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Julio 21 de 2008

El modelo económico internacional busca apropiarse de los recursos estratégicos para el desarrollo y expansión del capitalismo. Los principales recursos, o mejor, los que son mas estratégicos son aquellos no renovables: el agua, la biodiversidad, los metales y los hidrocarburos. Esto ligado al manejo de la tecnología, las telecomunicaciones y el capital financiero.

Las reservas de recursos energéticos se agotan. En cuanto al petróleo las cifras son preocupantes, pues se calcula que, a mediados del siglo XXI, éste ya no alcance a cubrir la demanda mundial con unos 1.033 billones de barriles en el mundo que, con un consumo mundial de 73 millones de barriles diarios, alcanzaría para 40 años. Eso sin contar con que dicho consumo sea incrementado. En el caso del gas, se estima que las reservas alcanzarían para medio siglo más. Ambos recursos necesitarían una tecnología de exploración con altísimos costos: se presupone, por ejemplo, que algunas reservas se encuentran a una profundidad de entre 600 y 3.000 metros, bajo los océanos.

En cuanto al agua, únicamente el 3% del total existente en el mundo es apta para el consumo humano, la mayor parte de ésta se encuentra en los glaciares y casquetes polares, en las cuencas hidrográficas y paramos. Según la Organización de las Naciones Unidas, para el 2025, unos 2.500 millones de personas no tendrán acceso al agua potable y a los servicios sanitarios. En este sentido, la atención se pone en América del Sur, que cuenta con el 6% de la población mundial y dispone del 26% de agua.

La cuestión es que con muchos de estos recursos se nutre la producción de muchas empresas trasnacionales y Colombia cuenta con esas reservas que ya están siendo explotadas. Para los países del Primer Mundo no está garantizada su seguridad mientras no asegure el aprovisionamiento de los recursos. Así, el centro de la política internacional no es la reducción de la pobreza, la preservación del medio ambiente y de la humanidad: es la economía, es asegurar el funcionamiento de modelo capitalista y la base de la industrialización del mismo, la devastación. En su afán por dinamizar la industrialización, se calcula que Estados Unidos requiere, por lo menos, el 30% de la energía del mundo.

A través de las trasnacionales se requiere el control de sectores estratégicos en Colombia: el agroalimentario, el de servicios financieros y, así mismo, los territorios donde se concentran los recursos naturales, las materias primas, y sociales, la mano de obra.

Varias son las características comunes de estas empresas en su modo de actuar en el territorio colombiano, lo que ha requerido el establecimiento de un modelo social, político y militar apoyado en los órganos de poder y en algunos sectores minoritarios de la población que se benefician de su aplicación. Dicho modelo se manifiesta en acciones para garantizar sus inversiones en el país, las cuales han sido denunciadas por diferentes organizaciones populares, sociales, políticas y de derechos humanos, siendo juzgadas durante las 6 audiencias previas en diferentes regiones del país y en la sesión final del Tribunal Permanente de los Pueblos realizada en Bogotá.

Entre lo que caracteriza el actuar de las transnacionales se encuentra el aniquilamiento de sindicatos, las detenciones ilegales, la criminalización y judicialización de activistas y líderes sociales, los destierros y asesinatos de sindicalistas, como son los casos denunciados a Nestlé, Coca-Cola, Drummond, Cemex, Holcim y Anglo Gold Ashanti. Sumado a esto está el impulso, a través de proyectos de ley de reforma laboral, a la precarización de las condiciones laborales de sus trabajadores y las estrategias de terror, oficial o paramilitar, que buscan destruir cualquier tipo de oposición y generar temor entre la población. La influencia en el Estado de las trasnacionales ha llegado a tal punto que se les acusa de presionar la adecuación de la legislación nacional a sus intereses y de financiar y utilizar para su provecho los servicios de militares colombianos, como en los casos de la Drummond, Glencore-Xtrata, Anglo American y BHP Billiton.

Unido a lo anterior, estas empresas han usado el sistema de justicia para perseguir a las comunidades habitantes de los territorios que poseen recursos para presionar la aprobación de permisos de explotación. Desde el TPP se calcula que Anglo Gold Ashanti – Sociedad Kedahda S.A. solicitó unos 2.000 permisos para 21 departamentos, de los cuales solamente para Antioquia y Bolívar se utilizarían unas 2’300.000 hectáreas. Esto, teniendo en cuenta que Colombia es uno de los país con mayores reservas de oro del mundo.

En segundo lugar, se han valido de prebendas y presión a funcionarios públicos para influir en la formulación de políticas gubernamentales y para que no se les sancione por violación de las normas ambientales, como en los casos de Nestlé (Suiza), Coca-Cola (Estados Unidos), Glencore-Xstrata (Suiza), Anglo American PLC (Inglaterra, Sudáfrica), BHP Billiton (Inglaterra), Smurfit Kappa – Cartón de Colombia (Irlanda, Holanda).

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