Por: Liz Rincón Suárez, equipo El Turbión Cataluña – abril 6 de 2012
La plaza Sant Felip Neri, en pleno corazón de Barcelona, fue el escenario para recordar a la docente y ambientalista colombiana Sandra Viviana Cuéllar, desaparecida el 17 de febrero de 2011 en la vía que conecta a las ciudades de Cali y Palmira, en el departamento colombiano del Valle del Cauca. Sandra Viviana se dedicó durante más de diez años a la protección de las reservas naturales y a la defensa de los derechos humanos en las comunidades de su región. En el momento de su desaparición lideraba la Asociación Ambiental Surviviendo y hacía parte del Movimiento Amigos de la Tierra.
El acto de homenaje abrió con las palabras de Aléxia Guilera, de la Mesa catalana por la paz y los derechos humanos en Colombia (Taula Catalana per la Pau i los Drets Humans en Colombia): “todos sabemos por qué estamos aquí. Desaparecieron a Sandra cerca de Cali cuando salía de su casa hacia Palmira para dirigirse a la Universidad Nacional. Ella era activista de muchas causas relacionadas con el agua, con los recursos en Colombia, luchaba porque el agua no se privatice (…) Estamos aquí para recordar la figura de Sandra, su lucha, la lucha de tantas personas como ella”.
Durante el acto, que se inició a las seis de la tarde, decenas de mariposas de papel fueron depositadas sobre el mapa de Colombia representando el anhelo de paz de los asistentes. De acuerdo a Marina Perejoan, la mariposa “significa la encarnación del alma, es una imagen metafórica de la mujer joven […] hemos simbolizado nuestra voluntad y la semilla de la paz con pequeñas mariposas hechas a mano para así expresar nuestra firme idea de que hay sitio, de que hay espacio para la paz en Colombia y queríamos visibilizar el agua, el derecho y el acceso de uso público del agua que también Sandra Viviana, como activista y defensora a nivel ecológico, promovía a las comunidades indígenas”.
Las mariposas fueron distribuidas y ubicadas por los asistentes a lo largo y ancho del mapa colombiano, que en el departamento del Valle del Cauca alojó la fotografía de Sandra. En la fuente de la plaza cada persona ubicó una vela encendida en el agua al mismo tiempo que se leían frases alusivas a la paz y a la esperanza.
“Sandra Viviana: te estamos esperando”
Según Guilera, el colectivo de defensores de derechos humanos es uno de los grupos más golpeados por los actores armados. “En Colombia, las cifras de la desaparición forzada ya encabezan el lamentable ranking de primer país del mundo con desaparición forzada. Ella [Sandra] representa un colectivo agredido, con una persona asesinada cada ocho días el año pasado”. La desaparición de la ambientalista fue denunciada como un crimen político que hace parte de un conjunto de persecuciones a líderes y activistas.
Para Ana Paula Silvestre, asistente al acto de homenaje, cada persona que desaparece en la humanidad podría ser cualquiera de nosotros, “esta actividad es importante por la repercusión que puede tener para que la gente se entere de que todavía hay gente que desaparece por estar luchando por un mundo mejor”.
A Sandra Viviana aún se le espera. Los participantes manifestaron que “con la más sincera y profunda sensibilidad, expresamos también nuestro apoyo a la familia y a los amigos de Sandra Viviana delante del trágico hecho de su desaparición forzada” y, con este homenaje se propusieron “compartirlo, explicarlo, decir abiertamente que esto es un hecho horrible que sucede en Colombia”.
Uno de los momentos más emotivos del evento fue la lectura de la “Oda a la tristeza” de Pablo Neruda, en voz de Luis Alzate, periodista colombiano: “La tristeza no puede / entrar por estas puertas. Por las ventanas / entra el aire del mundo, / las rojas rosas nuevas, / las banderas bordadas del / pueblo y sus victorias. / No puedes. / Aquí no entras”.
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