Por: Guillermo Nova – noviembre 4 de 2007
En momentos en los que se intensifica el debate sobre la reforma constitucional en Venezuela, la oposición intensifica las movilizaciones violentas en contra de aquella, utilizando a los estudiantes como ariete.
Esta técnica, que ya fue utilizada cuando se produjo el fin de la concesión de RCTV, se mantiene en el tiempo: ayer se reivindicaba la libertad de expresión, hoy la pérdida de la pluralidad política.
Lo cierto es que la respuesta a las medidas que está impulsando el presidente Chávez siempre se caracteriza por la fuerte violencia y la ausencia de debate, aunque se ofrezca la oportunidad para el mismo, como se hizo en su día en la Asamblea Nacional.
El último caso ha sido el asesinato de una estudiante de comunicación social de la Universidad del Zulia, Flavia Araújo Pisapia, y el de un hombre identificado como Homero Romero, quien se presume fue uno de los pistoleros que, en las cercanías de la Universidad del Zulia, disparó contra los estudiantes que protestaban por la suspensión de las elecciones estudiantiles.
Según afirmó Venezolana de Televisión, los jóvenes estudiantes que manifestaban ayer en los alrededores de la Universidad del Zulia, con diferentes armas de fuego, pertenecían a los movimientos Iniciativa 13, Democracia Cristiana Universitario y Un Nuevo Tiempo, todos del sector oposicionista que promueve una serie de actividades generadoras de violencia, en las cuales se ve a varios jóvenes armados y creando disturbios.
Las personas armadas se habrían mantenido en contacto con Yorman Barillas, candidato a la Federación de Centros Universitarios de la universidad zuliana; con Arturo Alcamar, candidato al Centro de Estudiantes de Economía de LUZ, y con el coordinador juvenil de Un Nuevo Tiempo, Víctor Juz, entre otros. Luego de haber creado un clima de tensión y caos en las inmediaciones de la facultad de Ingeniería, se produjeron los lamentables hechos donde fueron abatidos Flavia Araújo Pisapia y Homero de Jesús Romero, del que se presume fue uno de quienes disparó. Durante la balacera resultaron heridos otros 11 estudiantes, cuatro de ellos muy graves.
El director del Cicpc, Marcos Chávez, en declaraciones a los medios, afirmó que se había detenido a una persona de nombre Mario Hernández, a quien se le decomisó una pistola 380 y quien podría estar involucrada en los hechos ocurridos en la Universidad del Zulia.
Dijo, igualmente, que habían decomisado un vehículo en el mismo centro de salud, agregando que en la sección de emergencias del hospital se encuentra otra persona de apellido Ludovic, quien, de acuerdo con este funcionario, podría estar involucrado en los violentos hechos que dejaron como saldo dos personas fallecidas y ocho heridos.
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Publicado originalmente por laRepública.es
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