Por: Marcela Zuluaga – noviembre 25 de 2017
Con las consignas “Mujeres contra la guerra, mujeres contra el capital, mujeres contra el machismo y el terrorismo neoliberal”, “Nos queremos vivas”, “Ni una menos”, “No más feminicidios en esta ciudad” cerca de mil personas, hombres, mujeres, niños e integrantes de organizaciones sociales, se dieron cita el pasado 25 de noviembre frente al Centro Memoria Histórica en la capital de Colombia para marchar y denunciar la situación que viven diariamente las mujeres trabajadoras, campesinas, negras, indígenas, excombatientes, estudiantes, lesbianas y transgénero, y sus reivindicaciones.
La movilización se dio en el marco anual de la conmemoración mundial del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que anualmente congrega a más personas en nuestro país, aumentando las voces que exigen a las instituciones gubernamentales y a la sociedad civil la búsqueda efectiva de las mujeres desaparecidas y respuestas a la pandemia de agresiones contra las mujeres.
La violencia contra las colombianas en cifras
De acuerdo con la Corporación Sisma Mujer, el número de feminicidios en el país viene en aumento y en 2017 se registró un incremento de 12,28% respecto al año anterior. Esto indica que durante estos dos años, por lo menos cada 3 días una mujer ha sido asesinada por el solo hecho de ser mujer.
Por su parte, la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin) de la Policía Nacional ha señalado un aumento de las agresiones sexuales a mujeres del 35,93% entre 2015 y 2016, y ha asegurado que al menos una mujer fue agredida sexualmente cada 20,9 minutos durante 2016.
Si bien Colombia actualmente transita por un proceso de paz por cuenta de la firma del acuerdo de paz con la FARC y el avance del proceso de diálogo con el ELN, preocupa que las cifras disponibles constatan la persistencia de hechos de violencia sexual perpetrados por actores armados. De acuerdo con el Registro Único de Víctimas, durante 2016 cada día al menos una mujer fue agredida sexualmente en el contexto del conflicto armado.
Por último, se requiere atención sobre la difícil situación de agresiones contra las defensoras de derechos humanos, la cual se ha venido agudizando. Según el programa Somos Defensores, entre enero y junio de 2017, se registró un total de 335 agresiones, de las cuales el 24% fueron dirigidas contra defensoras y activistas.
Luchando por volverlas a ver
Alix Mery Ardila, madre de Carolina Garzón, una joven desaparecida el 28 abril de 2012 en Ecuador quien era estudiante de la Universidad Distrital, periodista del El Macarenazoo y militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), recalcó la importancia de estas movilizaciones y de persistir en la exigencia de que las mujeres desaparecidas sean devueltas a sus seres queridos.
Luchando por las mujeres en el paso a la paz
Lorena Hernández, integrante de Mujeres Farianas, habló sobre el compromiso que asumen las excombatientes y militantes de su nuevo partido con la lucha contra la violencia de género, ahora que han pasado a la vida civil, y se refirió a las acusaciones en contra de su organización por casos de violencia sexual cometidos en el marco del conflicto armado. Asimismo, recalcó que la violencia contra las mujeres ha sido una práctica histórica que busca evitar la reivindicación de sus derechos y mantener la desigualdad, un asunto que merece el rechazo de toda la sociedad.
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