No al terrorismo de Estado en las universidades - Foto: Andrés Gómez

No al terrorismo de Estado en las universidades - Foto: Andrés Gómez

Por: MA DeCollage – julio 18 de 2014

Paramilitares amenazaron de muerte a diez estudiantes de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) que pertenecen, entre otras organizaciones, al Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo (Modep) y a la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU). En los panfletos se les da un plazo de cuarenta días a los activistas estudiantiles para no matricularse en la UTP y dejar la ciudad.

Los estudiantes han sido candidatos a la representación estudiantil y actualmente participan el Consejo Superior Universitario, el Consejo Académico, el Comité de Bienestar Universitario y los Comités Curriculares. Además, participaron en el proceso de negociación durante el conflicto universitario del segundo semestre académico de 2013 en la UTP. Esteban*, en entrevista con El Turbión, afirma que las amenazas buscan desestabilizar el movimiento estudiantil y evitar así la fiscalización de más de un billón de pesos y que se cambien los procedimientos para la elección de rector y decanos.

MA DeCollage: -¿Cuál es el motivo de las amenazas?

Julián Herrera: -Lo que manifiesta el panfleto enviado es que las amenazas se realizan dado que somos los ‘revoltosos de la universidad’ y que no están dispuestos a permitir que ni nosotros ni otras personas se sigan manifestando en la Universidad Tecnológica de Pereira. Sobre esta cuestión, podemos plantear que no sabemos claramente qué sector es el que envía la amenaza, pero que, en últimas, [éste] corresponde a una serie de medidas tendientes a desestabilizar el movimiento estudiantil, golpeando los representantes estudiantiles que después de muchos años lograron recuperar un puesto tanto en el Concejo Académico como en el Concejo Superior, siendo claramente sectores de oposición a las políticas implementadas por [el rector de la UTP] Luis Enrique Arango.

Esta situación de amenaza se presenta igualmente antes de un semestre de movilización y debate al interior de la universidad, dadas varias circunstancias:

[Uno] Elecciones para rector y decanos. Durante el segundo semestre de 2013 los estudiantes presentamos un pliego de peticiones que tenía como eje central la democracia y, entre esto, la modificación del mecanismo de elección, por considerarlo antidemocrático y salido de la realidad actual de la Universidad. [Se busca] mayor participación de la comunidad universitaria y no únicamente de los nueve que pertenecen al Consejo Superior Universitario

[Dos] Elecciones de representantes estudiantiles ante el Consejo Académico, el Consejo Superior y algunos Consejos de Facultad. Durante muchos años, la administración logró ‘comprar’ a los representantes estudiantiles ante estos órganos de dirección. Nosotros logramos romper con ese ciclo y tener representaciones más ligadas a los estudiantes, a las asambleas generales y en pro de los derechos de los estudiantes y de la educación pública en general. Muy posiblemente la administración querrá recuperar estos escenarios, pues en este momento muchos de nosotros somos el palo en la rueda para que siga avanzando la privatización y se sigan perdiendo los derechos de los estudiantes.

[Tres] Control de acceso a la universidad a través de torniquetes en las entradas y tarjetas inteligentes para entrar y salir. Esta situación ha generado un gran rechazo por parte de varios sectores de la comunidad universitaria, pues esta medida no resolverá realmente el problema que se tiene con la seguridad o la venta de drogas, como ya se ha demostrado en otras universidades que han aplicado este mismo mecanismo, pero sí generará un control permanente de la comunidad universitaria, especialmente del movimiento estudiantil y de las ventas, que al parecer planean acabarlas de esta manera. En últimas, lo que hemos logrado identificar es que la salida de nosotros a quien más beneficia es a la administración de la universidad.

MC: – ¿Cuál es su opinión acerca de este hecho?

JH: -Es una situación muy complicada la que se presenta hoy en día en la UTP. Durante varios años se han venido presentando amenazas contra estudiantes y desde 2008 se han incrementado, pero ésta es la primera vez que se presenta con acciones que atentan contra nuestras vidas, nuestra integridad y la de quienes nos rodean. Hemos podido observar hostigamientos a diferentes personas de las que se encuentran en este momento amenazadas, llevando a desplazarnos a varios, abandonando de momento todo lo que tenemos para evitar una tragedia mayor.

Creemos que alguien debe estar utilizando la chapa de las Águilas Negras para hacernos salir de la universidad, dadas todas las posibles movilizaciones que se puedan presentar durante este semestre que inicia. Creemos que esta situación puede estar muy relacionada con la elección de rector. Recordemos que la universidad cuenta con organizaciones como Alma Máter, quienes hoy por hoy tienen contrataciones que casi alcanzan el billón de pesos, algo a tener en cuenta pues creo que algunos serían capaces de hacer cualquier cosa con tal de poder obtener esto o mantenerlo.

Realmente, esta situación nos llena de mayor convicción para seguir luchando por una Colombia distinta, una Colombia donde ser oposición, donde pensar diferente no sea un delito o un aspecto por el cual le puedan quitar a uno la vida. Estoy convencido de que este país necesita cambios estructurales y de que la educación es una herramienta importantísima en la consecución de estos objetivos. No dejaremos de pelear por nuestros ideales, estamos convencidos de que vale la pena luchar, de que pensar diferente, pensar en una Colombia distinta, sí es posible y seguiremos trabajando día a día para poder alcanzar nuestros sueños.

MA: – ¿El gobierno le ha brindado apoyo o protección?

JH: -Hasta el momento ha sido mínimo el apoyo por parte de las entidades gubernamentales. Únicamente la Policía ha estado pendiente, activando los cuadrantes para la seguridad de nuestros hogares, pero de manera personal y particular no hemos recibido nada, apenas una llamada de la Unidad Nacional de Protección donde nos entrevistaron pero no manifestaron absolutamente nada más. Como lo mencionaba anteriormente, ésta no es la primera vez que se reciben amenazas en la UTP […] Hasta el momento no se tienen resultados de las investigaciones. Esperemos que no tenga que ocurrir una tragedia para que realmente se dé la importancia que merece este caso y se nos brinden todas las garantías para poder terminar nuestras carreras y seguir ejerciendo nuestro derechos, por demás constitucionales, de pensar diferente y hacer oposición.

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