Más de 30.000 personas participaron en el paro del 17 de marzo en Bogotá - Foto: Camila Ramírez.
Más de 30.000 personas participaron en el paro del 17 de marzo en Bogotá - Foto: Camila Ramírez.
Más de 30.000 personas participaron en el paro del 17 de marzo en Bogotá – Foto: Camila Ramírez.

Por: Camila Ramírez – marzo 23 de 2016

Más de 120 movilizaciones masivas se realizaron en 57 municipios del país el pasado 17 de marzo, con ocasión del paro nacional convocado por las centrales obreras y diversas organizaciones sociales contra las políticas del gobierno Santos y planteando la necesidad de un nuevo modelo de país.

Las marchas, en las que participaron al menos a 100.000 personas en todo el país, reunieron a diferentes organizaciones sociales y ciudadanas que rechazan las políticas del Gobierno Nacional y la actual crisis económica y social que atraviesa el país, que padece la gran mayoría de la población colombiana.

En las calles, y empleando su ingenio con cánticos y arte, los manifestantes respaldaron la iniciativa del Comando Nacional Unitario (CNU) y el pliego de exigencias de 15 puntos en el que se demanda al Estado colombiano la defensa del patrimonio público; se exige un alza general de salarios; se rechaza el proyecto de ley de las Zidres y las concesiones de territorios para desarrollar proyectos mineros; se denuncian los costos sociales de la privatización de la salud y la educación; se cuestiona el alto costo del transporte y de la canasta familiar; se reclama el cumplimiento de los acuerdos firmados con la Cumbre Agraria, Dignidad Agropecuaria, los trasportadores y el magisterio, entre otros; se cuestiona la reforma tributaria; se le pide al Estado que responda ante la emergencia social y económica en varios departamentos del país, en especial en La Guajira, y se plantean unas mínimas garantías de respeto a los derechos humanos.

pliego


El paro se hizo sentir en los departamentos de Atlántico, Antioquia, Meta, Bolívar, Córdoba, Cesar, La Guajira, Santander, Valle del Cauca, Caldas, Quindío, Risaralda, Tolima, Huila, Cauca, Putumayo, Boyacá, Cundinamarca, Arauca y Casanare, siendo las movilizaciones más numerosas las de Bogotá, Medellín, Pereira e Ibagué. En éstas participaron diferentes sectores sociales como comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinos, estudiantes, obreros, mujeres, pensionados y jóvenes.


El paro en Bogotá

En Bogotá, a pesar de la lluvia, las marchas confluyeron a la Plaza de Bolívar desde diferentes puntos de la ciudad como el Centro de Memoria, el Parque Nacional, el Centro Administrativo Distrital, el Complejo Sur del SENA, las universidades públicas y la avenida Caracas con 1 de Mayo, donde se concentró la marcha de varias localidades del sur de la ciudad y la Cumbre Urbana. Así, en medio de cantos y arengas, se manifestó el descontentó con el Gobierno Nacional y la Administración Distrital que privilegian la venta de lo público en medio de una crisis social como la actual.

En medio de la movilización, Óscar Flores, integrante de la Minga Bacatá, indicó que los diferentes procesos sociales de la ciudad que convergen en la Coordinadora Distrital Sindical y Social radicaron el 25 de febrero un pliego distrital donde presentan al alcalde, Enrique Peñalosa, una serie de demandas sociales, ambientales y culturales. Al respecto, afirma que:

Son diez ejes donde tenemos el tema de transporte, el tema de derechos laborales, ambientales, educación, salud, vendedores ambulantes, territorios de paz […] no estamos de acuerdo con la venta de la ETB, no estamos de acuerdo con la venta de ninguna empresa pública, no estamos de acuerdo con el impacto ambiental que va a generar la urbanización de los cerros orientales y de la reserva [Van Der Hammen] […] hay que salir a protestar, hay que salir a exigir nuestros derechos”.

Por su parte, Ernesto*, habitante de la localidad de Usme, comenta que:

[Me movilizo] contra todas las políticas represivas de Santos y Peñalosa. En la localidad quinta tenemos un grave problema y tiene que ver con el relleno sanitario Doña Juana, que está asesinando ese relleno a las personas […] Vamos a seguir haciendo movilizaciones y tomar acciones de hecho.

