Por: Camila Ramírez – mayo 4 de 2014
En la conmemoración del Día Internacional del Trabajo en todo el país en Bogotá, además de la tradicional marcha por el centro de la ciudad, una movilización alternativa recorrió localidades como Bosa, Techotiba (Kennedy), Usme, San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe y Ciudad Bolívar, reuniendo a más de 2.000 en la Casa de la Cultura de esta última para exigir vida digna para los barrios populares.
Hacia las 9:00 am comenzaron a llegar las diferentes organizaciones sociales a los puntos de encuentro en los barrios. Las marchas se tomaron la autopista Sur, mientras que, con consignas y volantes, se irrumpió en los barrios para que la gente se enterara por qué se caminaba frente a sus casas en esta inesperada protesta. En medio de la movilización se rechazó la precarización y tercerización laboral, pero también se plantearon exigencias como las salud y educación dignas para los habitantes del denominado territorio de la ‘media luna’ bogotana.
La movilización del primero de mayo desde los barrios del sur está adquiriendo fuerza año tras año, mientras las organizaciones sociales se están apropiando de las calles de los barrios para llegar a los sitios donde viven los trabajadores, los jóvenes, las mujeres y las grandes mayorías que requieren de cambios profundos en el país.
Frank Molano, vocero nacional del Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo (Modep), manifestó que “la dinámica de la marcha del centro se ha venido agotando para las comunidades. Lo que surge aquí es una nueva expresión de las luchas sociales urbanas, que tienen como punto de encuentro sus propios territorios”. Por su parte, Daniel, miembro de la organización Entre Redes expresó que la movilización del 1 de mayo ha permitido la articulación con otras organizaciones sociales que trabajan en los barrios: “están los compañeros que tienen los trabajos territoriales y vienen desarrollando prácticas alimentarias, los procesos juveniles, los procesos culturales. Desde esas dinámicas se ha venido construyendo una propuesta política para mejorar las condiciones de este sur, que no es el espacio geográfico sino es el sur de los excluidos y de la gente que está sin condiciones de dignidad”.
Además de las exigencias de trabajo decente y digno, la movilización del sur manifestó su apoyo al paro agrario, étnico y popular, invitando a los habitantes de los diferentes barrios a sumarse a las protestas en defensa de sus derechos. Manifestaron que es necesario que los sectores urbanos y populares se movilicen frente a problemáticas que también afectan la ciudad, como los tratados de libre comercio, el alto costo del trasporte público, el aumento de los precios en la canasta familiar y la crisis del campo.
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