Por: Camila Ramírez – 19 de abril de 2011
El pasado 8 de abril se llevó a cabo una vigilia en la plazoleta Manuel Gustavo Chacón de Bogotá para reclamar por el regreso con vida de Sandra Viviana Cuéllar, ambientalista desaparecida desde el 17 de febrero de 2011 en la ciudad de Cali. Ya en Europa, el 9 de abril, diversas ONG se manifestaron ante la embajada de Colombia en Bruselas para solicitar información al gobierno colombiano sobre la desaparición de la activista.
Sandra Viviana Cuéllar tiene 26 años, es ingeniera ambiental de la Universidad Nacional y fue desaparecida el jueves 17 de febrero al mediodía, cuando se dirigía desde Cali a Palmira en el sector del Terminalito. Dos días después, fueron encontrados sus documentos de identificación y su teléfono celular en lugares cercanos a su residencia.
Sandra trabaja por la protección y la defensa del medio ambiente, participando activamente en el referendo por el agua y en la red de humedales y cuencas del Valle, y había hecho parte la organización CENSAT Agua Viva, integrante de la Federación Amigos de la Tierra Internacional. Hasta la fecha de su desaparición, se desempeñaba como directora de la Asociación Ambientalista Surviviendo, una organización caracterizada por la organización de actividades culturales por el derecho fundamental al agua.
Varias movilizaciones de solidaridad se han realizado para exigir el regreso de Sandra: en Cali se hicieron dos caminatas, además de varias veladas culturales. Así mismo, sus amigos y familiares instalaron hasta hace pocos días una vigilia permanente en el sector del Terminalito, en la salida a Palmira, esperando su pronto regreso.
Sin embargo, según denuncia Hildebrando Vélez, uno de los más reconocidos activistas ambientales del país, mientras las autoridades no han presentado resultados contundentes en la búsqueda de Sandra Viviana Cuéllar, se han presentado misteriosos hechos que rodean el caso. El pasado 9 de abril, coincidiendo con una serie de mensajes de texto intimidatorios que estaban siendo enviados a su teléfono celular, dos computadores portátiles, un disco duro portátil, una memoria USB y un teléfono celular fueron misteriosamente sustraídos de su vivienda, que figuraba como sede de la organización dirigida por Sandra en la documentación de su personería jurídica.
Aún con la poca acción de las autoridades en el caso de Sandra Viviana Cuéllar, su búsqueda continúa y decenas de organizaciones sociales, así como sus amigos y familiares continúan exigiendo su aparición inmediata.
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