Los trabajadores del Hospital San Juan de Dios esperan que la Administración Distrital de Bogotá, la Gobernación de Cundinamarca y el Gobierno Nacional definan una salida para la crisis que ha mantenido cerrada la institución durante más de una década - Foto: Paola Bogotá

Los trabajadores del Hospital San Juan de Dios esperan que la Administración Distrital de Bogotá, la Gobernación de Cundinamarca y el Gobierno Nacional definan una salida para la crisis que ha mantenido cerrada la institución durante más de una década - Foto: Paola BogotáPor: Paola Bogotá – septiembre 1 de 2012

El Hospital San Juan de Dios se fundó en la ciudad de Bogotá en 1723, durante el periodo colonial, originalmente llevaba el nombre de “Jesús, María y José”. Éste es el primer centro hospitalario de la capital y la obra se realizó con carácter caritativo, para aquellos residentes del centro y sur de Bogotá que pertenecían a estratos socioeconómicos bajos. Para aquel entonces, el hospital abrió sus puertas con seis camas y, con el pasar del tiempo, se habilitaron doscientas. Desde sus inicios, ha sido un lugar icónico y objeto de noticia a nivel nacional, ya que ha experimentado transformaciones a medida que la situación sociopolítica del país ha cambiado.

Hernando Forero Caballero, profesor de la Universidad Nacional y experto en ciencias médicas, argumenta que dichos cambios se presentaron en cinco etapas.

La primera de ellas surge durante la época de la Colonia, cuando los religiosos son los encargados de la administración del país y del Hospital San Juan de Dios. Por su parte, Blanca flor Rivera, trabajadora y posteriormente habitante del hospital, afirma que la financiación del hospital era responsabilidad de la Corona Española y que también recibía generosas donaciones de personas acaudaladas de la época.

Dicha administración tiene vigencia hasta la época moderna, en donde entra la influencia francesa a mediar en el progreso clínico y científico del país, aspecto que deja secuelas en los avances médicos del centro hospitalario. Un ejemplo de esto es la implementación de la técnica, traída por el Francés Broussais, de la sangría con el objeto de tratar enfermedades crónicas.

Posteriormente, de acuerdo a Hernando Forero, durante el periodo contemporáneo, la influencia científica de los EE.UU. permea el desarrollo técnico científico, dominando el pragmatismo, aspecto que da lugar a una nuevo uso del hospital. Aquí se gesta la idea de vincular practicantes de medicina al interior de las instalaciones de los hospitales públicos, sin embargo, dicha propuesta se consolida muchos años después.

La cuarta etapa empieza cuando el sistema de salud en Colombia implementa la comercialización de la medicina, provocando que los beneficiarios de los regímenes subsidiados accedieran en menor medida a los servicios básicos de salud en el país. Acto seguido, en 1926, se lleva a cabo en las instalaciones del Hospital San Juan de Dios la primera cirugía, evento que lo posiciona como el centro de investigación y formación médica más importante del país.

A partir de ello, la institución desarrolló diversos avances médicos, como los primeros pabellones de Patología, Cirugía plástica y Neonatos de la capital, donde nace el programa Madre Canguro, el cual logró solventar problemas de supervivencia en la niñez y es catalogado como un desarrollo médico pionero en el mundo.

Sin embargo, el mayor logró médico se consolidó en el instituto de inmunología, donde Manuel Elkin Patarroyo creó la primera vacuna sintética del mundo. Es entonces cuando se toma la decisión de adscribir al Hospital San Juan de Dios a la Facultad de medicina de la Universidad Nacional, dándole el carácter de hospital universitario.

Pero las cosas cambian radicalmente cuando en Colombia se da inicio a la mercantilización de la medicina y se implementa un nuevo modelo de salud sustentado constitucionalmente por la Ley 100 de 1993. Este cambio supone que el Estado subsidie la demanda y no a la oferta, cuestión que llevó al Hospital San Juan de Dios a presentar contrariedades económicas que terminaron siendo asumidas por los dueños legales: la Beneficencia de Cundinamarca, la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Universidad Nacional de Colombia.

Tras seis años de actividad bajo el nuevo modelo de salud, el Hospital San Juan de Dios fue intervenido por el gobierno de Andrés Pastrana, ya que se declaró inviable financieramente. Las repercusiones del cierre afectaron a pacientes del hospital, practicantes de medicina de la Universidad Nacional y posteriormente a sus trabajadores, quienes ahora se han convertido en habitantes de las instalaciones del histórico hospital.

Si encuentras un error, selecciónalo y presiona Shift + Enter o Haz clic aquí. para informarnos.