Por: Andrés Monroy Gómez – diciembre 12 de 2012
La inclusión y el derecho a participar en la vida pública fue el tema clave escogido este año para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos, actividad que se viene realizando desde 1950, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas dispuso que en esa fecha se conmemoraría la aprobación de la Declaración Universal.
Para Navi Pillay, alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, con las crecientes manifestaciones en las calles de varios países del mundo los ciudadanos “piden que se ponga fin a una situación en la que los gobiernos sencillamente deciden lo que más conviene a la población sin siquiera consultarla; reclaman su derecho a participar plenamente en las decisiones y políticas internacionales, nacionales y locales que afectan su vida cotidiana; muchas personas en muchos países vienen expresando claramente que están hartas de que sus dirigentes las traten con desprecio y hagan caso omiso de sus necesidades, ambiciones, temores y deseos”.
En Colombia, la situación sigue siendo más que inquietante para los derechos humanos y sus defensores.
Un reciente informe de la Oficina del Fiscal de la Corte Penal Internacional sobre la situación en Colombia da cuenta de la lentitud en las investigaciones por las ejecuciones extrajudiciales, mal llamadas ‘falsos positivos’, y concluye que “existen bases razonables para creer que estos hechos ocurrieron en cumplimiento de una política adoptada por las Fuerzas Armadas”.
No obstante, el Congreso de la República, en su mayoría oficialista, ha aprobado una reforma a la Constitución para ampliar el fuero penal de los militares, a pesar de las voces de protesta de organizaciones internacionales y grupos de derechos humanos.
Por otra parte, entre el 3 y el 7 de diciembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó una visita a Colombia, cuyas observaciones preliminares muestran más preocupaciones que satisfacciones de este organismo internacional sobre la situación del país, entre ellas la persistencia de estructuras armadas, la vulneración delos derechos de las víctimas, la continuidad del conflicto armado, la discriminación y exclusión social, y la crisis humanitaria que viven los desplazados.
Todo esto ha encendido las alarmas en el gobierno colombiano, pues puede afectar el anunciado retiro de Colombia de la ‘lista negra’ de la CIDH, es decir, de los países incluidos en el capítulo cuarto de los informes anuales del organismo internacional por ser considerados los que más violan los derechos humanos.
Las voces de los defensores
En medio de esta compleja situación, el pasado 10 de dicienmbre, la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia organizó un evento para dar voz a los defensores de derechos humanos y a las víctimas que luchan por la reparación de sus derechos, para visibilizar que los colombianos luchan por sus derechos.
“Debemos transmitir a las sociedades futuras el valor de la libertad”
Clara Rojas, exsecuestrada y actual directora de la Fundación País Libre
Débora Barros, indígena wayúu sobreviviente de la masacre de Bahía Portete en 2004
“El plan de vida de los indígenas es estigmatizado por todos los actores armados. Es necesario que el mundo reconozca los derechos colectivos”
– Ezequiel Vitonás, alcalde de Toribío (Cauca)
“En el nordeste antioqueño, la locomotora minera es la misma muerte impune. Ayer era el opositor político la víctima, hoy son todas las comunidades porque han quedado desarticuladas y desprotegidas”
– Fernando Álvarez, integrante del Comité de DD.HH. de Segovia (Antioquia)
“Crecimos en medio del abandono del Estado, aún seguimos esperando la paz y a más de 300 desaparecidos. Hoy, la Comuna 13 es el territorio urbano más militarizado del país. En 2012 hemos tenido 178 muertes violentas”
– Julián Marín, defensor de DD.HH. de la Comuna 13 de Medellín
“Después de la masacre llevamos más de 150 víctimas. Hoy estamos presionados por el grupo paramilitar los Rastrojos. Desde la fe, por un Dios liberador que quiere una vida en abundancia y digna para todos, debemos asumir la función de defender los derechos humanos. Luchamos contra el miedo, construyendo una memoria en muchas formas hermosas”
– Hermana Maritza Trigos, de la Asociación de Víctimas de Trujillo (Valle del Cauca)
“Pedimos la mirada de ustedes sobre Buenaventura. En octubre tuvimos 40 asesinatos. El gobierno ofrece Fuerza Pública, pero al parecer están aliados con los Urabeños”
– Ricardo Morales, párroco de Buenaventura
“Defendemos la palabra. Aún tenemos miedo por el rearme de los grupos”
Soraya Bayuela, comunicadora de los medios comunitarios de los Montes de María
“Sobre la infiltración paramilitar en el Congreso, hoy la historia nos da la razón. Pedimos que el gobierno se abstenga de aprobar reformas que vayan en retroceso de la vigencia de los derechos humanos en Colombia”
– Claudia Erazo, integrante de la Coordinación Colombia Europa EE.UU.
“Hoy es necesario vencer la impunidad en el país, mantener y conservar la naturaleza, y dignificar la institucionalidad del Estado colombiano […] es tiempo de que se paren las concesiones mineras”
– Leonor Zalabata, líder indígena arhuaca y ganadora del Premio Anna Lindh en 2007
La estigmatización de defensores “causó un daño a la democracia del país que aún no se resarcido. Hoy, desde lo más alto del poder es necesario que se le diga a la sociedad colombiana que los defensores de los derechos humanos no somos los enemigos de la democracia sino sus aliados”
– Hollman Morris, periodista
“64 reclamantes de tierras han sido asesinados. Tengo la esperanza de que los diálogos de paz lleven a que todo esto termine bien. Resalto que el Fiscal haya reabierto el proceso contra la multinacional Chiquita Brands, porque es tocar el centro de la paraeconomía, combustible del conflicto en el país”
– Carmen Palencia, integrante de la Asociación Nacional de Víctimas para la Restitución y Acceso a la Tierra “Tierra y Vida”, y ganadora del Premio Nacional de Paz en 2012
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Que artículo más carente de contenido, sólo la total ignorancia sobre el tema de protección de defensores y defensoras de derechos humanos podría justificar que se afirme ‘que es hora de defender a los defensores de derechos humanos’, como sí no se hubiera hecho nada en esta materia. Debe prestarse más atención a las políticas de protección en favor de quienes trabajan por los Derechos Humanos en Colombia, el gobierno colombiano cada vez fortalece más los espacios de participación en la determinación de medidas de protección en cabeza de ellos.
Sus miradas denotan el dolor que deja el paisaje sombrío del exceso en el ejercicio del poder y la ambición por el dominio. Me llega al alma la historia que se ve escrita sobre sus ojos. Es necesario amar la vida, no sé por qué somos tan desagradecidos con los medios que nos posibilitan los días y las cosas?