Al menos 2.500 personas participaron en la conmemoración del 1 de mayo en el sur de Bogotá. Foto: Yovana Vargas.
"Bogotá popular se moviliza" fue el lema escogido este año para la reconocida marcha del sur de Bogotá el 1 de mayo, Día Internacional de la Clase Obrera.

Por: Marcela Zuluaga Contreras – mayo 15 de 2017

“Bogotá popular se moviliza” fue el lema escogido este año para la reconocida marcha del sur de Bogotá el 1 de mayo, Día Internacional de la Clase Obrera.

En la movilización participaron alrededor de 2.500 personas de las localidades de Bosa, Ciudad Bolívar, Kennedy, Usme y San Cristóbal, que se dieron cita en distintos puntos del sur de la capital colombiana para dirigirse al parque del barrio San Javier, donde fueron recibidos por diversas organizaciones sociales que organizaron un almuerzo comunitario y un acto cultural.

 


Solidaridad

Esta protesta se da como resultado de un proceso de movilización local que inició hace nueve años, cuando distintas organizaciones dejaron de movilizarse hacia la Plaza de Bolívar por los continuos incidentes que se presentaban entre los manifestantes y el enorme operativo policial que las autoridades acostumbran a desplegar para el 1 de mayo. A partir de entonces, cada año más y más colectivos fueron sumándose a la iniciativa, organizando una mesa distrital para coordinarse y acordando en cada ocasión cuál sería la localidad receptora de la marcha. Este año dicha labor recayó en San Cristóbal y su mesa de organizaciones del suroriente, en la que confluyen alrededor de 12 organizaciones encargadas de la logística para la jornada del 1 de mayo desde el sur y realizaron su propia marcha entre los barrios Tiguaque y Villa Javier.

Felipe Martínez, integrante de la organización comunitaria Loma Sur, explicó que San Cristóbal hace cuatro años se articula esta iniciativa para llegar a los barrios y poder acercarse a los bogotanos:

La marcha […] debe ser territorial, debe ser local, debe llegar a la gente de los barrios porque ahí está el poder. Esa es la diferencia con la otra movilización del centro porque hay una visión de que llegar a la Plaza de Bolívar es llegar al punto del poder del establecimiento. [Esta] es una visión del poder distinta y aquí en el sur se busca generar un proceso de poder popular con la gente, se busca llegarle a la gente para que empiece a movilizarse con nosotros.

La mayoría de personas que salen a marchar en el sur de Bogotá hacen parte de organizaciones sociales que trabajan en los barrios populares basadas en la solidaridad y en la lucha contra la desigualdad. Felipe Martínez asegura que:

La gente sabe que debe unirse para seguir construyendo territorios y sobrevivir. El almuerzo comunitario es un ejemplo de eso: se reúnen recursos de las diferentes localidades para compartir alimentos con la gente que nos está acompañando en el proceso y la apuesta está en que cada localidad construya su proceso autónomo y se articule en las peticiones distritales.

Para compartir más de 4.000 almuerzos con los manifestantes y los habitantes del sector, el 30 de abril se realizó una minga de organizaciones sociales que reunió a 35 personas de todas las localidades en torno a la preparación de los alimentos. Viviana Penagos, líder comunitaria, comentó que esta labor previa se realizó con personas que trabajan en los comedores comunitarios de Suba y Ciudad Bolívar, y que también se organizó un grupo encargado de hacer entrega de la comida al paso de la protesta.

Para Óscar Patiño, quien es maestro de la localidad de Ciudad Bolívar y es activista del Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo (Modep), la marcha del 1 de mayo ha tenido que recuperar su vínculo con el territorio:

La marcha no se ligaba con los barrios: era simplemente ir a cantarle la tabla al poder político en la Casa de Nariño y no veníamos  a compartir, a tocar las puertas de los vecinos, a pintar las paredes exigiendo salario digno, educación, soberanía alimentaria… Y esta cita nos la hemos venido dando desde el año 2007 en Bosa, luego en Usme, Kennedy, Ciudad Bolívar y hoy en San Cristóbal, donde lo importante es que se sienta que el 1 de mayo es de la gente, que es desde el sur, que es desde el trabajador, la trabajadora, el rebuscador, que somos los que realmente construimos este país.

El 1 de mayo fue una jornada intensa por su largo recorrido, algunas personas caminaron hasta 10 km, pero cargada de  alegría, música, batucadas, arengas, fraternidad, expresiones de colaboración y momentos para compartir entre manifestantes. La movilización del sur demostró que entre los vecinos de los barrios populares de Bogotá se puede construir solidaridad para luchar por los derechos de todos.

Si encuentras un error, selecciónalo y presiona Shift + Enter o Haz clic aquí. para informarnos.