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Por: Bill Conroy* – marzo 21 de 2010

Narco News ganó una batalla histórica en 2001, cuando la Suprema Corte de Nueva York desestimó una demanda por calumnia contra su publicación en línea por parte de un poderoso banco mexicano. En el proceso, la corte extendió las protecciones a la libertad de prensa por primera vez a sitios de noticias y reporteros que publican en Internet.

El editor de Narco News, Al Giordano, y su aliado de vieja data, el periodista mexicano Mario Menéndez, editor del diario mexicano ¡Por Esto!, fueron acusados en el litigio por el poderoso Banco Nacional de México S.A. (Banamex), encabezado y controlado por el banquero Roberto Hernández Ramírez.

La base del litigio fue la siguiente afirmación:

“El demandante [Banamex, desde que fue adquirido por el Citigroup de Nueva York] alega que los acusados [Giordano y Menéndez] acusaron al señor Hernández Ramírez de estar envuelto en tráfico de drogas ilegales, específicamente con el comercio de droga colombiana”, precisa la Corte Suprema de Nueva York en su fallo de 2001.

Y ahora, nueve años después, una serie de acusaciones similares han sido realizadas contra otro poderoso empresario, esta vez de Colombia, que también ha amenazado a quienes lo acusan con una demanda por difamación.

Pero, en este caso, el acusador es un veterano agente de la CIA, que ha estado relacionado en amplias operaciones antinarcóticos para el FBI y la DEA durante las décadas de los 80 y 90, así como a comienzos de la primera década de este siglo.

Esta persona es Baruch Vega, quien bajo la apariencia de un afable fotógrafo de moda jugaba un rol clave hace más de una década en los acuerdos que se establecían entre importantes narcotraficantes colombianos y representantes del sistema de justicia de EEUU. Hoy en día, Vega es todavía un individuo bien conectado en Colombia y EEUU.

En un libro sobre sus aventuras en Colombia, a punto de ser publicado, señala al hombre que lo amenazó con una demanda a comienzos de este año, después de que Vega apareciera en un popular programa de radio y lo señalara como presunto narcotraficante.

En una carta enviada en abril de 2009 a este empresario como respuesta a su amenaza legal, Vega reafirma:

Los informes y reportes [de la DEA y el FBI] elaborados en  contra de ustedes […] continuaron surgiendo y se les acusaba de participación directa con el Cartel del Norte del Valle, especialmente muy ligados a Wilmer Varela [un violento narcotraficante baleado en un centro turístico venezolano en 2008] y protegidos por miembros de la policía colombiana, en especial por el coronel Danilo González [asesinado en Colombia en 2004].

Vega afirma también en la carta, que fue enviada también al Departamento de Justicia, el Servicio de Rentas internas (IRS, por su sigla en inglés, que cumple como dirección de impuestos de EEUU), el FBI y la DEA, que el hermano del empresario colombiano que dirige una compañía de transporte en Medellín (Colombia), ha puesto precio a su vida en dos ocasiones, que fue miembro del Cartel de Medellín y que, a comienzos de los noventa, junto con otro grupo de narcotraficantes desde entonces apodados ‘Los doce del patíbulo’ “habían recibido amnistía debido a la posible colaboración contra Pablo Escobar [baleado en Colombia por las fuerzas del Estado en 1993]”.

“Otro punto relevante es el que se produce el 24 de enero de 2003, cuando el FBI y la DEA me notificaron de haber descubierto otro complot para asesinarme”, sostiene  Vega en la carta, y añade que “en esa época salí públicamente en todos los medios de prensa, radio y televisión, y denuncié al Cartel del Norte del Valle y sus miembros como cómplices de este complot”.

Vega continúa así, hasta afirmar, en la carta fechada en abril de 2009, que el ex coronel de la Policía Nacional de Colombia, Danilo González, decidió acercarse a las autoridades de EEUU poco después de convertirse en objetivo de una acusación de los EEUU por narcotráfico, lavado de activos y asesinato.

