Por: Aiden Salgado Cassiani – enero 30 de 2014
Si le dicen a alguien que conozca a María del Socorro Bustamante que ella es negra, afrocolombiana, palenquera o raizal, pensará que le hacen un mal chiste o que le están hablando de un homónimo. Y si se lo hubiesen preguntado a ella misma un año atrás lo tomaría como una ofensa a la honra de sus padres y ancestros. Entonces, ¿por qué hoy esta ‘mujercita’ –decir de los palenqueros para las mujeres mestizas que llegan a vivir en Palenque– se presenta como candidata en las elecciones para el Congreso colombiano a nombre de este pueblo al que hasta lo que es suyo por decisión biológica, histórica y cultural se lo quieren quitar, como son las dos curules especiales para comunidades negras, afrocolombianas y raizales?
Una comunidad negra, según la Ley 70 de 1993, es el conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana que poseen una cultura propia, comparten una historia y tienen sus propias tradiciones y costumbres, dentro de la relación campo poblado, que revelan y conservan una conciencia de identidad que la distingue de otros grupos étnicos. Por su parte, la Ley 649 de 2001 expresa que para que alguien ocupe alguna de las dos curules de la Cámara de Representantes destinadas a las comunidades negras deberá hacer parte de la respectiva comunidad y recibir el aval previamente por parte de una organización inscrita ante la Dirección de Asuntos de Comunidades Negras del Ministerio del Interior.
Ahora bien, si la señora Bustamante nocumple ni con lo uno ni con lo otro, es decir, si no hace parte de una familia de ascendencia africana ni de una comunidad negra, ¿por qué quiere usurpar este derecho étnico?
La señora Bustamante, que fue representante a la Cámara entre 1990 y 1994, y senadora en los periodos 1994-1998 y 1998-2002, nunca ha velado por los derechos de las comunidades negras. Esto se refleja en su programa como candidata a la Alcaldía de Cartagena para el periodo 2012- 2015, que no menciona ni una sola vez las palabras afrodescendiente, afrocolombiano, negro, raizal o palenquero, aunque menciona la palabra afro una sola vez. Además, el partido Cambio Radical le retiró el aval por sus relaciones con Enilce López, mejor conocida como ‘La Gata’. ¿Cuál es la representación que puede hacer esta mujer en nombre de estas comunidades?
Ante estos hechos, las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras se han pronunciado con un no rotundo a esta acción de usurpación, como quedó expresado en un comunicado publicado en Cartagena el 12 de noviembre de 2013 y firmado por más de cuarenta organizaciones y concejos comunitarios, donde rechazan la postulación de la señora Bustamante.
Las comunidades negras creen que esta candidatura no tiene presentación. Sería un grave irrespeto que alguna de las dos curules que se crearon como acción afirmativa para estas comunidades sea ocupada por una persona que no es afrodescendiente, negra, palenquera, afrocolombiana ni raizal. La señora Bustamante no cuenta en su ser biológico y cultural ni una sola de las huellas de las africanías de las que tanto nos hablan el investigador Jaime Arocha y la desaparecida Nina de Friedemann, que se debe estar revolcando en su tumba al conocer tal atrocidad en nombre de estas comunidades.
Igualmente, ¿qué dirán las organizaciones negras, como el Proceso de Comunidades Negras (PCN), el Movimiento Nacional Cimarrón, la Asociación de Afrocolombiano Desplazados (Afrodes)? ¿Qué dirán las nuevas organizaciones, como Cadhube, Ceuna, Niche en Acción, entre otros? ¿Qué pensará la investigadora y activista estadounidense Ángela Davis, que recientemente visitó el país? ¿Qué pensarán los intelectuales afrocolombianos como Claudia Mosquera, María Isabel Mena, Santiago Arboleda, Rafael Perea Chalá y otros estudiosos del tema étnico racial? ¿Qué pensarán todas aquellas personas que tanto han luchado por los derechos étnicos de estas comunidades?
A pesar de todo esto, ¿puede la señora Bustamante ganar una curul? Claro que sí: existe una enorme cantidad de dinero circulando en medio de esta campaña y esto le dará una ventaja en votación que, muy seguramente, le garantirán a esta mujer una curul en la Cámara de Representantes a nombre de las comunidades afrocolombianas. Entonces, ¿de qué derechos étnicos estamos hablando?
En el pasado, escribí que las curules de las comunidades afrocolombianas se quedaron en cuerpo ajeno. Hoy, al menos una de ellas puede quedar en manos de una digna representante de esa población que tanto nos ha discriminado. Quien tiene la responsabilidad política y moral de parar tal atrocidad es el Ministerio del Interior, a través de la Dirección de Asuntos de Comunidad Negras, como garante de nuestros derechos. Al no suceder esto, se desnaturalizarían las curules especiales para poblaciones negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras.
Desde el Palenque, un cimarrón todavía.
Si encuentras un error, selecciónalo y presiona Shift + Enter o Haz clic aquí. para informarnos.