En horas de la tarde todas las marchas se concentraron en la Plaza de Bolívar, donde se dio lectura del pliego y saludos de algunas organizaciones sociales. En medio del acto, David Bustos, integrante de la Asociación Nacional de Funcionarios y Empleados de la Rama Judicial (Asonal Judicial) se expresó en contra de la privatización y acerca de los diálogos de paz:

[Que] dejen de privatizar las empresas del Estado, que dejen de privatizar la educación, que la salud deje de ser una empresa privada al servicio de unos pocos y sea un verdadero servicio de salud, que tampoco privaticen la justicia en procura del beneficio de los banqueros nacionales y extranjeros […] Que ese proceso de paz que se viene gestando sea un verdadero proceso de paz para los colombianos.


Represión y agresiones durante la jornada

Hacia las 4 pm, en la Plaza de Bolívar se presentaron enfrentamientos menores entre el Escuadrón Móvil Anti Disturbios (Esmad) de la Policía Nacional y algunos manifestantes, mientras la gente todavía se encontraba allí concentrada. No obstante, el Esmad cerró los accesos y, usando una tanqueta para disparar chorros de agua y agentes a pie para lanzar gases lacrimógenos y granadas de dispersión contra la multitud, dejando una sola salida para los manifestantes.

Según denuncias de la campaña Defender la Libertad, en estos hechos fueron detenidos Carlos Alberto Martínez y Jimmy Alejandro Godoy Mejía, quienes fueron conducidos a la Unidad Permanente de Justicia (UPJ), y varias personas resultaron heridas por las acciones de los uniformados. Adicionalmente, se reportó la presencia de numerosos agentes de la Policía con vestimentas civiles que no sólo se habrían infiltrado entre los manifestantes sino que portaban armas usadas habitualmente por el Esmad.


Posibilidad para el encuentro y la articulación

En estos últimos años, el conjunto del movimiento social en Colombia ha ido viendo la necesidad de activar espacios de convergencia a nivel nacional. Así, numerosos sectores se han venido sumando a la iniciativa del Comando Nacional Unitario (CNU), espacio donde se originó el paro de 24 horas del 17 de marzo y donde los convocantes han calificado esta jornada como un ‘calentamiento’ hacia acciones de protesta más contundentes y con una mayor articulación con diferentes organizaciones y procesos sociales.

En este sentido, Carlos Arturo García, quien hace parte de la Coordinación de Movimientos Sociales y Organizaciones Políticas (Comosopol), expone que:

Hacemos parte del comando nacional de paro porque entendimos la urgente necesidad de avanzar en espacios de unidad de acción entre el movimiento sindical, social, popular y expresiones políticas […] La agenda económica, la agenda antisocial y la agenda legislativa del gobierno de Juan Manuel Santos nos llama al conjunto del movimiento social y popular a aunar esfuerzos y compromisos para enfrentar estas políticas, que van en contravía de derechos y conquistas logradas por el movimiento popular en años de lucha.

También, Zulma Rojas, integrante del Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo (Modep), realiza una valoración de la jornada de movilización y del comando del paro:

Creemos que el paro se debe fortalecer más para que todos los otros sectores populares puedan hacer parte también de estas manifestaciones y, efectivamente, podamos hacer unas movilizaciones y unas acciones que pongan en jaque efectivamente al gobierno colombiano […] Necesitamos mantener una política de reagrupamiento de todas las organizaciones del pueblo.

Desde ya, el Comando Nacional Unitario ha venido anunciando que el éxito de la jornada del 17 de marzo se debió a la integración de diversas luchas, reivindicaciones y fuerzas del conjunto del movimiento social a este proceso y que se seguirá trabajando en la construcción de pliegos locales, municipales, regionales y sectoriales para consolidar una gran acción nacional de presión al gobierno. Al respecto, Carlos Arturo García manifiesta que:

Nosotros hemos dicho que un paro cívico tiene que ser entendido como proceso: un paro no se decreta, un paro se construye a través de escenarios de coordinación. Si se quiere esto hay que empezar a interlocutar en lo local, en lo municipal, en lo regional para recoger las inquietudes de la gente […] ir juntando esos niveles de protesta y avanzar ya en la preparación de ese gran paro cívico nacional. Por eso decimos que es un proceso. Esta jornada de hoy, del paro nacional del 17 de marzo, es el punto de partida hacia el paro cívico nacional.

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