Según la carta de Vega:

Danilo González, sin ninguna otra opción, decide someterse al gobierno de EEUU y busca por mis servicios para su sometimiento. Durante el tiempo que él preparaba su propuesta de sometimiento con el gobierno de EEUU, en una grabación de audio, González inculpa y compromete totalmente […] [al hermano del empresario] […] en operaciones de narcotráfico, lavado de activos, corrupción, obstrucción de justicia y asesinatos

González estaba preparando su rendición a las autoridades de EEUU en la primavera de 2004, cuando fue asesinado en las escaleras de las oficina de su abogado en Bogotá, de acuerdo a lo registrado en enero de 2005 por el diario St. Petesburg Times.

La carta de Vega continúa:

Por otra parte, el gobierno de EEUU ha desarrollado durante muchos años, a través de varios de sus organismos judiciales, reportes muy desfavorables en contra de […] [el hermano del empresario] […] y, por ende, contra ud., como testaferro […] Tengo pleno conocimiento de esto, debido a que personalmente tuve acceso a esta información durante el tiempo que formé parte de estos organismos gubernamentales.

Vega llamó la atención de Narco News a comienzos de 2006, poco tiempo después de que el “Memorándum Kent” apareciera. Este documento afirma que agentes federales de EEUU en la embajada de Bogotá estaban en la lista de pagos de los narcotraficantes, actuando como cómplices de asesinatos de informantes que sabían demasiado y ayudando a escuadrones de paramilitares de extrema derecha en el lavado de dinero. Thomas M. Kent, abogado del Departamento de Justicia, escribió el memo a finales de 2004, como un esfuerzo para llamar la atención hacia una presunta corrupción muy seria en la embajada en Bogotá (Colombia), lo que presentó Narco News en una serie de investigaciones llamadas “La conexión Bogotá”.

Vega estuvo bien involucrado en las operaciones de EEUU referenciadas en el “Memorándum Kent”. Estas operaciones en particular se llevaron a cabo entre 1997 y 2000, y buscaban atrapar narcotraficantes del cartel del Norte del Valle.

Vega afirma que los agentes corruptos de EEUU y que son parte de la ‘conexión Bogotá’, comprometieron seriamente su labor y que varios de sus informantes dentro del mundo clandestino del narcotráfico colombiano fueron asesinados. Sostiene, además, que él tiene un profundo conocimiento de los presuntos casos de corrupción bosquejados en el “Memorándum Kent”.

De nuevo, desde la carta de abril de 2009 al empresario colombiano:

A finales de 1996 fui integrado a un grupo combinado del FBI y la DEA para reiniciar las actividades previas en la búsqueda de sometimientos y cooperación de narcotraficantes y en una operación cuyos fines eran descubrir la posible corrupción de oficiales de grupos judiciales colombianos con grupos de traficantes, así como también de miembros del gobierno de EEUU, operando a través de la embajada americana en Bogotá […] En ese entonces […] se elaboraron reportes, tanto del FBI como de la DEA, en donde nuevamente volvieron a aparecer los nombres de los hermanos […] como participantes directos en operaciones de narcotráfico y lavado de activos…

Familia de empresarios

El individuo al que Vega envió su carta en abril pasado es Juan Gonzalo Ángel Restrepo, actual presidente de GlobalMedia, firma que opera Cable Noticias, un canal informativo que funciona las 24 horas en Colombia. Ángel fue el dueño de Cablepacifico SA, un importante operador de televisión por cable colombiano adquirido por el gigante de las telecomunicaciones Telmex en 2007.

El hermano de Juan Gonzalo Ángel es también objeto de acusaciones en la carta de Vega. Luis Guillermo Ángel Restrepo, conocido como ‘Guillo’, controla la compañía de transporte Helicargo S.A., ubicada en Medellín.

En una investigación publicada en 2008 por El Tiempo, Guillo asegura que no tiene interés económico alguno en ninguno de los negocios manejados por su hermano Juan Gonzalo. Guillo también plantea que las acusaciones en su contra por partipar en actividades ilegales, como narcoparamilitarismo, son falsas y difamatorias. Añade, además, que él tiene “certificaciones” expedidas por autoridades judiciales que indican que nunca ha sido objeto de investigaciones criminales a nivel nacional o internacional.

Juan Gonzalo Ángel sostiene también que las acusaciones de estar envuelto en actividades criminales no tienen bases y afirma específicamente que lo dicho por Vega no es cierto.

