Agosto 25 de 2018
La consulta anticorrupción de mañana ofrece a los colombianos una oportunidad única para hacer valer su voz ante una clase política tradicional que, a través de la historia, ha usado al Estado para enriquecerse y mantener una pavorosa desigualdad social. Tal vez por eso ha encontrado tantos detractores entre quienes los poderosos de siempre, las élites empresariales y de gobierno, y los grandes monopolios de comunicación.
Independientemente de los resultados que salgan de las urnas, dado que el umbral requerido es el más alto de la historia electoral del país y se requieren doce millones de votos para que lo definido en las siete preguntas de la consulta se convierta en Ley, en esta jornada electoral se manifestará el arraigado descontento de los colombianos con un Congreso y unos altos cargos del Estado marcados por constantes escándalos de corrupción y por una desvergonzada desigualdad de poder y de ingresos respecto a los ciudadanos del común en un momento histórico de gran decepción social con un sistema político que, a cada momento, se demuestra diseñada para beneficiar los intereses de una ínfima minoría. Por esto, hoy resulta fundamental el llamado a participar y que nadie que alguna vez se haya quejado de este orden de cosas inicuo y mezquino se quede sin votar siete veces sí. Es hora de romper, al menos por esta vez, con la abstención pasiva y conformista que históricamente ha caracterizado a nuestra maltrecha democracia.
Esta consulta popular se ha mostrado para muchos como una manera de castigar a los políticos eternizados en el poder y a quienes amañan el manejo de los recursos públicos para abultar las ganancias de empresarios y funcionarios deshonestos, al tiempo que pretende de hacer más transparentes los procesos de selección y contratación estatal en Colombia. No obstante, es claro que hay muchas personas que aún no tienen claro el contenido ni los alcances de las medidas planteadas en las siete preguntas de este mecanismo de participación ciudadana, lo cual se ha agravado con la campaña sucia que el uribismo –incluida la promesa vana y tramposa de un aumento salarial por parte de quien saldría más perjudicado por tener que mostrar públicamente de dónde ha salido su patrimonio desde que era presidente–, los políticos tradicionales, determinados grupos religiosos y algunos directivos de medios han desatado en los últimos días, tachándola de innecesaria, absurda y ‘populista’, para proteger sus intereses. Por eso, es necesario entender qué es lo que se va a votar en la consulta y explicarlo a la gente con simpleza, sin mitos ni mentiras.
Sin embargo, es claro que estas medidas resultan, a todas luces, insuficientes para erradicar un mal que hace parte de la esencia misma del capitalismo. El Estado, ese ente abstracto y opaco que representa el poder político en la sociedad en la que hemos sido obligados a vivir, no puede tener otra naturaleza en un orden diseñado para que unos pocos ciudadanos llenen sus bolsillos a costa del esfuerzo de todos los demás que la de servir de catapulta para quienes, tras el discurso de la democracia, el emprendimiento y la libertad de empresa, se trepan al punto máximo de los privilegios usando el erario público como botín de sus aventuras.
A pesar de que este vicio social que es la corrupción solo pueda cambiarse inventando otro sistema político, económico, social y cultural que garantice la transparencia y la igualdad, y de que algunas de las medidas contempladas en los siete puntos de la consulta ya se encuentren en unas leyes que nadie parece querer hacer cumplir, los colombianos no debemos desperdiciar la oportunidad que tenemos mañana para golpear a la élite deshonesta que nos gobierna y demostrar que podemos soñar con otra forma de vivir como sociedad y gobernarnos. Las votaciones de mañana serán, pues, solo una excusa en este sentido y, aunque no se alcance el umbral, darán cuenta de la fuerza que empiezan a tener las ideas de cambio en nuestro país.
Demostremos mañana nuestro repudio a los barones políticos tradicionales y a los corruptos atornillados al poder diciendo siete veces sí.
Si encuentras un error, selecciónalo y presiona Shift + Enter o Haz clic aquí. para informarnos.