.
En el mismo mensaje de teléfono celular le dijo: “…lo entiendo, no es conveniente que se indisponga con William Salleg –director del diario El Meridiano de Córdoba, a quien Castilla denunció por paramilitarismo– […] respetuosamente lo responsabilizo de cualquier acción criminal en mi contra”.
Y, hora y media antes de ser asesinado, el periodista envió el siguiente mensaje al correo electrónico del presidente de Fecolper: “el doctor Pretel, magistrado de la Corte Constitucional, me llamó a través del Procurador en lo Penal, Guido Gómez Ordosgoitia, y escuché atentamente sus descargos y los publicaré. Buenas noches”.
Clodomiro hacía referencia a una llamada hecha por un artículo publicado en la última edición de su revista bajo el título “¿Quién ordenó el asesinato del abogado Raúl Benítez?”, donde denunció la que, a su juicio, era indebida injerencia del magistrado Jorge Pretel Chaljub en varios procesos judiciales en Córdoba. En particular, se refirió a la destitución del fiscal Alfonso Marimon Isaza como una supuesta retaliación por haber llamado a juicio a William Salleg Tabodada, director de El Meridiano de Córdoba.
Esa edición de El Pulso del Tiempo, salida a comienzos de mes, fue prácticamente comprada en su totalidad por desconocidos que querían evitar la difusión de sus artículos “Absurdo fallo a favor de William Salleg: atentan contra la vida de abogado que lo apeló” y “Manuel Troncoso reveló cómo se robó a Córdoba en complicidad con los López Cabrales”. Igualmente, trascribe un recurso de amicus curiae que Fecolper y el Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas (CESO-FIP) enviaron al Juez Cuarto Penal del Circuito de Montería por una acción de tutela de William Salleg contra Castilla.
CESO-FIP comenzó a prestar apoyo al colega Castilla luego [de] que fuera amenazado de muerte por Manuel Troncoso Álvarez, secretario de Salud del departamento de Córdoba y cuñado del jefe paramilitar de las AUC Salvatore Mancuso, el 2 de mayo del 2005. El periodista había denunciado la utilización de $825 millones de la salud en la realización de un censo de perros y gatos, hecho que involucró al entonces gobernador Libardo López Cabrales.
“Estamos, consternados con el crimen de Clodomiro pero, dados los antecedentes, podemos decir que fue la cobarde ejecución anunciada de un periodista controvertido”, declaró Eduardo Márquez, presidente de FECOLPER y director de CESO-FIP. “Si existe una verdadera voluntad de las autoridades por esclarecer este crimen, deben trasladar a Bogotá todos los procesos judiciales mencionados por nuestro colega”. Finalmente, el dirigente gremial envió sus condolencias a la familia del periodista, a sus amigos y colegas.
Antecedentes recientes
Durante los últimos dos años, Clodomiro había sido acusado judicialmente, a través de acciones de tutela iniciadas por la gobernadora de Córdoba, Marta Sáenz, y el director de El Meridiano de Córdoba, respectivamente.
La primera acción de tutela fue iniciada por la gobernadora de Córdoba por un fotomontaje publicado en El Pulso del Tiempo, donde Castilla expresó su opinión sobre la funcionaria. Lo curioso es que el juez de tutela le dio la razón a la demandante y exigió que el periodista se retractara.
Esa decisión tiene pocos precedentes en Colombia, pues exigir la rectificación de una opinión plasmada en una imagen claramente caricaturesca contradice la jurisprudencia constitucional: el derecho de rectificación sólo procede en casos de difusión de hechos donde se desconozca los principios de veracidad e imparcialidad.
Como si fuera poco, en esa misma oportunidad, en un incidente de desacato el juez decidió imponer una sanción de diez días de arresto al periodista porque la gobernadora consideró insuficiente la rectificación que Clodomiro hizo de la caricatura.
El segundo proceso que enfrentó Clodomiro Castilla debido al ejercicio de su profesión fue una tutela instaurada por el director de El Meridiano de Córdoba a comienzos de este año: a Castilla se le reprochó el haber difundido, en su revista y su programa de radio, información sobre él, William Salleg, donde afirmaba que existían evidencias sobre su amistad con el extraditado jefe paramilitar Salvatore Mancuso.
En un fallo aún más insólito que el anterior, el juez de tutela le prohibió tocar temas relacionados con William Salleg, en una clara expresión de censura previa, prohibida por el Artículo 20 de la Constitución Nacional.
Esta sentencia de tutela está en trámite de selección ante la Corte Constitucional, donde Fecolper espera que, justamente por la triste noticia, sea seleccionada y revisada para sentar un precedente que impida fallos tan arbitrarios y contrarios a la legislación sobre libertad de expresión y derecho ciudadano a la información.
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