“Son inventos de Baruch Vega”, le dijo Juan Gonzalo Ángel al periódico El Espectador en una entrevista publicada el 25 de julio de 2009. “Entonces, ¿por qué no me extraditaron o denunciaron? ¿Le parece normal que [Vega] haga estas acusaciones 20 años después?”

Vega le dijo a Narco News que desde que Juan Gonzalo Ángel lo amenazó con una demanda por calumnia el año pasado no ha oído nada de él ni le ha sido entregado todavía documento alguno. Vega también sostiene que entre las razones por las que las autoridades colombianas no persiguen a los hermanos Ángel con mayor esfuerzo es porque son empresarios ricos y amigos del actual presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez.

La afirmación de Vega respecto a los hermanos Ángel y su cercana relación con el presidente Uribe puede parecer material para las teorías de conspiración, pero no es la primera vez que Uribe, originario de Medellín, ha sido acusado de tener lazos con negocios de tráfico de drogas, un cargo que ha negado de manera sistemática. De hecho, un controversial documento de 1991 de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EEUU, desclasificado en 2004, revela lo siguiente acerca de Uribe, basado en información de una fuente anónima:

[Es] un político y senador dedicado a colaborar con el Cartel de Medellín en altas posiciones del gobierno. Uribe estaba vinculado a una empresa envuelta en actividades de narcotráfico en los EEUU. Su padre fue asesinado en Colombia por sus conexiones con narcotraficantes [aunque sostiene que la guerrilla de las FARC fue la responsable]. Uribe ha trabajado para el Cartel de Mdellín y es amigo personal de Pablo Escobar Gaviria. Ha participado en la campaña política de Escobar para ganar la posición de suplente de Jorge (Ortega) como parlamentario. Uribe ha sido uno de los políticos que, desde el Senado, ha atacado por todas las formas posibles el Tratado de Extradición.

 

Brecha de seguridad

Aunque pueda que la discusión entre Vega y Ángel no se arregle rápidamente ante una corte, parece que Vega no es el único que denuncia los negocios de Juan Gonzalo Ángel.

Otra persona que ha participado en la refriega es Carlos Alberto Pinilla Ochoa, quien proveyó de servicios de seguridad a Juan Gonzalo Ángel a finales de la década de los 90, según asegura recientemente El Espectador. Vega le dijo a Narco News que Pinilla fue realmente la cabeza del equipo de seguridad de Juan Gonzalo Ángel y su hermano Guillo, y que, como resultado, tiene profundo conocimiento de los negocios de ambos y de sus pertenencias.

Pinilla, de acuerdo a El Espectador, fue objeto en 2002 de “un atentado cuya autoría aún se desconoce”. Vega alega que Pinilla, que se dice un ex oficial del ejército colombiano, ha sido el blanco de múltiples planes para asesinarlo desde que dejó a los hermanos Ángel. Vega también sostiene que Pinilla se encuentra escondido y busca cooperar con las autoridades de EEUU, en un esfuerzo para compartir lo que él supuestamente conoce acerca de los hermanos Ángel y sus operaciones.

Narco News no pudo confirmar esto por su cuenta, pero estas cuestiones son raramente discutidas por las partes. Sin embargo, obtuvo las denuncias de Pinilla ante el sistema judicial colombiano, incluyendo acusaciones muy serias contra los hermanos Ángel y sus presuntos asociados.

Los siguientes son fragmentos de las acusaciones de Pinilla:

