Edward Snowden - Mural y foto: Thierry Ehrmann

Edward Snowden - Mural y foto: Thierry Ehrmann

Por: Bill Conroy – agosto 5 de 2013

Edward Snowden está atrapado en un aeropuerto ruso y trata de migrar a América Latina, donde varios países le han ofrecido asilo. Snowden está huyendo del gobierno de los EE.UU. debido a sus revelaciones: mientras trabajaba para el contratista privado Booz Allen, accedió a documentos que muestran que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por su sigla en inglés), adscrita a la Secretaría de Defensa, realiza extensos programas de vigilancia doméstica en los Estados Unidos y en otros países.

Prueba de todo aquello son los resultados de una orden judicial hecha pública por Snowden y que fue emitida en abril por el tribunal de la Ley de Inteligencia y Vigilancia Extranjera (FISA, por su sigla en inglés), una entidad legal estadounidense encargada de revisar y aprobar las solicitudes de vigilancia clandestina del gobierno. Sin embargo, lo revelado luego de la ordenanza del tribunal FISA no es novedad: todo había sido noticia antes, en 2005, cuando emergieron las primeras historias en los medios de comunicación mostrando que la Agencia Nacional de Seguridad estaba comprometida en programas de vigilancia doméstica bastante extendidos.

Por esa época, la misma empresa de telecomunicaciones mencionada en la orden judicial del tribunal FISA, Verizon, también fue acusada de participar en el programa de vigilancia doméstico de la NSA. De hecho, es probable que el programa –que, según se dice, fue lanzado bajo la administración de Bush en 2002, como respuesta a los ataques del 9/11– nunca haya terminado y sea el mismo programa de vigilancia al que hace referencia la orden judicial del tribunal FISA hecha pública por Snowden.

Un informe de abril de 2008, realizado por el Servicio de Investigación del Congreso estadounidense (CRS por sus siglas en inglés), presenta las pruebas:

En las noticias de diciembre de 2005 apareció por primera vez la revelación de la existencia de un programa secreto de vigilancia terrorista de la NSA desde, al menos, el año 2002, teniendo como puntos principales la recolección, el análisis, y la distribución de información de llamadas telefónicas domésticas […] En mayo de 2006, las noticias agregaron detalles adicionales en cuanto al programa de vigilancia terrorista de la NSA, renovando las preocupaciones sobre la posible existencia de vigilancia doméstica no autorizada. Según estos informes, después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, la NSA contrató con AT&T, Verizon y BellSouth la recolección de información acerca de llamadas telefónicas domésticas manejadas por estas empresas. La NSA, en su momento, según se informó, usó estos datos para realizar un ‘análisis de redes sociales’, es decir, para trazar un mapa de relaciones personales entre la gente, basada en sus llamadas.

Después, Verizon fue expuesta en los medios como parte del programa. Posteriormente, la empresa publicó una declaración en la que negó compartir información de las llamadas telefónicas de sus clientes con la NSA:

Verizon hizo público [en 2006] que, “no puede y no confirmará o negará si tiene relación con el programa secreto de la Agencia Nacional de Seguridad”, pero que “Verizon y sus empresas wireless y cableadas no brindaron registros de clientes, información de llamadas locales o de cualquier otro tipo a la Agencia Nacional de Seguridad“. [Las negritas son nuestras].

Verizon no fue la única empresa vinculada con la NSA que dio una comunicación pública al respecto. En enero de 2007, en una carta dirigida al Comité de la Judicatura del Senado de los EE.UU., el entonces fiscal general Alberto González escribió:

Un juez de la Corte de Inteligencia y Vigilancia Extranjera emitió órdenes que autorizaban al gobierno para compilar comunicaciones internacionales entrantes o salientes de los Estados Unidos, donde existiera una mínima causa para creer que uno de los interlocutores fueran miembros o agentes de Al-Qaeda, o de alguna organización asociada al terrorismo. [Las negritas son nuestras].

De nuevo, al igual que Verizon, la administración de Bush parece confiar en crear eufemismos para distraer la atención del público. Aunque el programa de vigilancia de la NSA revelado por Snowden tenga por objeto “comunicaciones internacionales entrantes o salientes de los Estados Unidos”, esto es sólo la mitad de la verdad, ya que ahora sabemos que el programa, como informaron los medios de comunicación en 2005 y 2006, también incluye volúmenes masivos de información y datos involucrados en el flujo de las telecomunicaciones domésticas.

Entonces, tenemos que preguntarnos por qué el gobierno de los EE.UU. y los grandes medios comerciales de comunicación nacionales golpean tan alto el tambor de la traición cuando se revelan los descubrimientos de Snowden, alegando que han causado un daño devastador a la seguridad nacional, si eso ya había sido revelado antes por esos mismos medios.

Una fuente con vínculos a la comunidad de inteligencia reveló a NarcoNews que un “equipo ya ha sido enviado” para atrapar a Snowden y que cuenta con una autorización de ‘rendición extraordinaria’, es decir, de sacar extrajudicialmenta a una persona de cualquier país con el objeto de llevarla a otro. “El equipo está acechándolo”, dice la fuente.

Probablemente, esto no es sorpresa para nadie, menos para el mismo Snowden, quien ésta enfrentando increíbles obstáculos en cualquier intento para desplazarse a Latinoamérica, pues cualquier ruta aérea existente desde Moscú debe atravesar espacio de aliados de los EE.UU.

