Por: Marcela Zuluaga y Yovana Vargas – mayo 4 de 2018
Múltiples marchas se hicieron sentir en Bogotá el pasado 1 de mayo, en la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores. Además de la tradicional movilización del centro de la capital colombiana, a la que asistieron más de 20.000 personas, según cifras de la Secretaría Distrital de Gobierno, al menos otras 7 movilizaciones recorrieron los barrios de distintas localidades para reclamar mejores condiciones de vida, trabajo digno y respeto a los derechos del pueblo.
La tradición de la Séptima
La principal avenida bogotana recibió la más grande concentración de manifestantes, que se movilizaron entre el Planetario y la Plaza de Bolívar. La marcha, convocada por las centrales obreras, contó con la participación de diferentes organizaciones sociales y políticas que, a través de pancartas, arengas, disfraces y presentaciones culturales, se expresaron sobre la delicada situación que vive Colombia de cara a las elecciones presidenciales del próximo 27 de mayo.
Los trabajadores exigieron salarios justos, el cese de los asesinatos de líderes sociales, garantías para ejercer sus derechos a la protesta y a la libre de asociación en las empresas, educación gratuita y de calidad, una ley de empleo juvenil y que el Estado luche activamente contra la corrupción. Asimismo, exigieron que se cumplan los acuerdos de paz y demostraron su rechazo a la injerencia de los Estados Unidos en Colombia y a las políticas intervencionistas, racistas y xenófobas de Donald Trump, así como a la guerra en Siria y otras partes del mundo.
El pueblo en los barrios
Por novena ocasión, por las calles del sur bogotano se movilizaron alrededor de 1.200 vecinos de las localidades de Kennedy, Bosa, Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe y Usme, y del vecino municipio de Soacha, quienes desarrollaron diferentes recorridos por los barrios hasta llegar a la Casa de la Cultura de Ciudad Bolívar para compartir un almuerzo comunitario y escuchar batucadas, lecturas de poemas y grupos musicales.
Los marchantes construyeron, al caminar por estos territorios, escenarios para aprender y hablar con los vecinos sobre el reconocimiento del trabajo que las mujeres desempeñan en la sociedad, las reivindicaciones de la clase obrera y recordar la importancia de esta fecha. Por otro lado, celebraron el bicentenario del nacimiento de Carlos Marx y reivindicaron la vigencia de su pensamiento en una época en que la explotación del trabajo asalariado sigue siendo la fuente de las riquezas de los poderosos del mundo y de las monumentales desigualdades y del sufrimiento que enfrenta la mayoría de la humanidad.
Panorama laboral en Colombia
El 1 de mayo se conmemoró en todo el país en medio de una grave situación para los trabajadores. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), entre febrero y marzo de 2018, un 10,6% de la población de las 13 ciudades y áreas metropolitanas más importantes de Colombia se encuentra desempleada, habiendo aumentado el 1% respecto al mismo periodo del año pasado. La desocupación está afectando principalmente a las mujeres, que representan 23% del total de quienes no cuentan con trabajo en el país, seguidas de los jóvenes con 17,7% y de los los hombres con 13,7 %.
De otra parte, esta fecha del Día del Trabajo se cumplió en un momento de grave incertidumbre por el futuro de la seguridad social de los colombianos, puesto que en plena coyuntura electoral la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías (Asofondos), el gremio de los fondos privados, y la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) vienen demandando la presentación de una reforma pensional que afectaría gravemente los derechos de la mayoría de los colombianos. Mientras todas las personas que realizan algún tipo de actividad económica están obligadas a cotizar durante gran parte de su vida bajo la promesa de tener una vejez digna y estable, en medio de todas las dificultades que se encuentran en el camino, la propuesta de dichos gremios buscaría aumentar el número de semanas requeridas para disfrutar de la pensión, que actualmente es de 1.150 en los fondos privados y de 1.300 en Colpensiones, el fondo administrado por el Estado. Esto resulta especialmente preocupante cuando, según ANIF, solo 1,5 millones de colombianos cuentan actualmente con una pensión de vejez, mientras que existen 5,5 millones de personas en edad de pensionarse, lo que indica que Colombia solo llega a una cobertura del 27% mientras América Latina cuenta con un promedio del 64%.
Estos indicadores y una gigantesca informalidad, que abarca a unos 12 millones de personas, muestran varios de los grandes retos que los trabajadores colombianos deben enfrentar en el futuro inmediato para conquistar mejores condiciones laborales y de vida. Así las cosas, la lucha histórica de los trabajadores por construir un mundo distinto sigue estando más que vigente.
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