Denuncia del 14 de junio de 2009

Yo recibo en calidad de préstamo una suma de dinero, sin codeudor, sin prenda de garantía y a un tiempo extremadamente extenso, con cero intereses. El escrito elaborado por el abogado [de acuerdo con Pinilla, un accionista de Telmex Hogar SA que, aseguraba, representaba a Juán Gonzalo Ángel Restrepo] busca es que yo reciba un dinero de la persona que ordenó, en calidad de presidente de Cablepacífico SA, hoy Telmex Hogar SA [Juan Gonzalo Ángel Restrepo], asesinarme y por lo cual hoy soy víctima de desplazamiento y continúa queriendo acabar con mi vida […] El día 20 de diciembre 2008, el abogado […] en un vuelo procedente de Medelín, me llamó para decirme que traía la plata y que si yo tenía listos y autenticados los escritos enviados por él, para que nos reuniéramos. Mi respuesta fue clara, que no recibiría dinero en calidad de préstamo o de ninguna otra forma porque yo no lo necesitaba y mucho menos de la persona que había ordenado ejecutarme, que no me retractaba y que por el contrario lo afirmaba: que desde Cablepacífico SA se cometieron delitos de lesa humanidad y que mi dignidad no tenía precio, y que por los contratos vigentes con esta misma empresa yo los cobraría directamente y por la vía jurídica de ser necesario.

Petición a Telmex Hogar SA del 4 de julio de 2009

Es claro que también he manifestado a Telmex Hogar SA que soy una de las víctimas de la barbarie paramilitar que reinaba en Cablepacifico S.A. y que hoy continúa acechándome para callarme […] En referencia a mis denuncias por violación del Derecho Internacional Humanitario por parte de Cablepacífico SA, asumo la responsabilidad de demostrarlo ante el organismo que ud. consideren pertinente.

Constancia ante el entonces Vice Fiscal General colombiano, Guillermo Mendoza Diago, del 6 de julio de 2009

De manera atenta y respetuosa me dirijo a su despacho para dejar constancia que, en mi calidad de víctima de narcopara-empresarios, radiqué un nuevo oficio a la empresa Telmex Hogar SA, quien adquirió el paquete accionario de la empresa Cablepacífico SA, solicitando derechos contractuales, los cuales han sido negados y que me son imposibles reclamar por las vías administrativas, pues estaría en franca desventaja jurídica y de seguridad ante mis victimarios, teniendo en cuenta que soy una de las muchas personas afectadas por la violación de derechos humanos por parte de esta empresa y el Bloque Metro de las AUC.

 

De un archivo del 14 de junio de 2009

1. Mi denuncia contra el señor Juan Gonzalo Ángel Restrepo, alias ‘Plata Limpia’; Luis Guillermo Ángel Restrepo, alias ‘Guillo’, Hugo Albeiro Quintero Restrepo, alias ‘El Patrón de Bello’, no es por amenazas sino por tentativa de
homicidio agravado, homicidio agravado, desplazamiento forzado, expropiación, narcoparamilitarismo y delitos de lesa humanidad, y no específicamente por amenazas.

2. Que mi denuncia ante la Dirección Nacional de Fiscalías es por delitos violatorios de los derechos humanos cometidos por estas tres personas, con ayuda de organismos de seguridad del Estado, y que, por lo tanto, sería importante la competencia de una unidad especializada en esta área en apoyo a las actividades del señor Fiscal Seccional 241.

3. Que sí es cierto que el señor doctor Fabio Humar, Fiscal Seccional 241, adelanta la investigación por mi denuncia y seguramente ya citó a declarar a los por mí denunciados, pero exclusivamente por mi denuncia como víctima, sin incluir a las otras víctimas que, como yo, les han sido violados sus derechos humanos por parte de estos tres señores, en complicidad financiera de empresas como Cablepacífico SA, hoy Telmex Hogar SA; Transportes Bellanita SA y Helicargo SA […]

4. Que hasta el día de hoy he manifestado riesgos en mi seguridad personal y familiar, y no he recibido el ofrecimiento de protección por parte de la Fiscalía, a pesar de habérseme anunciado esta ayuda, obligándome a continuar desplazado y vulnerable a otro atentado. Generando con esto que mi ampliación y el testimonio de víctimas no pueda ser expresado libremente […]

6. Igualmente, solicito se me oriente la forma como puedo acceder a un abogado de oficio que me represente dentro del proceso, pues los profesionales que he contactado, una vez conocen que son personas vinculadas al narcoparamilitarismo y otrora a Los Pepes [grupo paramilitar presuntamente respaldado por el gobierno de los EEUU y que fue formado para cazar a Pablo Escobar], optan por desistir o por proponerme el cobro de unos honorarios inalcanzables de pagar de mi parte.