La campaña internacional de las autoridades de EE.UU. para desacreditar y detener a Snowden genera desconcierto por su magnitud, más teniendo en cuenta que, en el pasado, ya había sido expuesto públicamente el tema del comportamiento de la NSA. La única cosa que han logrado las recientes revelaciones de Snowden es poner en boga de nuevo la cuestión, centrándose en nuevas pruebas. Puede ser que el pecado cometido por Snowden sea que su evidencia resulte demasiado buena, que no dé pie a ninguna refutación de parte del gobierno y los líderes de las grandes empresas involucradas en el engaño al público sobre sus actividades, incluso si éstas eran técnicamente legales y aprobados por el tribunal FISA.

¿Qué puede ser tan perjudicial sobre esos descubrimientos ahora? Ante todo, que la comprensión que los estadounidenses tienen del poder de la información derivada de redes sociales está mucho más desarrollada que a mediados de 2000, debido al crecimiento, masificación y aceptación de redes como Twitter o Facebook.

Mapeo de redes sociales

La razón para reunir información de llamadas domésticas es clave si se quiere entender el programa de vigilancia de la NSA. Como se lee en el reporte del CRS, en 2006, la NSA tomaba información de las llamadas de Verizon y otras prestadoras de servicio de telecomunicaciones para adelantar “análisis de redes sociales para el mapeo de relaciones entre personas, según sus comunicaciones”.

En esencia, esto significa que la NSA creó un sistema clandestino y masivo de vigilancia de comportamiento de medios y relaciones sociales. En términos simples, el análisis de redes sociales es una versión sumamente refinada del juego de los “Seis grados de separación” de Kevin Bacon, que está basado en la premisa de que dos personas al azar en el planeta pueden ser vinculados al actor Kevin Bacon a través de seis o menos relaciones de conocidos personales.

Desde luego, el análisis de redes sociales empleado por la Agencia Nacional de Seguridad usa una poderosa infraestructura computacional y software sofisticado que, juntos, son capaces de analizar enormes cantidades de datos a una increíblemente alta velocidad. Indudablemente, estos datos incluyen una mezcla de información pública de la fuente, como la que se peude extraer del registro de votantes, que incluye nombres, direcciones de correo electrónico y números de teléfono; y de otros datos privados, como los registros telefónicos obtenidos por la NSA según lo revalado en la orden del tribunal FISA. Al combinarlos, pueden arrojar mapas de información muy exactos, de nombres integrados a datos e información geo espaciales en tiempo real –actualmente empleados en el programa de Drones de EE.UU.–, de modo que la NSA no sólo sabe quién es la persona sino a quiénes está vinculada en cualquier momento determinado, así como dónde se encuentran en este momento en el planeta y dónde estarán probablemente después. Esto es, en esencia, la cuenta de Facebook suprema.

Snowden también publicó, como parte de sus revelaciones, que los principales proveedores globales de correo electrónico y medios de comunicación social, tales como Google, Apple y Facebook, también están ligados a la red de vigilancia de la NSA, gracias a un programa llamado Prism, a través del cual estas empresas, según se dice, proveen de cantidades masivas de información de sus usuarios a dicha agencia, permitiéndole el acceso a sus servidores. Estos gigantes de la tecnología, tal como lo hizo Verizon en 2006, lo han negado todo.


Misión Rastreo

Claramente, el mapeo de redes sociales, a la escala en que está siendo usado actualmente por la NSA, es una herramienta inestimable en el rastreo de células terroristas que intentan funcionar dentro de EE.UU. Sin embargo, esto podría ser usado de la misma manera para identificar y rastrear a individuos afiliados a organizaciones políticas o religiosas legítimas, así como con movimientos sociales que algunas corporaciones o agencias de gobierno estadounidense consideren una amenaza.

Del informe del CRS:

La Misión Rastreo es uno de los riesgos principales de extracción de información citado por defensores de las libertades civiles y demuestra que tener control sobre propia información personal puede ser una idea poco convincente. La Misión Rastreo se refiere al empleo de información para objetivos distintos para los cuales fue recogida. Esto puede ocurrir independientemente de si fueron proporcionados voluntariamente por el individuo o si fueron compilados por otras vías […] La potencial reutilización de información sugiere que las preocupaciones acerca de la Misión Rastreo pueden extenderse más allá de la protección de derechos civiles en el caso de que la información sea usada para “sindicar a un individuo únicamente sobre la base de la religión, la expresión o del uso de la información en una forma que violaría las garantías constitucionales contra la autoincriminación”.

[…]

Las implicaciones para la gente de los EE.UU. y sus derechos Constitucionales son profundas, así como para los ciudadanos de todo el mundo, pues este poderoso análisis de redes sociales puede aplicarse a áreas que podrían comprometer las libertades civiles, por ejemplo, usándolo para interrumpir la organización de sindicatos o para manipular votaciones.

Al final, cuando se trata de vigilancia de su población doméstica, Estados Unidos podría estar enfrentándose a una decisión tremenda. ¿A qué teme más como pueblo: al terrorismo o al despotismo?

Permanezcan en sintonía…

__________

Esta nota fue originalmente publicada por NarcoNews y Bill Conroy concedió getilmente a El Turbión los derechos para traducirla al español y publicarla en Colombia. Agradecemos especialmente a Gangrel Alioth M. y a Juan Camilo Lee por su apoyo en la traducción y revisión de la misma.

Si encuentras un error, selecciónalo y presiona Shift + Enter o Haz clic aquí. para informarnos.