En 2021, jóvenes colombianos heridos en el estallido social formaron MOCAO. Su documental 'Los ojos que renacen' destaca resistencia, resiliencia y busca justicia.

Por: Andrea Umaña

En 2021, tras el estallido social en Colombia, varios jóvenes víctimas de lesiones oculares por parte de la fuerza pública decidieron organizarse y dar voz a todos aquellos con quienes compartían ese dolor, en una apuesta por la justicia y la esperanza de una sociedad en paz. Hoy presentaron al mundo el documental, ‘Los ojos que renacen: historia de un movimiento en resistencia’. Su voz y capacidad de denuncia y transformación fueron bien entendidas en el reciente estreno. Después de la proyección, una joven asistente les dijo a las víctimas que participaron del documental: ‘Ustedes perdieron un órgano, pero lograron crear uno nuevo’.

La juntanza que sana

El pasado lunes 27 de noviembre, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación fue el escenario al que poco a poco fueron llegando los miembros de diferentes organizaciones y colectivos. Allí, expectantes, algunos de los protagonistas del documental, miembros del Movimiento en Resistencia contra las Agresiones Oculares (MOCAO), y quienes fueron víctimas del ESMAD durante el estallido social, compartían espacio con la producción formando un equipo que busca visibilizar a todos aquellos que, en la defensa de sus derechos, se vieron violentados y afectados de por vida.

Uno de esos jóvenes es Andrés Lago. El 28 de abril del 2021 en inmediaciones de la Biblioteca El Tintal, en el sur occidente de Bogotá, el ESMAD lo agredió provocándole la pérdida de visión en su ojo derecho. Luego de la lesión, conoció a MOCAO y descubrió que a través de esta organización, ha encontrado sentido y sanado:

como colectivo desde la juntanza logramos sanar un poquito esas heridas cuando narramos lo sucedido (…) cuando los conocí a ellos empecé a hablar de lo que había sido la lesión, por más que obvio si me removió cosas, [eso] hizo que sanaran cosas y tuviesen otro sentido.

El poder sanador se manifiesta claramente en el documental. Desde su primera escena, nos damos cuenta de que la narrativa de los jóvenes, tanto hombres como mujeres, víctimas de lesiones oculares, no es sencilla de relatar. La película comienza con estadísticas desgarradoras sobre la cantidad de ciudadanos afectados en el contexto de la protesta social, lo que invita al espectador a reflexionar sobre el papel de la institución policial en la sociedad.

La dolorosa narrativa que expone “Los ojos que renacen” no se centra en relatos de tristeza y desolación. Por el contrario, el documental explora cómo las acciones de MOCAO transforman las afectaciones al establecer vínculos participativos con las parejas, padres y familiares de las víctimas, quienes también necesitaban espacio para hablar sobre las lesiones.

Así, el documental otorga voz tanto a las víctimas como a sus familiares, creando una voz colectiva que exige verdad, memoria y justicia, y que sobre todo, aboga por evitar la repetición.

Es una herida como tal a la sociedad”

Este proyecto audiovisual fue financiado por la organización benéfica de investigación biomédica Wellcome Trust, para apoyar la investigación doctoral de Lucía Guerrero en la Universidad de Exeter, Reino Unido. Sin ser estrenado, ya el documental había recibido dos reconocimientos: uno otorgado por la Asociación de Humanidades Médicas y de Salud, y otro concedido por el Centro Nacional de Métodos de Investigación. No obstante, más allá de las menciones, “Los ojos que renacen” busca capturar la esencia de MOCAO: dar voz a la diversidad que los conforma. Al respecto, Andrés menciona sobre los espacios de encuentro:

No todos pensamos igual, tenemos muchas profesiones, muchas edades (…) [pero]detrás de la lesión ocular, que puede ser un fenómeno social, hay personas, hay seres humanos, hay hijos, padres [que] tratan de dar una voz y más allá de sanarnos a nosotros, podría tener incluso el poder de sanar la nación, porque siempre que ocurre algún acto victimizante para alguien en el país y que venga por parte del Estado, es una herida como tal a la sociedad, es la institucionalidad la que pierde esa legitimidad.

La herida colectiva causada por la institucionalidad es tomada de una forma en común por las víctimas y en ello la diversidad de voces se une en torno a una idea: no debe haber una sola víctima más de este crimen.

Una justicia justa”

El trabajo conjunto del movimiento MOCAO con los productores dio vida a una pieza audiovisual que presenta historias de resistencia y resiliencia, así como las narrativas de violencia que las precede.

Juan Pablo Fonseca destaca que el documental aborda de manera integral las consecuencias postraumáticas de la violencia ocular. Y ese objetivo lo logran, en la película logran evidenciar claramente tanto los daños físicos como los cognitivos, además, es manifiesta la diversidad de violencias que experimentan las víctimas, para quienes la totalidad de su experiencia es una forma de tortura sistemática.

No en vano, durante la presentación realizada por Lucia Guerrero, Juan Pablo Fonseca y Andrés Guerrero, también integrante de MOCAO, se precisó la necesidad latente de un sistema judicial que abandone la complicidad e identifique este tipo de delitos como hechos con un trasfondo aún más grande.

En consecuencia, lo que los miembros del movimiento reclaman es “Una justicia justa”. Entienden que las lesiones oculares no son simplemente daños físicos, sino que sus impactos son comparables a los de la tortura y, en general, a crímenes de lesa humanidad. Por ello el objetivo del documental:

Hacer visibles las prácticas de un grupo de personas a quienes se les ha vulnerado el derecho a ver y ser visto.

Donde verla

“Los ojos que renacen: historia de un movimiento en resistencia” fue estrenado el 30 de noviembre en la ciudad de Cali. Se espera poder lanzarla en Medellín durante el mes de diciembre, y a inicios del 2024 será estrenada en Estados Unidos en la ciudad de Boston, así como en Inglaterra, España, Chile y Ecuador.

Luego del estreno, el documental cuya producción audiovisual fue liderada por Juan Pablo Fonseca, Carlos Garzón, Natalia Mondragón, Daniela Buriticá y Lucía Guerrero, quedará alojado en la página Web de Wellcome Trust.

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