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04  de mayo de 2010

Obreros, acompañados de estudiantes, organizaciones sociales y movimientos sindicales, salieron a las calles a conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores, expresando su inconformismo frente a la reforma laboral impuesta por el gobierno de Álvaro Uribe y el aumento de desempleo en el país. En las las marchas que se reunieron en el centro histórico de Bogotá, junto con las que se realizaron en distintas localidades capitalinas, participaron al menos 250.000 personas y en otras ciudades del país, como Cali, Bucaramanga y Medellín, las movilizaciones también fueron multitudinarias. Al final de la jornada se registraron enfrentamientos entre grupos de jóvenes y la policía que, en Bogotá, dejaron al menos a 219 personas detenidas, 14 heridas y una judicializada.

Las marchas, caracterizadas por la inclusión de múltiples montajes artísticos, demostraron la oposición de los trabajadores frente a las políticas laborales que les impiden tener condiciones de trabajo digno y remuneraciones justas. Los participantes, además, protestaron por la emergencia social en salud, por el alto índice de desempleo que, según el “Informe de coyuntura económica, laboral y sindical” de la Escuela Nacional Sindical (ENS), llega hoy al 12 por ciento de la población, y las centrales obreras denunciaron las continuas violaciones hacia los derechos humanos de los sindicalistas que se han presentado durante el actual gobierno. Tarcisio Mora, presidente de la CUT, denunció que durante el mandato de Uribe han sido asesinados 527 sindicalistas y que en lo que va corrido del año van 18 trabajadores muertos.

El operativo policial

Según la Secretaria de Gobierno de Bogotá, 2.500 efectivos de la Policía fueron dispuestos para mantener el orden público en el centro de la capital. Sin embargo, la agencia Radio Nizkor señaló que los uniformados desplegados fueron al menos 12.400, incluyendo a la Fuerza Disponible, agentes de la Sijin –tanto uniformados como de civil– y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).

La Policía se desplegó por todo el centro y sus alrededores, instalando varios retenes y ubicándose en los corredores de salida de la Plaza de Bolívar, donde se presentaron múltiples detenciones de transeúntes, requisas a periodistas y agresiones a decenas de personas. Las denuncias de algunos de los afectados señalan que algunas personas fueron obligadas a bajar de automóviles, taxis y buses para ser requisadas o detenidas, incluyendo a numerosos menores de edad.

Funcionarios de La Personería Distrital señalaron irregularidades en el uso por parte de la Policia de auxiliares bachilleres, a quienes les fueron suministrados escudos, gases y armas contundentes para arremeter contra los marchantes, puesto que la ley contempla que estos jóvenes deben cumplir una labor cívica y no de contención de disturbios.

Disturbios y enfrentamientos

Los choques iniciaron en la calle 19 con carrera séptima y continuaron hasta la Plaza de Bolívar, donde centenares de jóvenes se enfrentaron cuerpo a cuerpo con la Policía, que respondió lanzando gases lacrimógenos, ‘papas’ bombas, granadas de dispersión, chorros de agua, embestidas con motocicletas y disparos al aire para dispersar a los manifestantes. Adicionalmente, se reporta que algunas personas resultaron heridas de gravedad al haber sido golpeados por los agentes, entre ellos un periodista español.

Según registraron los reporteros gráficos de El Turbión que cubrían la jornada, los enfrentamientos se concentraron en la Plaza de Bolívar y, a diferencia de años anteriores, los manifestantes no estuvieron interesados principalmente en la destrucción de establecimientos comerciales sino en enfrentar a los agentes de policía, señalándolos como responsables de la desaparición de decenas de jóvenes en los mal llamados ‘falsos positivos’.

Adicionalmente, varios menores de edad sufrieron atropellos y, aunque algunos fueron puestos en libertad rápidamente por la presión de ciudadanos del común que exigían a la Policía su liberación, se presentaron casos de maltrato como el presenciado por nuestros reporteros en la Plaza de Bolívar, donde cuatro agentes del Esmad que intentaban detener a dos adolescentes que resistían el arresto golpearon a éstos repetidas veces en sus testículos.

De otra parte, personalidades como el representante electo Iván Cepeda y el candidato presidencial del Polo Democrático Alternativo, Gustavo Petro, quedaron atrapados en medio de los disturbios y fueron llevados al Capitolio Nacional, junto con decenas de sindicalistas, estudiantes y mujeres que presenciaban el acto político en la Plaza de Bolívar y tuvieron que huir de la arremetida policial y los enfrentamientos.

Pero no sólo en Bogotá se presentaron disturbios: en Cali los enfrentamientos dejaron heridos a fotógrafos de las agencias internacionales Associated Press y EFE, así como periodistas de Caracol y Cable Noticias, que fueron golpeados por el Esmad.

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