No es claro si las autoridades colombianas investigan de manera seria los reclamos de Pinilla, aunque un documento archivado en una de las oficinas gubernamentales confirma las quejas de Pinilla, por lo menos en parte. Los archivos se encuentran volando en los cuartos traseros de la burocracia.

De la División de Registro, Control y Correspondencia de la Fiscalía:

Le informo que su comunicación, radicada ante el Grupo de Correspondencia de esta entidad, No. 198115 2009, fue reenviada al Delegado del Ministerio Púbico (Procuraduría Delegada ante el Ministerio Público) No 130344, fechada oficialmente en julio de 2009. Los procedimientos finales serán llevados a cabo de acuerdo a los términos establecidos por el Acta 734 de 2002 CUD. La oficina del Fiscal General de la Nación aprecia su participación y colaboración, que hace una positiva contribución contra la corrupción (sic.)”.

¿Dónde está el dinero?

Sean creíbles o no estos serios cargos contra los hermanos Ángel, amables lectores, es decisión de ustedes. Lo mismo puede ser dicho de los cargos de nueve años atrás contra el banquero Hernandez Ramirez.  Pero, independientemente de esto, la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Nueva York, de desechar los cargos de difamación contra Narco News, permite mencionarla de nuevo en el contexto de estas nuevas acusaciones contra los hermanos Ángel en Colombia: “La naturaleza de los artículos publicados en el sitio en Internet de Narco News […] constituyen asuntos de interés publico, porque la información que difunde se refiere al comercio de drogas y a cómo afecta la forma de vida de la gente de este hemisferio”.

Y en lugares como Juárez, “en este hemisferio”, como consecuencia de la incesante guerra contra las drogas, la gente está muriendo por miles. Con frecuencia, en los medios, la culpa de la carnicería es puesta en manos de notorios criminales, como Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán o Vicente Carrillo Fuentes, que, presentados como personajes de tiras cómicas, parecen actuar con poderes sobrehumanos.

Es seguro que ellos son astutos hombres con formas despiadadas de sobrevivir y de adquirir más poder, pero son simplemente hombres, nada más ni nada menos. Ellos también tienen que servirle a alguien.

A la luz de las acusaciones levantadas por individuos como Vega y Pinilla, y de las denuncias anteriores, basadas en dedicadas y detalladas investigaciones adelantadas por periodistas como Giordano y Menéndez, quizás es tiempo de reconsiderar las convenciones establecidas por los medios respecto a la guerra contra las drogas, así como el elenco de personajes de narco caricaturas, armadas como siniestros chivos expiatorios: aquellas sombrías figuras que llevan pistolas con cacha en perla y son capaces de ir por todo México sin ser tocados, tras los vidrios polarizados de vehículos todo terreno hechos en EEUU.

Quizás existe otra casta de chicos malos detrás de la amenaza narcotraficante y no sean los sospechosos de siempre sino más bien, debido a las pretensiones de la sociedad, individuos considerados más allá de las sospechas, tales como banqueros de renombre, hombres de negocios con asiento en las cámaras de comercio y servidores públicos de carrera.

¿Quién sabe?

Una cosa es cierta: las muertes de Juárez y de otros lugares a lo largo de las fronteras de la guerra contra las drogas no son un cuento. Los restos de las víctimas proporcionan un recuerdo vívido de toda esta carnicería, que no es un espectáculo de caricaturas al estilo del ratón Mickey.

“Colombia exporta 100.000 millones de dólares o más en drogas cada año y todas las personas que ha sido arrestada representan sólo una pequeña parte de lo que logra ser recuperado [por las autoridades]”, reclama Vega, añadiendo que “ellos [los narcotraficantes colombianos que ahora controlan el negocio] han estado trabajando por 10 ó 15 años, haciendo 100.000 millones de dólares al año. Entonces, ¿dónde está todo ese dinero?”

Permanezcan en sintonía.

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* Publicado originalmente por la agencia Narco News. El Turbión ha traducido y re publicado este material por autorización expresa del autor.

Documentos fuente:

Carta de Baruch Vega a Juan Gonzalo Ángel Restrepo, 13 de abril de 2009.

Archivos sobre el caso judicial de Carlos Alberto Pinilla Ochoa.

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